No todo es playa: un paseo por el pueblo español más alejado de la costa

Corría el año 1989 cuando el grupo The Refrescos sonaba en todas las cadenas de radio españolas con su mítica canción ‘Aquí no hay playa’, en la que se cantaban algunos atractivos de la capital, pero, claro, ya se sabe que ‘al llegar agosto, vaya, vaya… aquí no hay playa’. Y entonces, los madrileños más chulos que un 8 replicaban ‘¿y qué, jo***?’. Y es que, si coges un mapa de España y buscas el lugar más alejado de la costa, podría parecer que Madrid tiene todas las papeletas… pero no es así.

Debemos trasladarnos hasta la provincia de Toledo para descubrir el pueblo más alejado del mar. En la falda de la sierra Berrocal, perteneciente a la comarca de Torrijos descubrimos Nombela, un municipio de algo menos de mil habitantes que ha saltado a la fama, precisamente, por esta curiosidad. Los nombelanos no lo tienen fácil para disfrutar de los 7.900 kilómetros de costas diseminadas a lo largo de toda la geografía española. ¿Un ejemplo? La playa más cercana es la de la Malvarrosa (Valencia) a la que se tarda en llegar algo más de cuatro horas y media en coche. 

Nombela ha sufrido en sus carnes el éxodo rural y en la década de 1960 vio como su población se reducía drásticamente. La historia de siempre: la falta de oportunidades laborales, los jóvenes que se van a estudiar fuera, lo sacrificado que es el campo… Ahora bien, algo tiene el municipio, ya que desde los años 90 ha conseguido estabilizarse en los mil habitantes. Y sí, la curva demográfica (como en tantos otros lugares que conforman la España Vaciada) se ha mantenido en una tónica descendente hasta estos últimos años post pandemia, en los que algunos nuevos vecinos han llegado con ganas de devolverle a Nombela el esplendor de antaño.

El trigo, el centeno y el vino, así como el ganado lanar y la caza de conejos y perdices han sustentado la economía de este pueblo durante todo el siglo pasado, aunque ahora las cosas han cambiado y el sector de la construcción es el que emplea a mayor número de trabadores, siendo la agricultura un sector casi testimonial en la actualidad.

Qué ver en Nombela

Hay quien dice que Nombela está en medio de ninguna parte, que no es un enclave especialmente bonito ni cuenta con importantes sitios de interés, pero, oye, hay que conocerlo y descubrir algunos de sus encantos. Podemos empezar, por ejemplo, con el rollo de justicia de estilo renacentista que cuenta con una gruesa columna toscana con capitel rematado por un templete de cuatro pilastras con una bola en la cúspide.

El viajero que llegue hasta el pueblo español más alejado de la costa también podrá descubrir un par de edificios religiosos interesantes. Por un lado, encontramos la ermita del Santo Cristo de la Nava, con una sola nave de planta rectangular y, por otro, la iglesia parroquial de la Asunción de Nuestra Señora, con tres naves decoradas con mampostería y levantada a comienzos del siglo XVI.

También quedará sorprendido el explorador que llegue hasta Nombela durante la celebración de alguna de sus fiestas. El primer domingo de mayo festejan la Cruz de Mayo; el 25 y 26 de julio, Santiago Apóstol y Santa Ana, respectivamente; y el 24 de diciembre la conocida como Lumbre de los Quintos.

En definitiva, en Nombela no tienen mar, ni brisa marina pero sí algunos puntos de interés que son perfectos para pasar un día de excursión en la provincia de Toledo.