Visitamos el mayor museo de molinos de España

Este 2023 cumple sus bodas de plata el Museo de los Molinos de Mazonovo, un lugar mágico ubicado a tres minutos de Taramundi, uno de los municipios estrella de la comarca asturiana Oscos-Eo

Museo de los Molinos de Mazonovo

Museo de los Molinos de Mazonovo. 

/ Cristina Candel

Viajamos a lacomarca Oscos-Eo, una de las siete Reservas de la Biosfera con las que cuenta Asturias, en su parte occidental. Eso significa que estamos en tierra de naturaleza desbordante, de paisajes verdes, ríos caudalosos y casitas de piedra, madera y pizarra. Un cuento. Nos dirigimos a Taramundi, uno de los siete municipios que forman la comarca, para desde este lugar, pionero en el turismo rural en España y tierra de ferreiros, llegar al Museo de los Molinos de Mazonovo, unos tres minutos en coche al sur del municipio.

El Museo de los Molinos de Mazonovo se encuentra en uno de los parajes más bellos de la zona, a orillas de los ríos Turía y Cabreira. En él nos recibe Carlos López-Cancelos. “Siempre hay algo que hacer aquí”, nos cuenta Carlos, cuarta generación de una saga de molineros que empezó su bisabuelo, “que tenía un molino pequeño de maquila en las afueras de Mazonovo. Luego mi abuelo [Manuel López-Cancelos], que emigró a Argentina y que era también albañil y carpintero, lo reparó a su vuelta y lo amplió y montó la primera central eléctrica que dio luz a Taramundi en 1930”. El empeño de esta familia por conservarlo y añadirle réplicas de molinos de otras épocas y culturas les ha llevado a crear el mayor museo de molinos de España, en el que aprender todo sobre su funcionamiento, sus piezas y su historia.

Museo de los Molinos Mazonovo Asturias

El bello paraje del Museo de los Molinos de Mazonovo.

/ Cristina Candel

Fue el 1 de julio de 1998 cuando abrió sus puertas este complejo ya transformado en museo. Hasta principios de los 90, los molinos siguieron en marcha y poco antes, hasta 1982, la central eléctrica de la que nos habla Carlos siguió suministrando energía a Taramundi y los pueblos de alrededor.

Carlos López-Cancelos molinero del Museo de los Molinos de Mazonovo Asturias

Carlos López-Cancelos.

/ Cristina Candel

Una vez ya abierto como museo, los nietos de Manuel López-Cancelos fueron construyendo nuevos molinos para su colección: uno de tipo asiático, uno brasileño, otro de mazos… y hasta recuperaron el primitivo molino de su abuelo. En total, son 19 los molinos con los que cuenta el museo: ocho de sangre (los que se movían por tracción animal), seis hidráulicos, tres para niños y dos especiales a tamaño natural. El complejo fue también mejorado: se remodeló el canal de abastecimiento de agua, los miradores…

Y más:

Museo de los Molinos de Mazonovo Asturias

Molinos manuales. 

/ Cristina Candel

La visita

Son tres los edificios que se visitan en este museo, todos ellos una buena muestra del tipo de construcción típica de esta comarca: casas tradicionales, de piedra, pizarra y madera. En el primer edificio, los visitantes asisten a la proyección de un vídeo de seis minutos donde se explica la creación de este museo y la evolución de los molinos (cómo se pasó de la fuerza manual a la hidráulica). Finalizado el vídeo, llega el primer momento mágico de la visita: desde esa misma habitación se abre automáticamente una puerta que te conduce a un pasadizo subterráneo construido en mampostería de piedra. Lo cruzamos en semioscuridad y llegamos al segundo edificio, llegamos a los molinos.

Museo de los Molinos de Mazonovo Asturias

Una de las salas del museo.

