Cartagena de Indias, donde arte urbano y playas paradisíacas bailan al mismo son
Bañada por aguas caribeñas, esta ciudad es ideal para descubrir la historia de Colombia a través de tradiciones y la vida local.
Cartagena de Indias, ubicada en la costa norte de Colombia, es una de las ciudades más impresionantes del Caribe. Fundada en 1533, esta joya histórica ha jugado un papel crucial en la historia de América Latina y hoy ofrece una combinación de patrimonio cultural, arquitectura colonial y playas idílicas.
Un buen lugar para comenzar a descubrir Cartagena es la Ciudad Amurallada, el núcleo histórico de la ciudad y un sitio declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Esta área está rodeada por una muralla de piedra construida en el siglo XVI para proteger la ciudad de ataques piratas y colonizadores. Las calles del casco antiguo están llenas de edificios coloniales, muchos de los cuales están pintados en colores vibrantes que reflejan el carácter festivo de la ciudad.
La Plaza de Bolívar, una de las plazas más importantes de la ciudad, está rodeada de edificaciones históricas, entre ellas, la Catedral de Santa Catalina de Alejandría, un destacado ejemplo de arquitectura herreriana, característico del reinado de Felipe II. La construcción de la catedral empezó en 1537, tan solo dos años después de la fundación de la ciudad, pero los materiales que se usaron no resistieron el paso de los años. No fue hasta 1577 que se alzó la catedral que actualmente es un símbolo de la ciudad.
Justo al lado de la catedral se encuentra el Palacio de la Inquisición. Aunque se construyó en el siglo XVIII para servir a la institución, hoy en día es un museo que relata la historia de la Inquisición en América Latina. La tarea de este museo es conservar la memoria histórica de las atrocidades que sufrieron los habitantes de Cartagena durante la época colonial, así que el museo es una buena forma para aprender sobre este tema.
A pocos pasos, la Plaza Santo Domingo es otro lugar emblemático, famosa por la escultura ‘Gertrudis’ , una representación de la primera musa y esposa del fallecido artista colombiano Fernando Botero, y por sus restaurantes y bares. Las terrazas al aire libre de la plaza son un lugar ideal para probar platos típicos, como la arepa de huevo o el ceviche.
Castillo de San Felipe de Barajas, una fortaleza construida en el siglo XVII sobre el cerro de San Lázaro para defender la ciudad, es uno de los lugares que deberían ocupar una mañana de tus días en Cartagena. Es una de las estructuras más grandes construidas en Colombia, y fue nombrado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1884. Es conocido como “el inexpugnable” porque aunque sufrió varios ataques por parte de los enemigos de la corona española, nunca fue conquistado.
El barrio de Getsemaní es conocido por su ambiente bohemio y su vibrante vida cultural. La zona experimentado una revitalización notable: pasó de ser un barrio donde las drogas y la prostitución eran protagonistas, a ser un espacio familiar repleto de restaurantes originales, cafeterías, y tiendas de artesanía. El arte urbano destaca por todas las paredes, llenando de color y alma el barrio.
La Playa de Castillo Grande es una alternativa perfecta a la Playa de Bocagrande, puesto que es menos concurrida y tiene un ambiente más relajado sin demasiados vendedores ambulantes. Es importante mencionar que los vendedores pueden ser muy insistentes, así que se debe ser firme con el “no gracias”. También se tiene que destacar que todo lo que se ofrece “gratis” nunca lo es. Por ejemplo, las palenqueras (mujeres que venden frutas tropicales y dulces típicos en atuendos tradicionales), ofrecen hacerse fotografías con ellas, y aunque no hay nada de malo en ello, es necesario saber que después van a cobrar por haber aparecido en la foto. En estas circunstancias, la mejor opción es cerrar el precio antes de tomar la fotografía.
Para disfrutar de playas paradisíacas bañadas por el mar Caribe, las Islas del Rosario, un archipiélago de islas situadas a unos 45 minutos en bote desde Cartagena, es el lugar ideal. Este conjunto de islas es conocido por sus playas de arena blanca y aguas turquesas, así como por sus arrecifes de coral, que son perfectas para practicar snorkel y el buceo. Muchas empresas ofrecen paquetes de excursiones que incluyen transporte, comidas y actividades acuáticas, y los precios son relativamente económicos en comparación con otros destinos caribeños.
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