Un paseo por Romangordo, el pueblo de los graffiti
Las obras que decoran las paredes de sus edificios harán que te cuestiones lo que es real y lo que no.
España está llena de pueblos increíbles que destacan por su belleza, ubicación, decoración y mucho más. Tenemos la suerte de vivir en un país en el que los municipios son únicos y diferentes, cada uno a su manera y que ofrecen a sus habitantes y a viajeros la oportunidad de pasear por enclaves mágicos que parecen sacados de una película y que muy pocos conocen.
Conocemos pueblos de brujas, pueblos de colores, pueblos sumergidos y pueblos de cuentos de hadas, pero ¿alguna vez habías oído hablar de un pueblo lleno de trampantojos y graffitis?. Pues existe, y está en España, concretamente en Extremadura. Hoy descubrimos un increíble municipio en el que nada es lo que parece y donde todo es posible.
Para todos aquellos que no lo conozcan, un trampantojo es una técnica que se usa en muchas ocasiones en pintura, que trata de engañar a la vista y jugar con las perspectivas, sombras y efectos ópticos para hacer que algo parezca una cosa completamente diferente. Y eso es precisamente lo que pasa en este pueblo de Cáceres, donde sus calles te harán frotar los ojos para comprobar que lo que estás viendo es cierto.
De un arreglo a una obra de arte
Hablamos de Romangordo, un pequeño pueblo extremeño ubicado a una hora de Cáceres y muy cerca de un enclave natural único como es el Parque Nacional de Monfragüe y en las inmediaciones del Navalmoral de la Mata. Pero aunque su ubicación es una auténtica maravilla, no es lo que más llama la atención de este espectacular municipio.
Antes de 2016, este pueblo podía parecer uno más de los miles que habitan en España, quizás llamaba la atención su curioso nombre, Romangordo, pero en ese año ocurrió algo que cambió la historia del municipio y que haría que desde ese momento miles de personas lo visitaran para descubrir todos sus encantos y pasear por sus calles conociendo un destino mágico.
En el año 2016 se les ocurrió la idea de restaurar uno de sus espacios en desuso que acusaba un gran deterioro y que afeaba la imagen del pueblo. Para ello, crearon una gran obra de arte en forma de pintura sobre sus muros que encantó a todo el mundo y que creó un movimiento sin precedentes por las calles del pueblo
La gente quedó tan prendada de la belleza de la obra que decidieron decorar todo Romangordo con estas pinturas de arte urbano. Pintaron cocheras, paredes, muros y otros elementos hasta que el pueblo se convirtió por completo en un museo al aire libre de graffitis y obras de arte callejeras. Sus edificios se llenaron de color y magia dando lugar al que ya es conocido como el pueblo de los graffiti y los trampantojos.
Esta iniciativa artística llegó a oídos de los estudiantes de la Facultad de Bellas Artes de Madrid, quienes con el consenso de los vecinos comenzaron a decorar fachadas completas con pinturas. Pero no hay que imaginarse los típicos garabatos callejeros, las obras de arte que colorean las paredes de las casas representan escenas cotidianas y tradicionales como carpinteros, un grupo de mujeres cosiendo y otros elementos típicos de la vida en el pueblo.
Al pasear por sus calles también se pueden apreciar referencias a artistas literarios como Machado o Lorca cuyos poemas lucen orgullosos las paredes de las casas y edificios. Pero eso no es todo, antes hemos explicado qué era un trampantojo, y el pueblo entero podría serlo ya que hay más de cien pintados por sus calles. Lo que pueda parecer una puerta, una ventana o un banco, en realidad es un dibujo que te hará dudar de lo que es real y lo que no.
Otros enclaves mágicos de Romangordo
Pasear por sus calles será una experiencia única y para sacarle el máximo partido es recomendable buscar la Oficina de Turismo en la conocida Casa de los Aromas. Allí encontrarás un Centro de interpretación de la Flora y también tendrás a tu disposición una pequeña guía para disfrutar por completo de Romangordo.
Otros de los elementos de interés que puedes descubrir en Romangordo es su iglesia de Santa Catalina. Su historia se remonta al siglo XIV y es conocida por guardar entre sus muros varios elementos de arte mudéjar tradicional de Extremadura. Además, su belleza la convirtió en un Bien de Interés Cultural en el año 2020.
Si eres un amante de la naturaleza este pueblo también es para ti ya que allí podrás realizar numerosas rutas senderistas por un paisaje natural espectacular que serán el cúlmen perfecto para un día paseando entre arte y trampantojos.
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