Un paseo por Namur, la espectacular capital de Valonia

La capital de la región de Valonia, Namur, en Bélgica, es una encantadora ciudad medieval con un sinfín de encantos y visitas emocionantes para aquellos aventureros que decidan visitar sus preciosas calles. Namur, que se encuentra en la confluencia de los ríos Sambre y Meuse, es un gran lugar para explorar, dar un paseo, relajarse o vivir aventuras con familia y amigos. Namur cuenta con un ambiente universitario agradable y encantador, además, sus calles rebosan alegría y es perfecta como base para explorar Valonia o viajar por Bélgica. Además, Namur sirve como un excelente punto de entrada a los frondosos bosques y llanuras onduladas de las Ardenas. 

Las empedradas plazas y vías del centro histórico cuentan con numerosos restaurantes y comercios en los que disfrutar de la gastronomía local y comprar algún recuerdo para no olvidar jamás este impresionante entorno. Hay que tomarse tiempo para explorar Namur sin perderse nada. Debes disfrutar de la diversidad de su historia, del encanto de sus calles, terrazas y restaurantes. La capital valona tiene un sinfín de paisajes que ofrecer, desde lo alto de la Ciudadela hasta las orillas del Sambre.

Protagonizada por una ciudadela en lo alto de una colina que domina la ciudad, esta zona de Valonia es sin duda una parada obligatoria en tu visita al país conocido por su excelente chocolate. La ciudadela que un día sirvió como medio de protección para sus habitantes a lo largo de su turbulento pasado, hoy en día es un monumento popular para visitas guiadas, eventos y paseos a través de un entorno verde que ofrece impresionantes vistas de la ciudad.

Esta fortaleza, cuyo pasado se remonta a la era romana, es un recordatorio de la antigua destreza militar de Valonia. Los visitantes pueden explorar sus túneles subterráneos, maravillarse con los muros fortificados y disfrutar de los eventos culturales que se llevan a cabo allí y observar una vista aérea del lugar desde su famoso teleférico. 

A día de hoy aún se pueden ver la muralla y las puertas de acceso de esta inmensa fortaleza, que data del siglo XVII y fue construida principalmente con fines defensivos. Pero la ciudadela no es la única belleza monumental de Namur, no puedes perderte la Iglesia de Saint-Loup y la Torre de Saint-Jacques, declarada Patrimonio de la Humanidad desde el año 1999. Otra parada obligatoria es el Palacio de Congresos y el Museo Félicien Rops dedicado al artista belga Félicien Rops y ubicado en una casa histórica en el centro de la ciudad.