Los seis miradores desde donde amar Granada

Amar Granada es fácil con solo tomar un poco de altura. La ciudad andaluza está salpicada de evocadores miradores desde donde se aprecia la belleza de la Alhambra, Sierra Nevada y los populares barrios del Albayzín y el Sacromonte.

Mirador de San Nicolás
Mirador de San Nicolás / patriskultura

San Nicolás

El más conocido de todos. Y el más concurrido. Lo merece, porque desde esta explanada situada al lado de la iglesia de San Nicolás en el Albayzín alto las vistas de la Alhambra, el Generalife y Sierra Nevada al fondo son impagables. Para huir de la masificación conviene subir hasta él a primera hora de la mañana. Ver amanecer desde aquí es una experiencia prodigiosa.

Mirador de San Nicolás
Mirador de San Nicolás / patriskultura / ISTOCK

San Cristóbal

Es el segundo mirador más conocido de Granada. Está escorado hacia el norte y desde su plataforma, a los pies de la iglesia de San Cristóbal, también en el Albayzín alto, se divisa una ancha vista de la Vega al fondo. Lo que queda a nuestros pies es la ciudad de Granada, la urbe contemporánea con la gran mole de la Catedral en el centro y la ronda de circulación que frena la expansión de la ciudad hacia la planicie de la comarca de la Vega.

Granada a través de una ventana

Granada a través de una ventana.

/ Marcus Lindstrom / ISTOCK

San Miguel Alto

Una de las más gratas sorpresas que esconde Granada. La ermita de San Miguel Alto domina el cerro del mismo nombre y se accede hasta aquí por el pintoresco barrio del Sacromonte. Desde estas alturas las vistas son inolvidables. A nuestros pies se extiende el barrio más castizo de la ciudad, frente a él el caserío blanco del Albayzín moteado por los cipreses que sobresalen entre los cármenes y hacia nuestra izquierda, salvado el valle del río Darro, la colina roja y la Alhambra.

La silla del Moro

El denominado territorio Alhambra conforma uno de los paisajes culturales más fascinantes del mundo. Sobre el Generalife, la vieja almunia real que servía de escenario de descanso a los sultanes nazaríes, se halla la Silla del Moro, un viejo baluarte conocido en el siglo XIX como el castillo de Santa Elena, recuperado hace unos años y convertido en un mirador prodigioso sobre la ciudad. A nuestros pies la Alhambra y hacia la derecha, el paseo de los Tristes y el barrio del Albayzín.

Vista de la Ermita de San Miguel Alto, Granada, España

Vista de la Ermita de San Miguel Alto, Granada, España.

/ Borisb17 / ISTOCK

Alhambra Palace

Es mucho más que un hotel. Fue el primer referente de la hospedería moderna en Granada y símbolo romántico de un tiempo en que extranjeros procedentes de todo el mundo llegaban hasta aquí buscando el orientalismo alhambreño. En su terraza se divisa el Campo del Príncipe, la gran plaza barroca de la ciudad ubicada en el popular barrio del Realejo. Desde este mirador se divisan también los picos más altos de Sierra Nevada, con la cumbre del Veleta dominándolo todo.

Hotel Alhambra Palace
Hotel Alhambra Palace / www.h-alhambrapalace.es

Hay lugares mágicos en Granada. Uno de ellos, poco conocido además para el gran público, es la fuente del Avellano, un espacio frecuentado desde tiempos de Ángel Ganivet y donde tenían su tertulia artística don Manuel de Falla y el poeta Federico García Lorca. A la fuente del Avellano se accede por un evocador camino que discurre paralelo por el valle de Valparaíso. Una vez en este pequeño brocal de agua fresca la abadía del Sacromonte queda enfrente con unas vistas maravillosas sobre el cerrado valle por donde discurren las aguas del río Darro.

Puente sobre el río Darro en Granada.

Puente sobre el río Darro en Granada.

/ ISTOCK

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