Gunma, el Japón más salvaje y natural

Aguas termales de Gunma, Japón

Aguas termales de Gunma, Japón

/ kitchakron / Agencia Istock

Si tenemos entre nuestros planes hacer un viaje a Japón, lo más probable es que pensemos rápidamente en ciudades como Tokio o Kioto. Sin embargo, el país nipón tiene infinidad de sitios por descubrir, algunos no tan conocidos y por tanto, menos masificados. Por ello, hoy os descubrimos la región de Gunma, una especie de parque de juegos natural en el que tiene cabida todo el mundo. Si lo que buscas es algo de aventura, puedes practicar senderismo, esquí e incluso deportes acuáticos. Si por contra prefieres algo de relax, te puedes bañar en sus aguas termales, unas de las más veneradas de todo el país, u optar por disfrutar de la gastronomía local mientras compras unos ropajes de seda de primerísima calidad o unas muñecas daruma.

La zona de Gunma se encuentra en el centro de Japón, en una zona rodeada de montañas y volcanes que crean un paisaje inigualable. Hasta ella podemos llegar en un tren bala desde Tokio en apenas 50 minutos, o bien con líneas de tren locales más económicas, aunque en este caso el viaje ascendería a dos horas.

Cuatro zonas diferentes, una para cada tipo de turista

Kusatsu Onsen

En primer lugar tenemos la localidad de Kusatsu Onsen, ubicada en las tierras altas de la zona oeste. Las aguas termales se encuentran en el centro de la ciudad y se caracterizan por su elevado nivel de acidez y su capacidad para eliminar bacterias. Por este motivo, se suele decir que tienen propiedades curativas.

Aguas termales en el centro de Kusatsu

Aguas termales en el centro de Kusatsu

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En esta zona podemos disfrutar también de la naturaleza en el monte Kusatsu-Shirane, un volcán activo famoso por los cráteres que tiene en su cima. El de Yugama es el más famoso por albergar un lago de color turquesa, considerado el más ácido de Japón. Se recomienda subir a su cima en los meses más calurosos, aunque en invierno también se hacen rutas guiadas con raquetas de nieve para disfrutar de los Alpes Japoneses. Por otra parte está el monte Asama, un volcán activo y desarbolado de forma cónica que se caracteriza por sus curiosas formaciones rocosas, formadas en 1783, durante su última gran erupción.

Lago en el cráter de Yugama

Lago en el cráter de Yugama

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Kusatsu cuenta también con senderos panorámicos, un festival de música y una carrera ciclista conocida como el Tour de Kusatsu. En invierno se ofrece la oportunidad de practicar deportes de nieve como el esquí o el snowboard, e incluso el heliesquí, un deporte igual al esquí pero con la particularidad de que empiezas lanzándote desde un helicóptero. Al terminar podemos disfrutar de platos locales como panecillos al vapor, huevos cocidos en aguas termales o tortas de arroz.

Takasaki

En segundo lugar tenemos la ciudad de Takasaki, la mayor productora de muñecas daruma de papel maché pintadas en rojo. Lo que manda la tradición es que hay que comprar una de estas muñecas para pintarle el ojo izquierdo y justo después pedir un deseo. Si este se cumple con el tiempo, deberemos pintar el ojo derecho de inmediato. Aquí también encontraremos el templo Shorinzan Darumaji, un templo dedicado a estas figuras.

Muñeca daruma

Muñeca daruma

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En este espacio se rinde culto a Byakue Kannon, la diosa de la misericordia de Japón. Tal es su devoción que en lo alto de una colina, se alza una estatua de esta diosa de 42 metros de altura. Cerca de este punto se encuentra el santuario de Haruma, un lugar que cuenta con una energía especial a nivel espiritual. A tan solo 10 minutos en coche de este punto hay un inmenso lago con vista al monte Haruna, un gran volcán inactivo.

