¿Dormir en un vagón de tren sobre un puente con vistas a África? Hecho

De tren de lujo a hotel de lujo. Así es el Kruger Shalati, un antiguo tren que recorría el Parque Nacional Kruger en el nordeste de Sudáfrica en los años 20 del siglo pasado y que ahora, 100 años después, se ha reconvertido en un hotel, pero conservando todos los detalles del histórico tren. De hecho, el hotel está situado en el puente Selati, exactamente el mismo lugar en el que paraba el tren por las noches en 1920.

Su apertura está prevista para este 14 de diciembre y cuenta con 31 habitaciones. 24 de ellas son compartimentos del vagón con grandes ventanales y vistas al río Sabie, todas decoradas con motivos artesanales africanos.

Las otras siete están situadas justo en el centro del puente, lo que garantiza mejores vistas si cabe.

De hecho, desde el complejo se pueden observar multitud de aves y animales del citado parque nacional. El Kruger es la reserva de animales más importante del sur de África, donde se pueden ver cebras, leones, elefantes, hipopótamos, leopardos, rinocerontes, cocodrilos, guepardos…

Uno de los detalles más atrayentes del nuevo tren-hotel es su piscina, situada justo en el centro del puente y casi colgante, aunque también cuenta con otra área de solárium ya fuera del puente.

El nombre de Shalati viene de una reina guerrera africana del clan Tebula que vivió en el bosque cerca de la montaña Murchison Range.El tren hotelse encuentra a cinco horas en coche de Johannesburgo y a cuatro kilómetros del aeropuerto Skukuza y su precio es de 485 por persona y noche.

DE VAGÓN EN VAGÓN

Y de los bellos parajes sudafricanos a los también increíbles paisajes de Nueva Gales del Sur, en Australia. Este otro tren-hotel que os mostramos está en la localidad rural de Pokolbin y se puede alquilar a través de Airbnb.

Rodeado de viñedos, este tren no está anclado en un puente como el Kruger Shalati, sino en tierra, lo que le permite contar con otras comodidades, como un spa exterior, una piscina, barbacoa y hasta una pista de tenis. En su interior, la decoración es bastante clásica, un guiño a los grandes trenes de lujo de siglos pasados. Cada uno de sus seis vagones tiene una ambientación (oriental, safari, victoriana…) y la noche sale a unos 150 euros por persona.