10 cosas que debes saber para no pecar de turista primerizo en Londres

Londres es una de esas ciudades a las que no basta con ir solamente una vez en la vida. Esta metrópoli tiene cosas nuevas que ofrecer tanto al viajero que llega a ella cada año con ganas de descubrir las novedades, como a los casi 9 millones de habitantes que residen en una de las ciudades más grandes de Europa y que cambia y se renueve a cada minuto que pasa.

La capital de Reino Unido es cara; de hecho, se encuentra en la lista de las ciudades más costosas del mundo tanto para vivir como para disfrutar. Por ello, se hace fundamental tener en cuenta algunos tips que permitan al viajero poder ahorrarse unas cuantas libras. Además, desde Revista VIAJAR os vamos a ofrecer 10 consejos imprescindibles para no pecar de turista primerizo y que tu primera vez en esta ciudad tan mágica se convierta en una experiencia inolvidable.

Londres cuenta con una excelente red de transportes. Sus autobuses rojos de dos pisos van indefectiblemente unidos a la imagen de la ciudad. El metro (o tube) también es una buena alternativa gracias a sus 11 líneas y más de 250 estaciones que cubren gran parte de la urbe y conectan a los londinenses y a los visitantes con las principales atracciones turísticas y los barrios residenciales.  

Viajar en transporte público no es particularmente barato en Londres (bueno, ¡es que nada lo es!), pero si nos compramos una tarjeta de transporte vamos a poder ahorrarnos algo de dinerillo, puesto que los billetes nos salen más económicos. Un viaje sencillo en bus, por ejemplo, viene a costar al cambio casi 3 €, mientras que, si tienes que viajar hasta la zona 9 de Londres, la tarifa sube hasta cerca de los 10 €.

Las tarjetas de transporte por excelencia son las Travel Card, bonos de transporte diarios y semanales, aunque también existen mensuales y anuales. Permiten viajes ilimitados en la red de transporte público de Londres y, ojo, porque diferencian entre peak (hora punta) y off peak. También puedes hacerte con una Oyster Card, tarjeta magnética de prepago que debes ir recargando para usar en el metro y autobuses públicos, así como en algunos trenes ligeros o barcos no turísticos por el Támesis.

Un crucero por el Támesis nos permite ver Londres desde una perspectiva inigualable, ya que desde el famoso río que cruza el centro de la ciudad pueden verse lugares icónicos de la ciudad, como las casas del Parlamento, el London Eye, el Big Ben, la catedral de St. Paul o el Tower Bridge.

Hay cruceros para todos los gustos, desde los que incluyen una cena y un recital a bordo hasta los que simplemente hacen un recorrido con guía turístico que te descubre algunos secretos. Si no quieres gastarte mucho dinero, te recomendamos que cojas el servicio de River Bus. Estos barcos (llamados Uber Boats) forman parte de la red de transporte público de Londres, y ofrecen un servicio regular por el Támesis como método de transporte público, al igual que el metro o el autobús. No cuentan con guía turístico ni con zona exterior, pero son una alternativa perfecta para ahorrarte unas libras.

Como en todas las grandes urbes, es habitual ver autobuses de dos pisos que realizan recorridos turísticos y tienen parada en los principales puntos de interés. Nosotros te recomendamos que te cojas el autobús 11 de línea regular, ya que es una ruta icónica que recorre algunos de los lugares imprescindibles por mucho menos dinero. Comienza en Fulham Broadway, en el suroeste de Londres, y termina en Liverpool Street Station, en el centro.

Puedes empezar el trayecto en la cabecera de la línea y así podrás elegir los asientos delanteros superiores. ¡Toda una experiencia!

En algunos lugares de Londres (sobre todo en el sector de la restauración) ya no se acepta efectivo y solo se puede pagar con tarjeta. Conviene que estés al tanto de las comisiones que aplica tu banco para que luego no te lleves sorpresas desagradables.

Según los datos del Met Office (Servicio Meteorológico del Reino Unido), en la ciudad llueve en torno a 156 días al año. Obviamente, cada año estas cifras van cambiando y también hay que tener en cuenta el mes en el que planees tu escapada.