Vistas desde el lago del Monte Haruma

Vistas desde el lago del Monte Haruma

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En el lado oriental de este monte, encontramos el santuario Ikaho. Para llegar hasta él, hemos de subir 360 escalones hasta la cima del monte, donde nos podremos refrescar los pies, probar la comida típica en alguno de sus restaurantes y disfrutar de las maravillosas vistas que ofrece. Se dice que sus aguas termales son capaces de curar 40.000 dolencias. En esta zona también encontraremos el Sekizenkan Ryokan, el hotel de estilo japonés con aguas termales más antiguo del país.

Minakami

En tercer lugar encontramos Minakami, una zona montañosa en el norte de Gunma, cuyo principal atractivo es la versatilidad de su terreno para practicar deportes. Sus ríos permiten la práctica de puenting, kayak, piragüismo o rafting, mientras que el invierno permite practicar deportes de nieve gracias a sus numerosas estaciones de esquí. En esta zona también encontramos el teleférico de Tanigawa, que va desde los pies del monte homónimo hasta las pistas de esquí de Tenjindaira. Su trayecto dura 15 minutos y en días despejados ofrece unas impresionantes vistas de las montañas.

Teleférico de Tanigawa

Teleférico de Tanigawa

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Si por contra preferimos una experiencia cultural, la mejor opción es visitar el pueblo de montaña Takumi no Sato. Aquí podremos acudir a un taller de arte y artesanía japoneses para hacer artículos de caña, bambú o arcilla. El parque de lavanda de Tambara también es de visita obligada. En los meses de julio y agosto, se pueden contemplar los más de 50.000 arbustos de lavanda en plena floración, que tiñen de morado todos los campos.

Maebashi y Akagi

Por último, están las ciudades de Maebashi y Akagi, con grandes zonas verdes y el segundo río más largo de Japón. Uno de sus mayores atractivos es el parque de Shikishima, con 7000 rosas de 600 variedades diferentes. Cerca de esta zona podemos degustar algún dulce en alguna de sus cafeterías contemporáneas, pasear por sus pinares o disfrutar de los colores y olores de su jardín botánico. Pasear por la orilla del río Hirose, nos permitirá descubrir diversas personalidades del mundo de la literatura en forma de estatuas.

Cascada de Fudo

Cascada de Fudo

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Si la muñeca daruma ha llamado tu atención, no puedes perderte el Festival del Primer Mercado que se celebra cada año. Los encontrarás de todas las formas, colores, tamaños y diseños. Pero si nos alejamos de la ciudad y paseamos por el monte, la visita a la cascada de Fudo no puede faltar. Con sus 32 metros de altura y rodeada de vegetación, nos permitirá captar una fotografía preciosa. Al estar en la zona con más vegetación de las cuatro, no podía faltar tampoco el Festival de los Cerezos en Flor, que se celebra cada primavera a lo largo de dos kilómetros y permite contemplar este magnífico acontecimiento natural.

Un paisaje diferente en cada época del año

En función de la época en que visitemos la zona de Gunma, esta nos ofrecerá paisajes y actividades totalmente diferentes. Si acudimos en primavera, nos deleitará con paisajes rosas y blancos gracias a la floración de sus cerezos. Al pie del monte Myogi, en el parque Sakura no Sato, se concentran más de 5.000 cerezos. Si nuestra opción favorita para viajar es el verano, podremos refrescarnos en los cañones de Minakami o practicar deportes como el rafting o el kayak. Durante estos meses se celebra también el festival de fuegos artificiales de Numata o el Festival de Kiryu Yagibushi, con los bailes folclóricos como gran protagonista.

Paisaje otoñal japonés

Paisaje otoñal japonés

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En otoño sus paisajes se tiñen de tonos rojos y amarillos en todo el territorio. En esta época tienen lugar eventos como la boda de zorros de Minowa o el festival de fuegos artificiales de Isesaki. Si por contra preferimos el invierno, sus estaciones de esquí nos tendrán preparadas decenas de pistas por las que deslizarnos. Y por supuesto no puede faltar un baño en sus aguas termales.

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