Matosinhos, destino imprescindible del Norte portugués

Esta tierra de horizontes infinitos volcada a las aguas del Atlántico, llena de dinamismo, ocio y cultura, ofrece un mundo de posibilidades a quien la visita. Playas, dunas, naturaleza, gastronomía y patrimonio se alían para ofrecer experiencias únicas

Playa de Matosinhos. Vista de la Terminal de Cruzeros
Playa de Matosinhos. Vista de la Terminal de Cruzeros / CMM

Con el Atlántico como enseña permanente, quien visita Matosinhos no va a dejar de sorprenderse continuamente. Quince kilómetros miden el total de playas de calidad que existen aquí, pero es imposible medir el sinfín de posibilidades que se puede disfrutar en ellas. Con la calidad reconocida por las catorce banderas azules que ondean en los arenales y por el sello internacional Quality Coast Gold Award, toda la franja costera de Matosinhos está servida por una red de pasarelas de protección dunar que permite pasear y recrearse con el paisaje sin perjudicar la naturaleza.

A la belleza de sus playas este municipio suma un patrimonio diverso, gastronomía, ocio, cultura y proyectos innovadores y apasionantes auspiciados por instituciones comprometidas y de espíritu contemporáneo. Matosinhos lo tiene todo para ofrecer experiencias únicas y desear volver.

Pescaderas en el mercado de Matosinhos

Pescaderas en el Mercado de Matosinhos

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Galardón de oro de destino sostenible

Para disfrutar de sus arenas doradas solo hace falta el protector solar. Lo demás ya está: infraestructuras de apoyo y espacios de aparcamiento suficiente. Las condiciones únicas que ofrece Matosinhos lo convierten en un territorio de elección certificado con el galardón de oro de destino sostenible, apreciado por todos los que buscan actividades de ocio y deportes náuticos, especialmente los practicantes de surf, bodyboard, kitesurf, vela o buceo.

Vista aérea de Matosinhos

Vista aérea de Matosinhos

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Entre los mejores destinos del mundo para la iniciación al surf

Las excelentes condiciones de las playas de Matosinhos para la iniciación al surf son unánimemente reconocidas y muchos medios de comunicación y asociaciones internacionales se hacen eco de ello. Incluso reputados periódicos españoles consideran los arenales urbanos matosinhenses como los mejores del mundo mundo para la práctica de la modalidad. Las olas de Matosinhos son un punto de parada obligado para surfistas locales y extranjeros, siendo escenario habitual de competiciones nacionales e internacionales de distintas especialidades.

Matosinhos está considerado uno de los mejores destinos del mundo para la iniciación al surf

Matosinhos está considerado uno de los mejores destinos del mundo para la iniciación al surf

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Capital del jazz

Si el mar por sí solo ya sería un motivo más que suficiente para visitar esta tierra, muchas otras razones hacen de Matosinhos un verdadero tesoro. En esta ciudad se celebra una de las mayores y más antiguas romerías de todo el país, el popular Senhor de Matosinhos, que lleva a las calles a millones de personas. La cultura local está viva, es intensa y variada. La misma tierra donde se hacen “bailaricos” populares es también la capital portuguesa del jazz y el hogar de la prestigiosa Orquestra Jazz de Matosinhos, así como del Quarteto de Cordas de Matosinhos.

 

Piscina das Marés

Piscina das Marés

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La arquitectura de Siza

La belleza de la urbe no se queda solo en los encantos con los que la naturaleza la adornó. Matosinhos es desde hace mucho tiempo la tierra de elección de Álvaro Siza Vieira, el mayor nombre de la arquitectura portuguesa galardonado con el Premio Pritzker, conocido como el Nobel de la Arquitectura.

Aquí se pueden ver trabajos de diversas fases de la carrera del autor, destacando la Piscina de Marés, un lugar mágico diseñado en las rocas donde se puede nadar libremente, también la casa de Chá de Boa Nova, hoy un restaurante premiado en la Guía Michelín con dos estrellas, o la “marginal” de Leça da Palmeira, donde se puede disfrutar de lo mejor que produce esta costa. De Siza habla igualmente la Casa da Arquitetura (con su Centro Português de Arquitetura) y la Casa do Design, a los que se juntan muchos otros museos que narran la historia de este concello.

Casa de Chá da Boa Nova

Casa de Chá da Boa Nova

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Tierra de peregrinos: el Caminho Português y el Caminho da Costa

En legado cultural y patrimonio no se puede hablar de los mismos sin referir el Camino de Santiago. Recorrido por el Caminho Português y por el Caminho da Costa, es un punto de parada obligado para los peregrinos que enfilan sus pasos hacia Compostela. Muchos aprovechan las buenas condiciones que ofrece el verano para hacer el trayecto, de ahí la expresión “Buen Camino” que forma parte de lo cotidiano. Además, en el mar de Matosinhos nació la vieira, símbolo de la ruta jacobea que cada año recorren miles de peregrinos.

