La ruta del vino submarino de Croacia
El vino que envejece debajo del mar.
Entre las aguas cristalinas de la península de Pelješac en Dubrovnik, Croacia, yace un tesoro oculto: la primera bodega submarina de vino de la región. Edivo Vina, una marca dedicada al vino, ha llevado la vinificación a nuevas profundidades, literalmente, con un proceso de envejecimiento único que fusiona la tierra y el mar.
La fusión de sabores y estética rústica
Lo más destacado de este vino submarino es su producto final, una obra maestra tanto en sabor como en estética rústica. Después de su proceso de envejecimiento, corales, conchas y otros sedimentos marinos se incrustan en las botellas, otorgándoles un aspecto de antaño. En la tienda, a nivel terrestre, los visitantes pueden adquirir estas botellas empaquetadas en cajas de madera, conservando la botella de arcilla como una reliquia casi imposible de encontrar en otro lugar.
Una experiencia inmersiva en el mundo del vino submarino
Ahora puedes aventurarte a conocer esta bodega submarina. Imagina bucear por el mar Mediterráneo y encontrarte una bodega. Ponte las gafas de buceo, el traje y sube al barco que te llevará al punto indicado. La experiencia es reveladora. Y lo bien que sabe el vino después de haber estado nadando en las profundidades es un tema aparte. Un brindis bien merecido al volver a tierra firme.
Sin embargo, la marca no solo se preocupa por crear un vino excepcional, sino también por preservar el medio ambiente y los océanos. Cada botella se almacena cuidadosamente para evitar que la presión del agua las rompa o que se pueda filtrar agua salada en su interior. Se sellan con un corcho y se envuelven en dos capas de hule para garantizar su integridad durante el proceso de envejecimiento submarino.
El vino de Edivo Vina es verdaderamente único, y el mar desempeña un papel fundamental en su singularidad. Después de envejecer en tierra firme durante tres meses en jarras de arcilla, el vino desciende al mar durante dos años. La combinación del material de la botella y su forma distintiva, con un cuello estrecho y dos asas, le confiere un sabor especial con notas de pino y sabores intensos. El reposo en las apacibles aguas submarinas mejora aún más su calidad, gracias a la temperatura constante y la tranquilidad del entorno marino.