Un paseo por Zaandam, la ciudad de Lego en la vida real

Igual que un niño construye su Lego, colocando unas piezas sobre otras de vivos colores y creando obras de unas formas geométricas perfectas, parece que se ideó la ciudad de Zaandam. A tan solo media hora de Ámsterdam, el espectáculo arquitectónico de la ciudad aparece como si de una fantasía se tratase. Pero nada más lejos de la realidad.

Aunque el municipio estuvo aislado hasta 1974 y estaba bajo el manto implacable de la ciudad próxima de Zaanstad y sus famosos molinos de viento -en el barrio Zaanse Chans-, pronto ganó el protagonismo que merece. Como toda ciudad holandesa que se precie, cuenta con un canal que atraviesa su calle principal, Gedempte Gracht, por donde se reparten los comercios y varios puentes para conectar sendos márgenes.

Su edificio más peculiar

El edificio más llamativo que hace que tengas la sensación de estar paseando por la ciudad oficial de Lego es el Zaandam Inntel Hotel. Se trata de una gigantesca construcción conformada de múltiples casas tradicionales de distintas formas y colores pero del mismo estilo holandés. Está compuesto por 68 casas apiladas como piezas de Lego, mezclando la personalidad del lugar y el entorno y creando un reclamo sin precedentes.

El hotel original es del año 1986 y se demolió para la gran remodelación que sufrió el barrio en 2003 bajo el programa Iverdan. Con este proyecto pretendían crear un espacio moderno, metropolitano, con un mejorado transporte público, oficinas, edificios públicos, residencias y un impresionante hotel en el que se invirtió 15 millones de euros.  

Ahora cuenta con doce plantas en las que hay 160 habitaciones, un centro de bienestar, piscina, gimnasio, sala de conferencias y bar-restaurante. El objetivo del excéntrico edificio era preservar la tradición de Zaandam en una sola construcción. Su exterior es de madera, sustentado en muros y columnas de hormigón armado. Lo más particular es que se erigió sobre un viaducto por donde no dejaban de pasar los vehículos.

'La Casa Azul'

Todo el edificio es de tonos verdes a excepción de la casa que lo corona en una esquina, que es de color azul. Esta es un homenaje al paso de Monet por la región hacia 1871, cuando creó su famosa obra 'La Casa Azul'. Un toque personal más a un edificio tan moderno que da forma a una ciudad entera y se convierte en un ejemplo a seguir para toda ella.

Más allá del Inntel Hotel, pasear por Zaandam es una experiencia que se asemeja a la de un juego. Sus casas están repletas de formas geométricas y colores que a veces se camuflan con los verdes campos, en primavera cubiertos de flores. La perfección genera incluso placer visual al que cualquier persona es susceptible de sucumbir.