Olvídate de Francia, el auténtico pueblo de cuento se llama Český Krumlov

Este pueblo medieval es uno de los favoritos por los viajeros y una parada obligatoria si visitas la República Checa.

Český Krumlov
Český Krumlov / rusm / Agencia Istock

Český Krumlov es un pueblo medieval en la zona sur de la República Checa, a unos 200 kilómetros de Praga. Su arquitectura, su castillo, sus calles empedradas y pintorescas plazas, fueron suficientes para que la UNESCO declarase todo el municipio Patrimonio de la Humanidad. El río Moldava serpentea por el centro de la ciudad, lo que le da un toque natural al pueblo, creando rincones hermosos y tranquilos. Pasear por sus calles y visitar su castillo te hará sentir como en un cuento de hadas, porque no son pocos los encantos que Český Krumlov tiene que ofrecer.

Vistas a Český Krumlov

Vistas de Český Krumlov

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El principal atractivo es el castillo, que se alza en la cima de una colina. Es uno de los más grandes de Europa Central y su historia se remonta al Siglo XIII. Todo el complejo palaciego incluye, además del propio palacio, jardines, una torre de vigilancia y un teatro barroco. Además, alberga varios museos donde se exhiben diversas obras de arte y objetos históricos de la región. Otro punto fuerte son las vistas panorámicas, con el pueblo bajo el castillo.

Castillo de Český Krumlov

Castillo de Český Krumlov

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Justo a los pies del mismo, encontramos el barrio de Latrán, una de las partes más históricas del centro de la ciudad. Este barrio se caracteriza por sus estrechas calles, sus casas históricas y su encanto medieval. Pasear por esta zona es casi como viajar en el tiempo. Sus casas de colores vivos, con arcadas y frescos, dotan al barrio de un ambiente especial. Una de sus atracciones principales es la Iglesia de San Vito, de estilo gótico y con una torre que sobresale por encima del resto de la ciudad.

Torre de la iglesia de San Vito de Český Krumlov

Torre de la iglesia de San Vito de Český Krumlov

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Dentro de este barrio también encontramos la plaza del ayuntamiento, cuyo edificio data del Siglo XVI. Justo enfrente se encuentra la Columna de la Peste, una fuente de 1715 que se construyó como homenaje para los que evitaron que la mencionada enfermedad se extendiera por la zona como una epidemia. Y desde esta plaza podemos pasear por la calle Horni, una de las más icónicas de la ciudad. Está llena de restaurante con comida local y negocios artesanales, por lo que es el lugar perfecto para comer y hacerte con algún souvenir.

Columna de la Peste en la Plaza del Ayuntamiento de Český Krumlov

Columna de la Peste en la Plaza del Ayuntamiento de Český Krumlov

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Y si algo caracteriza a Český Krumlov es que está llena de artistas callejeros que trabajan con marionetas. Es habitual ver por las calles a titiriteros representando alguna pequeña función. Tal es el arraigo marionetista que hay en el pueblo, que incluso cuentan con un museo dedicado a estas figuras, donde podrás ver cientos de ellas, de todos los modelos y formas.

Pero si eres un poco atrevido y quieres tener una perspectiva diferente del pueblo, te recomendamos que des un paseo en kayak por el río Moldava. Los kayaks parten de la zona sur, y con ellos irás río abajo, serpenteando por las calles de la ciudad, y contemplando los encantos del pueblo desde varios puntos de vista únicos.

Vista panorámica de Český Krumlov y el río Moldava

Vista panorámica de Český Krumlov y el río Moldava 

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En resumen, Český Krumlov es una joya escondida en la región de Bohemia del Sur de la República Checa. Un pequeño pueblo de cuento con unos paisajes y atracciones alucinantes. Es un destino que hace viajar en el tiempo a todos sus visitantes, ofreciendo una experiencia diferente. Un lugar único que merece ser explorado.

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