La Granada del quejío: una ruta por el Sacromonte gitano

En este barrio desparramado por la colina de Valparaíso, que fue para Lorca pasión e inspiración, pervive la esencia flamenca oculta en cuevas milenarias.

Ruta por el Sacromonte Granada Alhambra desde el Sacromonte

Alhambra desde el Sacromonte.

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Remiten todos sus rincones a los poemas de Lorca porque en ellos encontramos la esencia gitana que no solo le inspiró su romancero universal sino también algunas de sus piezas teatrales más célebres. En el Sacromonte está la Granada del quejío, la de la tierra y la sangre, la de las pasiones. La Granada con duende que se esconde en este barrio desparramado por la colina de Valparaíso. 

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Vista del Sacromonte.

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El Sacromonte es una ciudad dentro de la ciudad, como lo ha sido históricamente con su población, sus costumbres y hasta su lengua particular. Cuentan que aquí se instalaron los sirvientes de aquellas familias de musulmanes que, a principios del siglo XVI, expulsados por los Reyes Católicos, abandonaron Granada con las lágrimas de Boabdil. Aunque también dicen que fueron las tribus gitanas nómadas, procedentes de la Europa más remota, las que habitaron por primera vez estos parajes inhóspitos.

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Casa cueva en el Sacromonte.

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Porque aquí la vida transcurría en las cuevas que, hasta el día de hoy, horadan la ladera del monte. Infinitos agujeros que, en su día, servían de vivienda a los gitanos como bien retrata el poeta en su aclamada obra Bodas de Sangre. Estas cuevas, donde se improvisaba el cante y el baile al compás de la guitarra, son la seña de identidad de este arrabal blanco y retorcido.

Laberinto encalado

¿Pero qué ha quedado de todo aquello? El Sacromonte ha pasado por tiempos mejores y peores a lo largo de su historia. Del apogeo de sus juergas flamencas al asalto de la delincuencia, cuando tanto languideció este rincón que nadie osaba a poner el pie. Así fue hasta mediados del siglo pasado. El tiempo que se tardó en descubrir que su exotismo podía ser un filón para los turistas extranjeros.

Ruta por el Sacromonte Granada Alhambra desde el Sacromonte

Alhambra desde el Sacromonte.

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Hoy este barrio luce tan encalado que su blancura hace daño a la vista bajo el sol despiadado del mediodía. Y muchas de las cuevas, claro, han sido acondicionadas y rematadas por puertas de colores para acoger bares y restaurantes. Pero ojo, que el arte jondo todavía es la banda sonora de estas calles laberínticas. Para confirmarlo están las huellas de apellidos tan significativos como los Maya, los Amaya, los Habichuela, los Cortés o los Carmona.

La calma del día

Nada como recorrer el Sacromonte durante al día, a plena luz, para descubrir una suerte de pueblo fantasma completamente adormecido. Claro que para llegar hay que armarse de energía y, viniendo desde Granada, superar la cuesta del Chapiz para así entrar de lleno en esta maraña de calles salpicadas de pitas y chumberas.

Ruta por el Sacromonte Granada Abadía

Abadía del Sacromonte.

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Pero merece la pena ascender y descender sus cuestas, con las pertinentes paradas en las terrazas para refrescarse con una cerveza y su indisociable tapa. Así, con magníficas vistas a la ciudad, el barrio del Albaicín y la majestuosa Alhambra, se llega a la Abadía del Sacromonte, en la parte más alta del barrio, por encima de los barrancos. Un imponente complejo, al que muchos llaman el Escorial del sur, que asombra tanto por su posición como por las reliquias que atesora en su interior.

Ruta Sacromonte Granada

Abadía del Sacromonte.

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También es buena idea visitar el Museo Cuevas del Sacromonte para descubrir cómo era realmente la vida en este lugar y cómo sus habitantes se las apañaban para vivir y trabajar en unas cavidades subterráneas que, hasta principios de los años 80, no tenían ni luz ni agua corriente. Para ello se recorren 10 cuevas gitanas que recrean las viviendas de entonces y los talleres artesanos.

Y la garra de la noche

Pero al Sacromonte se viene sobre todo para empaparse de duende. Porque muchas de estas grutas son ahora auténticos tablaos flamencos. En ellos se asiste a la zambra, que es el baile típico de este rincón y sobre cuyo origen no hay unanimidad, aunque sí se sabe que estuvo prohibido por la inquisición al considerarse un baile indecente, por lo que se desarrolló en la clandestinidad. Lo que sí está claro es que su presencia es crucial en las bodas gitanas de este barrio.

Ruta Sacromonte Granada flamenco

Espectáculo flamenco.

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Sinónimo de fiesta, jolgorio y celebración, todo el que asiste a una zambra se ve envuelto por la magia de este espectáculo que, a diferencia del que ofrece el tablao, se desarrolla a tan solo unos centímetros de los asistentes, casi rozando al público. Este privilegio sólo ocurre en el Sacromonte. Y aunque hay diversas opciones, aquí recomendamos dos: la Cueva de El Rocío y la Cueva de El Pibe. Es aquí donde palpita la Granada gitana.

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