La escapada definitiva: Zakopane, un pueblo de cuento
A tan solo dos horas de la ciudad medieval por excelencia de Cracovia, descubrimos este pequeño pueblo sumergido en las montañas del sur de Polonia llamado Zakopane. Su belleza se palpa por dos motivos, uno es el estar situada a los pies de los grandiosos Montes Tatras, haciendo frontera con Eslovaquia, y otro es el estilo artístico tan peculiar que baña las casas e iglesias, inspirado en la arquitectura vernácula típica de los Cárpatos. Una expresión la cual hace alusión al tradicional arte de la región montañosa de Polonia conocida como Pdhale.
Perderse y dejarse encontrar en este pequeño rincón de Polonia, resulta un plan imprescindible para apreciar los territorios polacos en todas sus versiones. Este pueblo, el cual está muy bien comunicado desde las grandes ciudades polacas (Cracovia y Varsovia), es uno de los destinos favoritos para los amantes de la montaña y de la aventura. Una escapada que resulta perfecta en cualquier estación del año.
Un paisaje de ensueño, los Montes Tatras
Lagos, cumbres, bosques repletos de pinos y abetos y hasta osos, es lo que nos podemos encontrar si nos dejamos llevar por este paisaje con una paleta de colores de lo más atractiva. Conocida como la capital de invierno de Polonia por la cantidad de nieve que arropa sus montañas en los meses de más frío, este pequeño tesoro polaco cuenta con la pista más famosa de competición de saltos de esquí de Europa (Wielka Krokiew-Ski Jumping Hill).
Sus montañas prometen silencio, alejadas del bullicioso turismo que azota en las grandes ciudades polacas. La espina dorsal de los montes Tatras se alza impecable sobre estas tierras, conformando un parque natural llamado “Parque Nacional Tatra”, el cual ofrece todo tipo de excursiones:
La ruta al lago de Morskie Oko
Para llegar a este lago, considerado uno de los más bonitos de Europa, conocido como el “ojo del mar” por sus tonos turquesas y esmeraldas, podremos hacerlo a través de una ruta de fácil acceso, la cual tiene una extensión de tan solo 8 kilómetros de ida y vuelta. Es una de las rutas más populares y famosas de la zona, ya que es asequible para todo tipo de público al discurrir por un terreno cómodo y tener una buena señalización. A través de una excursión cargada de naturaleza, bosques frondosos, riachuelos y cascadas, nos iremos aproximando al Morskie Oko, un lago posglacial que corona el valle de Rybi Potok y se encuentra a una altura de 1393 metros sobre el nivel del mar. Todo este paisaje se convierte en mágico al contemplarlo rodeado de enormes picos que llegan a alcanzar los 2000 metros de altura y un pequeño refugio de montaña que da la opción de comer y dormir allí.
El valle de los cinco lagos
Además de este lago de ensueño, existen otros más a través de los cuales se puede acceder desde el Morskie Oko, solo apto para los más aventureros. Hablamos de la ruta de los cinco lagos (originariamente son seis, si contamos con uno que aparece y desaparece dependiendo de las lluvias y sequías), un camino conformado por una orografía épica, localizado por debajo del valle del Roztoka y delimitado por las escarpadas cumbres de Orla Perc en el norte, y los derrubios del monte Miedziane por el sur. Una ruta llena de pinos y coníferas que salpican el asombroso y variado paisaje que iremos descubriendo a medida que coronamos todos los lagos, los cuales conforman una reserva natural única:
- Lago grande (Wielki Staw)
- Lago de enfrente (Przedni Staw)
- Lago pequeño (Maly Staw)
- Lago negro (Czarny Staw)
- Lago trasero (Zadni Staw)
- Lago helado (Zmerzly Staw)
Zakopane, un pueblo exquisito
Esta pequeña villa polaca llama inmediatamente la atención al parecer, literalmente, sacada de un cuento. Sus iglesias de piedra, sus pequeñas casas de madera, el riachuelo que discurre por el entramado de sus calles, el cementerio de película que se encuentra a sus afueras llamado Peksowy Brzyzek y la majestuosidad de la naturaleza de su entorno, convierten a este pequeño rincón polaco en un destino adictivo que irradia calidez y encanto a raudales.
En él podremos probar uno de los platos más típicos polacos al más puro estilo “old-vintage”. Nos referimos a los Oscypek, un queso ahumado hecho con leche de oveja originario de la zona de Polonia, con mermelada o bacon por encima y el cual venden en carritos tradicionales por las calles. Además podremos visitar la auténtica fábrica de estos quesos tan populares por ser originarios de las montañas polacas.
Un aqua park al aire libre
Si eres de emociones fuertes, Zakopane es un destino imprescindible, ya que además de contar con un teleférico que te llevará a lo más alto del pueblo, numerosas rutas de vértigo y una de las pistas de salto de ski más importantes, cuenta con un parque de atracciones acuático que tanto en verano como en invierno tiene partes al aire libre dónde poder bañarse tras tirarnos por uno de sus toboganes y estar a la vez en una temperatura exterior de -5º grados y del agua de 25º, un auténtico contraste de lo más divertido.
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