10 cosas que debes saber para no pecar de turista primerizo en Egipto

Pirámides imponentes, templos grandiosos y el río Nilo serpenteante, Egipto te lleva en un viaje en el tiempo hacia una civilización milenaria. Descubrir las majestuosas pirámides de Guiza, el valle de los Reyes en Luxor o los tesoros del Museo Egipcio en El Cairo son solo algunas de las visitas imprescindibles en un país en el que, además, te cautivarán tanto sus mercados tradicionales como su rica gastronomía. Eso sí, si quieres que la experiencia sea de lo más satisfactoria, no está de más seguir algunos consejillos para no pecar de turista primerizo. ¡Ahlan wa sahlan!

La maldición del faraón es una expresión que se utiliza para describir la creencia popular de que quienes perturban o profanan las tumbas de los faraones egipcios serán castigados con maldiciones o desgracias. Y, parece que poca gente se salva de ella. Normalmente, esta desgracia viene en forma de dolores intestinales e incontrolables ganas de ir al baño. Sí, muchos viajeros que viajan por primera vez a Egipto no lo tienen en cuenta y deciden beber agua no embotellada. Llamémosle maldición, pero hay que saber que se puede evitar si se toma siempre agua de botella y se evitan sitios que no ofrezcan limpieza o ciertas garantías sanitarias. Ah, y un antidiarreico en la maleta puede ser un salvavidas si estás planeando un viaje a estos lares.

Cualquier explorador que se plantee visitar Egipto debería tener un calendario en la mano antes de programar su viaje, ya que es un destino que, según la época del año en que se visite, puede cambiar la experiencia viajera completamente.

Lo ideal es buscar una estación en la que las temperaturas sean más moderadas. En verano, en la zona del Alto Egipto, que va desde la antigua región de Menfis (cercana a El Cairo), hasta la primera catarata del río Nilo, los termómetros pueden llegar a rondar los 40 grados de media, alcanzando en algunas ocasiones los 50. Estas temperaturas hacen inviable el disfrute de cualquier punto de interés al aire libre. Vamos, que visitar Abu Simbel en agosto, lejos de ser una visita inolvidable, puede tornarse en un infierno a juzgar por las temperaturas que hay que soportar. En conclusión, el otoño y la primavera son las estaciones más interesantes para visitar Egipto.

A veces es bueno seguir al pie de la letra el refrán de: donde fueres, haz lo que vieres. Y en el caso de visitar Egipto conviene tener en cuenta unas normas que harán la experiencia mucho más placentera. Si tienes planeado visitar templos y mezquitas y eres mujer, te recomendamos que lleves ropa holgada y tengas a mano algo para poder cubrirte la cabeza. Aun así, en los principales lugares turísticos, hay a disposición de las visitantes, faldas y mantas para cubrirse.

Una cosa que también conviene saber es que las muestras de afecto en público están muy mal vistas. Si no quieres ser el centro de todas las miradas, conviene cortarse un poco a la hora de expresar los sentimientos en público. 

La moneda oficial es la libra egipcia y cada una se divide en 100 piastras. Hay que estar atentos a las diferentes comisiones que puede aplicar tu banco si sacas dinero desde un cajero y también conviene familiarizarse con los diferentes tipos de billetes para evitar algún que otro disgusto.

Una recomendación importante es que intentes cambiar los billetes grandes a monedas y otros de menor valor, puesto que allí la picaresca está a la orden del día y en alguna ocasión, algún vendedor te dirá que no tiene cambio y acabarás pagando un precio mucho más alto por algo que seguramente sea un capricho.

El regateo es un arte y, si no lo intentas, algunos vendedores se pueden llegar a ofender. La clave está en mostrarte firme y llegar al precio que tú consideras justo. En principio, se negarán y te seguirán pidiendo una cantidad mayor, pero, cuando te vayas, te perseguirán para aceptar la oferta.

