Recorriendo Toledo en un fin de semana... con el Chat GPT como cicerone
Hemos pedido a la IA que nos ofrezca una ruta para descubrir Toledo de la mano de SIXT y esto es lo que podemos contar de la experiencia.
Ahora que parece que la Inteligencia Artificial está tomando un papel más relevante en nuestras vidas, hemos decidido ponerla a prueba y descubrir si podemos fiarnos de ella. Lo primero de todo ha sido darle las directrices: ‘Crea una ruta de viaje por carretera explorando la provincia de Toledo, con salida en la sucursal de SIXT en la estación de Madrid Atocha de un viernes y llegada de vuelta el domingo por la tarde’.
Una vez elaborada la ruta llega el momento de ponerse en marcha. Llegamos a la flagship que SIXT tiene en Madrid Atocha, para recoger nuestro vehículo, un Jeep Compass híbrido enchufable. El vehículo forma parte de la flota de la marca, que apuesta por una experiencia premium gracias a la facilidad de contratación, el confort de los vehículos y un servicio al cliente muy completo, ya que te indican cómo cargar tu coche y te entregan un cargador, para que tu experiencia vaya sobre ruedas.
La primera indicación del Chat GPT no es muy acertada. ‘Sal de la sucursal de SIXT en la estación de Madrid Atocha y comienza tu viaje por carretera hacia Toledo. El viaje en coche desde Madrid a Toledo dura aproximadamente 1 hora’. Error. La IA sabe mucho, pero del tráfico de Madrid un viernes por la tarde parece no tener ni idea. Lo que iba a ser una hora de trayecto pasa de la hora y media con holgura.
Llegamos al alojamiento, dentro de las murallas de Toledo y una vez hecho el check-in decidimos cargar el coche en un parking cercano. Error. Un viernes noche cualquier parking de la ciudad de Toledo tiene más afluencia que la Puerta del Sol en Nochevieja. Aún queda carga, así que decidimos ir a cenar.
No le hemos pedido al Chat GPT que nos recomiende restaurantes; preferimos ir a la aventura a ver qué nos encontramos. Y esto, repetimos, un viernes noche en Toledo y con una temperatura de lujo gracias a este veroño que estamos viviendo, resulta una misión algo complicada. Aún así, elegimos un restaurante de cocina tradicional que hace un auténtico encaje de bolillos para poder sacar una mesa libre. Objetivo cumplido.
El sábado viene cargadito. Hay que visitar Consuegra, Orgaz, Tembleque y vuelta a Toledo. ‘Conduce hacia Consuegra para visitar los famosos molinos de viento y el Castillo de Consuegra. Estos lugares son emblemáticos y te transportarán a tiempos pasados. Para el almuerzo, disfruta de la comida en un restaurante local en Consuegra’.
Hacemos caso a la IA, pero decidimos hacer una visita guiada al castillo de Consuegra y la excursión se alarga más de lo previsto. Disfrutamos de un aperitivo en la Plaza Mayor y nos vamos a comer. Hacemos caso a varios consaburenses que nos recomiendan un restaurante y, oye, mucho mejor que el Chat GPT. Un acierto de sitio, con comida local y un patio de lo más acogedor.
Con la entrada al castillo de Consuegra se incluye una entrada al Museo Municipal, situado en uno de los corredores del siglo XVII de la Plaza Mayor. Visitamos también la presa romana, el molino Rucio, y las distintas iglesias del municipio.
Acabamos la visita a Consuegra sobre las 17:30 de la tarde, y decidimos saltarnos una de las recomendaciones de itinerario. Nos vamos directamente a Tembleque para disfrutar de su Plaza Mayor, una de las más bellas de toda la geografía española. Tanto que dan ganas de echar allí el resto de tarde.
Tras un paseo por Tembleque, volvemos a Toledo y ahora, sí que sí, cargamos el coche. El plan para mañana es visitar Oropesa, Talavera de la Reina y de regreso a Madrid. Como la IA sabe poco del tráfico de entrada a Madrid un domingo, nos saltamos la visita a Oropesa (que dejaremos para otra ocasión) y viajamos directamente a Talavera de la Reina.
Recorrer La Mancha en un vehículo híbrido enchufable hace que las distancias se hagan cortas; viajamos en un vehículo tan cómodo y resolutivo que da pena llegar a destino, pero Talavera de la Reina merece ser disfrutada.
Paseamos por el casco histórico y descubrimos la Basílica de Nuestra Señora del Prado. También descubrimos los jardines del Prado, declarados desde 2019 como Bien de Interés Cultural en la categoría de jardín histórico, pero que actualmente se encuentran en fase de remodelación.
Llega la hora de disfrutar de la gastronomía talaverana y volvemos a hacer caso a quien más sabe: los propios vecinos del pueblo. Otro acierto. En un mesón con decorado tradicional probamos las exquisiteces típicas: las patatas revolconas y el cochifrito. Y ahora, sí que sí, un café doble y vuelta a Madrid.
Llegamos a la sucursal de SIXT en la estación de Madrid Atocha para devolver el Jeep Compass híbrido enchufable, un compañero de lujo para este fin de semana en el que hemos puesto a prueba las dotes de cicerone del Chat GPT. Y, como conclusión, podemos decir que, para elaborar una aproximación a un destino, la IA puede ser una buena guía, pero siempre conviene adaptar el trayecto a cada ritmo viajero.
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