El balneario más impresionante de Italia en el que querrás darte un chapuzón está en San Pellegrino Terme

Rodeado de los Prealpes Bergamascos, y a una media hora de Bérgamo: así es un día en estas termas italianas de San Pellegrino Terme que trasladan al visitante a la 'belle époque'.

Termas de San Pellegrino

Fachada del Casino de San Pellegrino Terme, hoy centro termal.

/ QC Terme

Es uno de los lugares más famosos en la historia del termalismo. El pueblo de San Pellegrino Terme, ubicado en pleno valle Brembana (tallado por el río Brembo y conocido como el valle de los quesos), a una media hora en coche desde Bérgamo, inauguró su famoso balneario en 1901. Y es que desde principios del siglo XIX los nobles viajaban a San Pellegrino Terme para beber sus ricas y saludables aguas, de las que ya hay testimonio en la Alta Edad Media.

San Pellegrino Terme pueblo Bérgamo termas

San Pellegrino Terme.

/ michelangeloop/iStock

Fueron estos nobles y aristócratas los que adoptaron San Pellegrino Terme como enclave de disfrute, lo que hizo que el balneario creciera y sumara nuevos edificios de estilo art nouveau a principios del siglo XX. El Casino municipal, el Grand Hotel (encargados ambos al arquitecto milanés Romolo Squadrelli) y la fábrica de embotellamiento de su famosa agua homónima, San Pellegrino, adoptaron este estilo, convirtiendo al pueblo en un cuadro andante. Por cierto, que el agua de San Pellegrino fluye del único manantial que hay en los Alpes italianos.

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Vista aérea de San Pellegrino Terme atravesado por el río Brembo.

/ michelangeloop/iStock

Hoy el espectacular Casino, construido en 1907 y que cerró sus puertas a mediados del siglo XX, forma parte del balneario regentado por QC Terme y es de hecho el lugar por el que se accede a él.

Termas de San Pellegrino Grand Hotel

Vistas del Grand Hotel desde el QC Terme San Pellegrino.

/ M. E.

Antes de llegar a su puerta se pasa por una avenida de tilos perfumados donde el viajero se encuentra con la primera sorpresa: un quiosco de hierro forjado y piedra donde en su día se compraban las entradas.

San Pellegrino Terme

Quiosco de entrada al centro.

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Ya entrando en el antiguo Casino, siguen sorprendiendo sus frescos y vidrieras, su imponente escalera central de mármol de Carrara…

Termas de San Pellegrino

Entrada al QC Terme San Pellegrino en el edificio del Casino.

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La entrada de cinco horas cuesta 54 euros, pero hay opciones por 44 euros. Tras pagarla se accede a los vestuarios (que cuentan hasta con planchas de pelo y cremas hidratantes para la cara) y se entra en un complejo de varios edificios y plantas modernas llenos de propuestas termales.

Termas de San Pellegrino

Piscina externa del spa.

/ QC Terme

Hay piscinas exteriores e interiores. Las exteriores, los mejores por las vistas de la montaña, cuentan con camas de agua, sillas de hidromasaje, chorros… Dentro, saunas de mil tipos, colores y olores, piscinas saladas, pediluvios, duchas… En total, 35 tipos de experiencias.

Termas de San Pellegrino

Uno de los vasos de QC Terme San Pellegrino.

/ QC Terme

Y ya secos, hay varias propuestas para el visitante. Una de ellas, el Jardín de los Arces, lleno de camas con dosel y sillones para relajarse y admirar las vistas. O el Salón del Periodismo, dedicado al periódico San Pellegrino, que a principios del siglo XX informaba a los habitantes del pueblo de las visitas de la realeza (Margarita de Saboya, por ejemplo), los artistas y personajes famosos (Federico Fellini, por ejemplo). E incluso hay una sala de hielo inspirada en los principios de la crioterapia, donde masajear la piel con cristales de hielo para estimular la circulación sanguínea.

Termas de San Pellegrino

Vistas del pueblo de San Pellegrino Terme y de las montañas desde el spa.

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A comer en el balneario en albornoz

Dos normas hay en el salón de almuerzo, situado en las antiguas instalaciones del Casino y con espectaculares vistas a los Prealpes Bergamascos: hay que reservar hora para comer a la entrada a las termas y el dress code es albornoz + chanclas (que están incluidos con la entrada).

Termas de San Pellegrino

En albornoz por el QC Terme San Pellegrino.

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De esta manera, todos los visitantes acceden con igual vestimenta a un festín de suculentos platos fríos y calientes, entre los que hay un buffet de ensaladas, fiambres, quesos de la zona, guarniciones, fruta fresca, postres… El precio del Wellness Lunch es de 29 euros, pero hay una opción algo más barata, el Wellness Break, por 24 euros, aunque este último no incluye los segundos platos calientes.

Termas de San Pellegrino

Wellness Lunch del spa.

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Y para los que cuenten con más tiempo que un circuito de cinco horas de spa, el QC Terme San Pellegrino cuenta con un hotel, el QC Room, a pocos pasos de las termas. 

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