/ Cristina Candel

Molinos manuales (unos específicos para niños con las piedras más pequeñas) y tres hidráulicos sirven para explicar en este segundo edificio cómo han evolucionado este tipo de construcciones a lo largo del tiempo. ¿Lo mejor? Poder utilizarlos con tus propias manos, ya que en el Museo de los Molinos de Mazonovo se puede interactuar con todas las máquinas.

Museo de los Molinos de Mazonovo Asturias

Cascadas desde la ventana.

/ Cristina Candel

Para llegar al tercer edificio toca salir al exterior, el segundo momento mágico de la visita, cuando a través del curso del canal de abastecimiento se van conociendo los molinos asiático (cuyo mazo se acciona pisando con el pie una palanca) y brasileño (este ya no se mueve con el pie, sino con la fuerza del agua una vez que desborda un cuenco situado en un extremo) y se llega a dos miradores situados en la toma de agua al canal. Desde ellos se admira una impresionante cascada que se creó para desviar el curso del río y poder abastecer de agua al conjunto. Fotografía obligada bajo su manto de agua.

Museo de los Molinos de Mazonovo

La famosa cascada del museo.

/ Cristina Candel

Es en este paseo donde Carlos nos cuenta la interesante historia del desove de las truchas que se produce en este canal de abastecimiento. Para permitir que las truchas pudieran depositar sus huevas, se cubrió el suelo del canal con tierra arcillosa y guijarros para recuperarlo como frezadero natural, así que en época de puesta de huevas (entre marzo y abril) es habitual verlas en el canal desovando y con suerte, unos meses después nacerán los alevines.

Museo de los Molinos de Mazonovo Asturias

Museo de los Molinos de Mazonovo. 

/ Cristina Candel

El siguiente lugar de fotografía obligada es el acueducto de mampostería de piedra que cruza el río y que traslada al visitante al tercer edificio del museo. Es el momento de ver la turbina que transforma la energía del agua en mecánica, el eje a través del cual le transmite la energía al molino moderno, la minicentral eléctrica del museo…

Museo de los Molinos de Asturias

Rueda de molino.

/ Cristina Candel

Se podría decir que tras este recorrido uno sale medio diplomado molinero. Se entiende la importancia del rayado de las piedras del molino, por qué la piedra francesa de la Ferté es la más valiosa y cómo llegó a Mazonovo, por qué los molinos de rueda vertical tienen más rendimiento, en qué época surgieron los molinos hidráulicos… Pero los que verdaderamente son examinados son los más pequeños, a los que se pide hacer un miniexamen para conseguir el diploma de molinero en Mazonovo. “Les hacemos a los niños un examen, adaptado según la edad, y luego les damos el diploma de molinero y un sobrecito para que se lleven la harina que han hecho a casa”, nos explica Carlos.

Museo de los Molinos de Mazonovo Asturias

Antigua máquina de vapor. 

/ Cristina Candel

Cómo llegar y horarios

El Museo de Molinos de Mazonovo, al que se llega en unos tres minutos en coche desde Taramundi por la Carretera a Mazonovo, está abierto los fines de semana y festivos del 1 de marzo al 12 de diciembre de 10:30 a 13:30 y de 14:30 a 17:00 (media hora más por la tarde en octubre y de abril a junio). En temporada alta (del 1 de julio a finales de septiembre) abren todos los días hasta las 19:00. “Cerramos dos meses”, nos explica Carlos sobre los meses de invierno, “pero para seguir trabajando, para hacer reformas que se necesiten”. Tienen mucho trabajo, pero no paran, ya tienen pensados sus próximos pasos, “siempre hay algo que hacer. Poco a poco vamos mejorando cosas”.

Museo de los Molinos de Mazonovo Asturias

Entorno del museo.

/ Cristina Candel

Por cierto, el Museo de los Molinos de Mazonovo, junto al Conjunto Etnográfico de Teixois, forma parte de la llamada Ruta del Agua, una de esas rutas mágicas de la zona.

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