Stramberk, el pueblo del horizonte de colores

Esta preciosa ciudad de República Checa está vigilada por un imponente y antiguo torreón que protagoniza las visitas del lugar.

Stramberk, República Checa

Ciudad medieval de Stramberk y Torre de Truba

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Esta preciosa y espectacular ciudad se encuentra a menos de 40 kilómetros de Ostrava, en la República Checa y es un auténtico placer para la vista. Las grandes y extensas colinas verdes, sus edificios y casas de madera acompañadas de una gran tradición popular y una gastronomía excepcional hacen de Stramberk una ciudad única en el mundo. Sus pintorescas calles cuyas construcciones datan del siglo XVIII y XIX desembocan en la plaza principal acoge a la renovada fábrica de cerveza en la que se fabrica de forma casera la famosa cerveza de la zona hecha con levadura Trubac y donde se puede vivir la experiencia única de bañarse en esta bebida de trigo.

Stramberk

Vista aérea de Stramberk, en la República Checa

/ Tatiana Zayats | Istock

El protagonista indudable de esta increíble ciudad checa es su torreón gótico denominado Trúba, que se levanta sobre las altas colinas de Stramberk aproximadamente desde el siglo XV. Este emplazamiento mágico conformado por antiguas casas y una pequeña muralla se ha convertido en el lugar más visitado de la zona donde las historias y mitos de la ciudad atraen a miles de viajeros que desean conocer sus leyendas como la que habla de un niño neandertal y otra sobre los tártaros y sus orejas. Esta torre de 40 metros de altura y 10 metros de ancho está culminada con un techo cónico y formaba parte del castillo de los Caballeros Templarios del rey Juan de Luxemburgo y el rey Carlos IV. 

Torre de Stramberk

Torre Trúba de Stramberk

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La ciudad fundada por Jan Jindřich y su familia terminó por abandonar el castillo y en el siglo XVI fue destruido dejando como única superviviente a la torre que hoy en día vigila las calles de Stramberk. Otra de las leyendas del lugar cuenta que la ubicación inicial de la fortaleza iba a ser en otra colina pero que fue imposible debido a que estaba habitada por elfos que destruían las construcciones. Pero Trúba no es la única maravilla de la ciudad, el centro histórico también es una auténtica maravilla que nadie quiere perderse. Todas sus empinadas y empedradas calles se dirigen a la plaza central en la que se puede disfrutar de las maravillas de su Iglesia de Juan Nepomuceno. 

Stramberk calles

Calles y casas de madera de Stramberk

/ sitriel | Istock

Cueva de Sipka

Nadie puede marcharse de Stramberk sin visitar la cueva de Sipka, donde en 1880, se produjo un importante hallazgo arqueológico en el que se desenterró la mandíbula de un niño neandertal de 40.000 años de antigüedad que origina todas las historias y leyendas de la ciudad. Este descubrimiento fue muy importante ya que hasta el momento se desconocía la existencia de neandertales en esta parte de Europa. 

Orejas de Stramberk

La visita a Stramberk no puede terminar hasta que no pruebes las gominolas más famosas y particulares de la zona. Se trata de un pan dulce hecho de masa de miel con especias y jengibre que se crea en forma de orejas retorcidas. Su receta es secreta y lleva siglos entre los vecinos de la ciudad ya que se creó para celebrar la victoria de los cristianos sobre el Ejército Tártaro. Según cuenta la historia de Stramberk, los tártaros cortaban las orejas a sus víctimas para comérselas y durante la guerra los habitantes de esta ciudad de la República Checa ahogaron a los invasoras junto a sus sacos llenos de orejas y lo celebraron creando estos dulces que, pese a su extraña historia, son un auténtico gusto para el paladar. 

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