Para no pecar de primerizo, te recomendamos que te lleves en la maleta un chubasquero y un paraguas. Así te ahorrarás el tener que comprarlo allí y pagarlo a precio de oro.

En Londres podrás comer lo que quieras, cualquier especialidad culinaria del mundo tiene cabida en una ciudad que no se detiene. Eso sí, volvemos al tema de los precios, porque comer puede resultar sorprendentemente caro. Una opción perfecta para las comidas es picar algo y seguir disfrutando de la ciudad. Muchos viajeros optan por comprar comida en puestecillos al aire libre de los diferentes mercados o en food trucks callejeros. Y si bien es cierto que esto es más económico que entrar en un restaurante, generalmente si compras también bebida, no comerás por menos de 8 o 9 libras.

Una opción mucho más económica es ir a la sección de Meat deal de cualquier supermercado. Allí vas a encontrar un sándwich, wrap o ensalada a elegir, bolsa de snack y bebida entre 2,50 y 3,50 libras. Si vas a estar varios días en la ciudad, gracias a esta fórmula te vas a ahorrar más dinero del que imaginas.

Unos 20 millones de viajeros al año hacen de Londres una de las ciudades más visitadas del mundo. Si estás preparando una primera escapada, debes tener en cuenta que las colas en algunos de los sitios más turísticos pueden desanimar a cualquiera. Por ello, se hace imprescindible comprar las entradas con antelación.

La Torre de Londres, el London Eye, o el Palacio de Buckingham son lugares que sí o sí deberías pisar en una primera visita a la capital del Reino Unido. Si compras las entradas con tiempo, además de evitarte esperas innecesarias, podrás planificar mejor tu itinerario.

La mayoría de los museos en Londres son gratuitos y no cobran entrada para ingresar a sus colecciones permanentes. Vamos, que puedes visitar el British Museum, la National Gallery o la Tate Modern sin rascarte el bolsillo. Eso sí, algunas de estas pinacotecas suelen cobrar una tarifa para visitar exposiciones temporales. Además, normalmente y como hemos comentado con anterioridad, suele ser necesario reservar las entradas para garantizar el acceso a algunas exposiciones o para controlar el aforo.

Además de los museos más famosos, conviene que te estudies qué otros lugares de libre acceso se pueden visitar, puesto que, además de ser menos turísticos, revelan auténticos tesoros. Como sugerencia, la British Library es fascinante si te interesa la historia, la literatura, la ciencia o la cultura. Cuenta con una colección de más de 170 millones de objetos, incluyendo libros, manuscritos, mapas y fotografías, entre las que destacan la Carta Magna, la Biblia de Gutenberg o los manuscritos originales de Shakespeare.

Algunos puntos de interés de Londres pueden llegar a estar supermasificados. ¿Y si te decantas por visitar sitios alternativos? Te proponemos, por ejemplo, que cambies el Londen Eye por algún otro mirador. Y, atención, porque te vamos a enumerar varios que son totalmente gratuitos. Eso sí, en alguno, como el Sky Garden, deberás reservar con antelación.

Arrancamos con el Sky Garden, rooftop del edificio conocido como Walkie Talkie. Además de su exuberante jardín, podrás disfrutar de las vistas 360 grados de Londres. También puedes enmudecer con la imagen de la ciudad que se observa desde The Garden at 120 o desde la azotea del centro comercial One New Change, que permite ver, por ejemplo, Saint Paul’s Cathedral.

Y, por último, un detalle que en un mundo cada vez más globalizado no suele ser crucial, pero sí conviene tener en cuenta. Tanto los enchufes como el voltaje son diferentes con respecto a España. Esto no supondrá ningún problema porque podrás comprar un adaptador, pero te recomendamos que lo lleves desde España, puesto que una vez allí verás que los venden a precios desorbitados.

En definitiva, con estos 10 consejos olvídate de pecar de turista primerizo en Londres y disfruta de la ciudad como un auténtico local.