A Coruña para principiantes: 7 rincones poco conocidos que debes visitar
Algunos de estos lugares no están dentro de las rutas turísticas de esta bella ciudad gallega.
Playas urbanas e impresionantes acantilados aparecen ante el viajero que llega hasta A Coruña. Y es que esta ciudad portuaria y su historia está profundamente ligada al mar, desde su fundación en la época romana hasta su evolución como un importante enclave comercial y militar en la Edad Media. Hoy, en cambio, aparece ante nosotros como una ciudad moderna, pero que ha sabido preservar su patrimonio cultural y arquitectónico.
Si estás planeando una visita a la ciudad, hay algunas paradas imprescindibles, como la Torre de Hércules, el faro romano más antiguo en funcionamiento del mundo y declarado Patrimonio de la Humanidad. También debes pasar sí o sí por la Plaza de María Pita, donde se encuentra el Ayuntamiento y numerosas terrazas y bares en los que disfrutar de la gastronomía local o pasear por la Ciudad Vieja, con edificios como la Iglesia de Santiago o el Convento de Santa Bárbara. No podemos olvidarnos tampoco del Paseo Marítimo, uno de los más largos de Europa o de las playas de Riazor y Orzán. Y si quieres llevar los deberes hechos en tu visita a A Coruña, aquí tienes las cosas más importantes que ver en 48 horas, además de 7 rincones poco conocidos que debes visitar y que te vamos a desvelar a continuación.
Iglesia de San Francisco de Asís
Debemos acercarnos hasta el Paseo de los Puentes para descubrir la iglesia de San Francisco de Asís, que antaño se levantaba junto al Convento de San Francisco. Y es que una de las grandes curiosidades de este templo es que fue trasladado piedra a piedra desde la Ciudad Vieja hasta su ubicación actual. Hicieron falta veinte años de trabajo en el desmontaje, traslado y de nuevo construcción del edificio que se dio por terminado en 1985.
En la antigua ubicación de la Ciudad Vieja solo quedan restos de excavaciones arqueológicas y marcas en el suelo de lo que en su día fueron los cimientos. Y el lugar es hoy conocido como jardín de la Maestranza, albergando parte del Museo Militar de la ciudad.
Mercados de A Coruña: Das Conchiñas y San Agustín
Si queremos tomarle el pulso a una ciudad, lo primero que debemos hacer es visitar alguno de sus mercados. Y en el caso de A Coruña, os proponemos dos, el de Das Conchiñas y el de San Agustín. Este último se sitúa en un edificio diseñado por el discípulo de Le Corbusier, Antonio Tenreiro. En su interior, los viajeros podrán encontrar una amplia variedad de productos frescos, desde pescados y mariscos recién traídos del Atlántico (sí, estamos salivando) hasta frutas y verduras cultivadas en los campos gallegos pasando por carne de excepcional calidad.
Cementerio de San Amaro
El cementerio de San Amaro, inaugurado en 1812, es uno de los cementerios más antiguos de Galicia y alberga un conjunto de panteones y mausoleos que reflejan diferentes estilos artísticos, desde el neoclásico hasta el modernista. En su interior reposan muchas figuras ilustres y destacadas de la historia gallega y española, como Emilia Pardo Bazán, el escritor y periodista Wenceslao Fernández Flórez, el actor de algunas películas de Buñuel Fernando Rey o Manuel Murguía, historiador y escritor gallego, esposo de Rosalía de Castro.
Además de su importancia histórica, el cementerio de San Amaro destaca por su privilegiada ubicación junto al mar. Desde varios puntos del camposanto se puede gozar de unas vistas espectaculares del Atlántico desde una perspectiva diferente.
Jardín de San Carlos
Creado en el siglo XVIII como un lugar de esparcimiento para los gobernadores militares, el jardín de San Carlos es uno de los rincones más coquetos de A Coruña. Rodeado por murallas defensivas, este pulmón verde alberga una intensa vegetación, con árboles centenarios y flores de muchos colores; un lugar no tan conocido como otros de la ciudad, pero que, sin duda, debes visitar.
Una curiosidad del jardín de San Carlos es que allí reposa Sir John Moore, un general británico que murió en la Batalla de Elviña durante la Guerra de la Independencia Española. Su tumba, rodeada de cipreses y con una placa conmemorativa, es un punto de interés histórico. Y, si todavía necesitas más argumentos para acercarte a esta joya, debes saber que se pueden disfrutar de impresionantes vistas del puerto y la bahía.
Oza
Oza es una pequeña parroquia marinera de poco más de un kilómetro cuadrado de territorio, pero desde 1912 forma parte del ayuntamiento de A Coruña. En realidad, solo la separan un par de kilómetros de la Ciudad Vieja. Y allí, desafiando vientos y tempestades nos encontramos con el faro homónimo, una construcción del siglo XVI que entró en funcionamiento en 1917.
Saltamos ahora hasta 1963, año en el que el faro dejó de iluminar el litoral a causa de la entrada en funcionamiento de la luz del dique de abrigo Barrie de la Maza. El edificio quedó abandonado y en un estado ruinoso hasta que en 2018 se volvió a abrir tras pasar por un proceso de reforma para poder ser usado por ciudadanos, colectivos y entidades.
Metrosidero centenario
En A Coruña hay un árbol que forma parte de la identidad de la ciudad. Se trata del metrosidero centenario o árbol del hierro que se encuentra en la Comisaría de la Policía Local. Una estampa tan única como peculiar, pues el árbol lleva ahí desde que la comisaría era una fábrica de jabones o, años más tarde, un hospital para tratar enfermedades contagiosas.
Hay varias teorías con respecto a este árbol, pero la que cobra más peso es la que habla del viaje del HMS Endeavour en 1768 a cargo del capitán James Cook, que llevaba en su tripulación a dos botánicos que tomaron muestras de diversas especies en su viaje a Nueva Zelanda. Parece que camino de vuelta a Londres, Cook decidió hacer una parada técnica en A Coruña, dejando en la ciudad algún regalito traído de tierras lejanas.
Playa Santa Cristina (Oleiros)
Y el último de los 7 rincones poco conocidos que debes visitar no está propiamente en A Coruña, pero nos hemos permitido esta licencia, ya que muchos coruñeses se decantan por la playa de Santa Cristina cuando se trata de poner los pies a remojo. Playas en la ciudad no faltan, pero la de Oleiros destaca por sus 1.800 metros de longitud y fina arena.
A 8 kilómetros de A Coruña descubrimos esta maravilla, que si bien es cierto que no admite perros (aquí tienes playas cercanas que sí los admiten), cuenta con Bandera Azul, servicio de socorrismo, silla anfibia, señalización del estado del mar, parking, duchas y tanto accesos para personas movilidad reducida como baños adaptados.
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