También es recomendable no perder el tiempo y, si no estás interesado en un producto, no comiences un regateo. Puede llegar a resultar realmente agotador, ya que los vendedores son muy muy insistentes. Hay quien dice que el experto regateador debe empezar ofreciendo como mucho la tercera parte del precio que piden, para terminar pagando, como mucho, la mitad de lo que le pidieron inicialmente.

Aprenderse algunas palabras y expresiones en árabe puede ser interesante. No hace falta que hagas un curso avanzado, ¡ni mucho menos!, pero saludar, dar las gracias, decir que no te interesa o preguntar el precio de algo resulta básico.

Aquí te ofrecemos algunas expresiones básicas que harán más fácil tu viaje a Egipto:

• Hola: Ismak o Salaam
• Gracias: Shukran
• De nada: Ahlan wa sahlan
• No, gracias Laa, shukran (ojo, que esta expresión vas a tener que repetirla hasta la saciedad).
• ¿Cuánto es?: Bi kam da?

Si vas a visitar las principales pirámides de Egipto, resulta fundamental que lleves protección solar, alguna gorra o sombrero para cubrirte la cabeza y mucha agua (embotellada) para mantenerte hidratada.

Y ya, para ser un viajero pro, puedes ahorrarte algo de dinero con los pases Luxor Pass o Cairo Pass. Si viajas por tu cuenta, es interesante reservar las entradas a los principales puntos de interés con antelación para evitarte largas colas.  

Y, un pequeño inciso, si tienes claustrofobia, quizá debas visitas las tumbas y pirámides en un horario de menor afluencia, puesto que puede llegar a resultar muy agobiante y es habitual ver gente que se acaba dando la vuelta. 

En Egipto, la propina se llama Bakshesh y hay quien la considera una especie de “mordida”. En realidad, el dar propina es una cuestión cultural que conviene respetar. Y la realidad es que en muchas ocasiones los salarios de los egipcios son tan bajos que este dinero es la única forma que tienen de conseguir llegar a un salario digno.

Si no quieres pecar de turista primerizo, conviene que lleves encima un montón de monedas pequeñas, ya que las vas a necesitar en infinidad de ocasiones. Un ejemplo: si quieres ir a un baño público, en la puerta tendrás a alguien que te ofrezca un poco de papel higiénico. Y si quieres evitarte una situación incómoda, lo mejor es dejar unas cuantas monedas a modo de Bakshesh.

Si vas a visitar Egipto por primera vez, debes saber que, en cada monumento, templo, o museo que visites, se te cobrará una tarifa por hacer fotos con tu cámara. 

El tema de las fotos es especialmente llamativo, ya que si, por ejemplo, quieres sacar una instantánea a algún camello en la zona de las pirámides (aunque sea a lo lejos), cuenta con que vendrá alguien a exigirte dinero de muy malas formas. Y en El Cairo otro tanto de lo mismo. Mucha gente se va a ofrecer a aparecer en tus fotografías. Si aceptas, debes saber que acabarán pidiéndote una propina. 

Egipto, si se respetan ciertas normas, no es un destino inseguro. Eso sí, los pequeños timos a los viajeros están a la orden del día. Ya te hemos comentado que conviene que te familiarices con la moneda local, ya que, por ejemplo, van a intentar colarte cuando cambies billetes grandes, que un billete de 50 piastras es de 50 libras y, claro, la diferencia es abismal.

Si quieres llevarte un souvenir, debes estar muy atento. Se venden papiros a precios desorbitados que no son otra cosa que falsificaciones realizadas en hojas de plátano, figuras de alabastro que son de plástico duro o especias que no son, ni por asomo, lo que se anuncia.

La picaresca es innata y no debes fiarte por muy atentos y cordiales que sean. Nada es gratis y si te ofrecen algún detalle “por tu cara bonita”, debes saber que a los pocos minutos querrán cobrártelo de una u otra forma.

Con estos diez consejos, la visita a Egipto va a resultar mucho más placentera y te evitarás pecar de pardillo. Nada del mal del faraón, timos o malentendidos. Egipto es un país para disfrutar y con estos tips solo tienes que preocuparte de aprovechar al máximo la experiencia. ¿Ya tienes los billetes?