5 pueblos de España que son perfectos para un día bajo la lluvia 

El otoño ya ha comenzado a dejarse sentir en toda su intensidad. A los días cada vez más cortos, la caída de las hojas y la variedad de tonos pardos y cobrizos se han unido las semanas repletas de lluvia, los cielos nublados y las rachas de viento que hacen volar las hojas por doquier.

Un tiempo que puede ir cargado de poesía si sabemos reconocer las sensaciones unidas a esta estación, haciendo de la melancolía un sentimiento que nos hace más reflexivos.

Y, reflexionando, es como conseguimos inventar el día perfecto bajo la lluvia, en especial cuando pensamos en destinos ideales para estas condiciones, como los que traemos a continuación.

Cuevas del Agua, Asturias

Pocos lugares en Asturias son tan singulares como la aldea de Cuevas del Agua, en el concejo de Ribadesella.

Un poblado en el que encontramos aún buenos ejemplos de la arquitectura tradicional del Principado, como algún hórreo, pero cuya singularidad es la forma en la que se accede a él.

En efecto, a este aislado asentamiento, comunicado únicamente gracias a un apeadero ferroviario y a una vía asfaltada, se accede por una especie de “puerta del tiempo” en forma de cueva, cuyas características la han convertido en una verdadera atracción turística.

La Cuevona, como se llama, es un túnel natural de algo menos de trescientos metros que discurre por el interior de una cavidad calcárea con formaciones como estalactitas o estalagmitas tan populares como “La lengua del diablo” o “Las barbas de Santiago”.

En días lluviosos, impresiona cuando nos disponemos a atravesarla mientras una cortina de chorros de agua nos da la bienvenida en la boca de la cueva, para pasar de inmediato a esos cientos de metros donde la ausencia de precipitación nos da la sensación de haber penetrado en otro mundo, ayudados en nuestra imaginación por un entorno de roca que es producto únicamente, salvo por el asfalto del camino, de la naturaleza.

Benamahoma, Cádiz

Qué mejor que disfrutar de la lluvia en uno de los sitios donde más llueve en España. Aunque cada vez más conocido, aún muchas personas se sorprenden al descubrir que uno de los puntos de la península con mayor cantidad anual de precipitaciones no está en el norte, sino en el sur, concretamente en la provincia de Cádiz.

Allí, en la Sierra de Grazalema, en el extremo occidental de la Cordillera Subbética, se registran todos los años unas pluviometrías que oscilan los 2000 milímetros, mucho más que la media nacional.

Los vientos húmedos del Atlántico descargan grandes cantidades de agua al toparse en su avance con la sierra, creando paisajes completamente atípicos para lo que estamos acostumbrados en gran parte de Andalucía.

Benamahoma, uno de los pueblos blancos gaditanos del Parque Natural de la Sierra de Grazalema, se postula como uno de los mejores representantes de estos paisajes, con permiso de otras localidades más conocidas como El Bosque.

Precisamente, la ruta que une ambos pueblos, en la que es protagonista el río Majaceite, es uno de los senderos imprescindibles que nos harán disfrutar ampliamente de este entorno en el que la lluvia suele ser protagonista.

Parque Nacional de Garajonay, La Gomera

La Gomera es una isla canaria bien conocida por quienes frecuentan las Islas Afortunadas, no solo por su cercanía a Tenerife sino por la existencia de un Parque Nacional declarado Reserva de la Biosfera, que es uno de los más visitados de toda España.

El Parque Nacional de Garajonay, que ocupa aproximadamente una décima parte de la isla, es uno de los últimos reductos mundiales de laurisilva, donde los musgos, líquenes y helechos se difuminan entre las nieblas casi perpetuas de todo este sector.

Caminar por alguno de los senderos del parque, sobre todo mientras se asciende hasta el punto más alto de la isla, el Alto de Garajonay, es una experiencia absolutamente transformadora, especialmente cuando, al atravesar la niebla, sentimos en nuestros rostros una leve llovizna casi imperceptible pero que nos advierte de estar penetrando en una especie de mundo perdido.

Un lugar único para descubrir en el que siempre estaremos arropados por las legendarias figuras de Gara y Jonay, las dos figuras fundamentales del folclore de La Gomera.

Pozo de los Humos, Salamanca

Al noroeste de la provincia de Salamanca se localiza uno de esos lugares que mejor supo inmortalizar el escritor, político y filósofo Miguel de Unamuno, quien reflejó espléndidamente, mediante la palabra, la grandiosidad de un enclave natural que da buena muestra de la fuerza de la Tierra.

Hablamos del célebre Pozo de los Humos, un salto de agua del Parque Natural de Arribes del Duero, situado entre las poblaciones de Masueco y Pereña de la Ribera que, con sus cincuenta metros de caída y su gran afluencia de agua, se ha situado entre las cascadas más imponentes del país.

El río Uces cae en vertical creando un estruendo ensordecedor y una nube de vapor de agua que da el nombre al lugar, poco antes de desembocar en el río Duero, justo en la frontera de España y Portugal.

La mejor época para contemplarla comienza en el mes de diciembre, cuando las lluvias copiosas del otoño crean un caudal suficiente para que el espectáculo cobre todo su esplendor.

Chorreras de Despeñalagua, Guadalajara

En la misma línea que el Pozo de los Humos, pero más cerca de la capital española, las Chorreras de Despeñalagua constituyen un excelente lugar para admirar cuando las aguas de las lluvias o del deshielo – ya pasado el invierno, en este último caso – hacen acto de presencia.

Un conjunto de cascadas escalonadas que se precipitan desde una altura de 120 metros y que forman un escenario natural digno de ser visitado en el entorno del Pico Ocejón, al noroeste de la provincia de Guadalajara.

Un punto al que normalmente se accede desde uno de los núcleos más bonitos de la afamada Ruta de los Pueblos Negros, como es Valverde de los Arroyos.