Menorca Experimental: vive una experiencia única en el corazón de la isla balear

Las suaves olas que acarician la sosegada cala de Llucalari, al sur de la isla, parecen ralentizar el tiempo mostrando el carácter menorquín más profundo. Y es que la segunda de las Baleares sabe cómo conservar su esencia y elevarla al máximo nivel cuando la quietud regresa con baños solitarios y templados con los que disfrutar de todo el esplendor del Mediterráneo. 

Desde la cala escondida, un camino conduce hasta Menorca Experimental, un hotel que no solo luce la esencia isleña, sino que ha conseguido transformar el pasado de un edificio militar abandonado, concretamente el antiguo cuartel de Llucalari, para darle una vida de placer y bienestar.

La finca de 30 hectáreas, que en el siglo XIX también fue la casa palaciega de una familia local, fue abierta como hotel en 2019, y cuenta con 43 habitaciones, pero ninguna tiene televisión. Aquí hemos venido a desconectar y nuestro propósito resulta muy fácil. Las estancias están repartidas entre el edificio central y varias villas -nueve con piscina privada-. En el terreno también hay una piscina infinita desbordándose en el campo y viñedos destinados a elaborar vino ecológico en un futuro. Una apuesta por el agroturismo sin olvidar la sofisticación, que Menorca Experimental lleva a cabo con la mayor naturalidad. 

La entrada al alojamiento se realiza entre vides y olivos que guían hasta una casa alta y rectangular con ventanas verdes. Sobre las nívea fachadas del resto de edificios sobresalen tejas dispuestas a modo de escalera que, además de componer una obra artística, ejercen como canalones para transportan el agua de lluvia hacia aljibes interiores. Accedemos al edificio principal y descubrimos un interiorismo sencillo, en línea con el exterior, y una decoración contemporánea que pone la nota de color y modernidad para romper con los blancos reseñables de Menorca. Destacan piezas de Carlo Amen, también expuestas en una tienda que se extiende por la planta baja.

"Queríamos que Menorca Experimental recrease una casa de vacaciones para artistas, como esas que Picasso, Dalí o Miró tenían en el Mediterráneo" comentan los creadores del hotel. Y lo han logrando, porque cualquiera puede sentirse inspirado aquí.

Esta casa de campo que nunca renuncia al confort, pertenece al pequeño grupo parisino Experimental Group, que ahora se expande internacionalmente (Londres, Nueva York, Venecia, Ibiza) y amplían su propuesta al sector hotelero. Por supuesto, sus comienzos están presentes en las cartas de sus restaurantes –uno junto a la piscina y otro en el edificio principal- donde platos de cocina fusión, combinan a la perfección con originales cócteles de autor.

Como retiro que es, tampoco faltan opciones para mimar cuerpo y mente. En la planta baja hay un spa al servicio de todos los clientes, un gimnasio y salas para masajes y tratamientos faciales.

Por las mañanas también se imparten clases de yoga en una plataforma alejada en la que terminar de despertar con la brisa y el color del Mediterráneo.

Menorca es una de las islas más bellas que tiene España y los expertos de la revista VIAJAR siempre recomiendan ir a conocer sus enclaves más impresionantes. Ahora Club VIAJAR te pone más fácil conocer estos curiosos hoteles donde disfrutar de la mejor de las estancias.