Peregrinos haciendo el Camino de Santiago

Peregrinos haciendo el Camino de Santiago

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World’s Best Fish

Hablar de Matosinhos y de su ADN es hacerlo también del World’s Best Fish. El pescado y el marisco más frescos, recién salidos del Atlántico, traídos por los pescadores locales, gente en las que corre el mar por las venas, que transmiten sus saberes de generación en generación. Con aguas muy ricas en nutrientes, la costa de Matosinhos posee una relevante biodiversidad asegurada por la abundancia de algas y sargazo. Lo mismo ocurre con los pescados y mariscos, que presentan sabor y aromas únicos y que no han pasado desapercibidos a destacados chefs de cocina y a los amantes de la buena gastronomía de mar, consolidando la marca MWBF - Matosinhos World’s Best Fish.

La restauración de Matosinhos es famosa por su pescado y marisco

La restauración de Matosinhos es famosa por su pescado y marisco

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Por eso la ciudad es hoy una de las grandes “salas de jantar” del país con más de 450 espacios de restauración y gran concentración de restaurantes y marisquerías en las inmediaciones del puerto y de la lonja. Pero el MWBF tiene otro secreto: la calidad de la materia prima se une al arte del “saber hacer”, posible por la colaboración de viejos pescadores en estos espacios de restauración. En sus terrazas, nada mejor que apreciar el maravilloso sabor de un pescado “acabadinho de grelhar”…

Los restaurantes ofrecen los mejores manjares del atlántico

Los restaurantes ofrecen los mejores manjares del atlántico

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Turismo industrial

No solo la parrilla forma parte de la historia del pescado de Matosinhos. Durante años la industria conservera fue el motor de la economía local. La tradición no se pierde y aún hoy es posible conocer este pasado y sumergirse en el proceso, desde la preparación hasta la degustación. Las conserveras supieron acompañar la evolución de los mercados y produjeron auténticas “delicatessen” en conserva, desde caballa a calamar relleno, sin olvidar las sardinas de la costa, muy procuradas por quienes visitan el territorio.

Además de las industrias conserveras, mayoritariamente de pescado, que se desarrollaron en el siglo XIX con el puerto de pesca de Leixões, muchas otras fábricas se instalaron en esos recién creados emplazamientos. Como curiosidad, la primera unidad que se ubicó en la zona fue la fábrica de conservas de pescado Lopes Coelho e Dias en 1899. Hoy, más de un siglo después, existen en Matosinhos alguna de estas instalaciones fabriles que ahora oferecen visitas al público y que forman parte de la ruta del turismo industrial del municipio.

La historia de Matosinhos está ligada a la industria conservera

La historia de Matosinhos está ligada a la industria conservera

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Persisten también en la ciudad y en el concello vestigios de arqueología industrial que vienen desde la época romana como los tanques de salazón en Angeiras, pasando por diversos edificios, fachadas y chimeneas, máquinas y equipamientos preservados de las numerosas fábricas existentes a lo largo de este tiempo. De este pasado también es testigo el “quarteirão” de la Real Vinícola, donde se sitúa la Casa da Arquitetura, local que acoge la gestión del Centro de Documentação Álvaro Siza (CDAS) y la de los legados de arquitectos de renombre mundial.

Se puede encontrar también el Titán del Puerto de Leixões, que sirvió de palanca para el desarrollo industrial y potenció la instalación de todo tipo de unidades fabriles, convirtiendo Matosinhos en un emblema de producción no solo de conservas de pescado, también de cerveza, formando un círculo que une todas estas instalaciones y unidades del Turismo Industrial.

Oir nuestra historia narrada por la industria presente en el concello es conocer, comprender y valorar nuestra identidad y autenticidad. Y Matosinhos es cien por cien auténtico.

Es esta una geografía con una belleza inigualable que dispone de servicios y opciones únicas. Pero sin duda lo mejor de Matosinhos es su gente. Personas trabajadoras, simpáticas y acogedoras. Que gustan de su tierra y están siempre dispuestas a ayudar a quien la visita, poniendo todo de su parte para que quien venga a Matosinhos se vaya con una experiencia inmejorable.

Muchas formas de llegar y motivos de sobra para visitarla

Llegar es fácil. Conectada por autopistas de calidad desde todos los puntos y latitudes, la ciudad cuenta también con tren, metro y transporte público por carretera. A esto hay que añadir el aeropuerto, situado a pocos kilómetros del centro de Matosinhos y la hermosísima e imponente terminal de cruceros. Muchas formas de llegar y motivos de sobra para visitar.

Venga de donde venga, Matosinhos es un destino obligado.

 

 

 

 

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