Ya puede visitarse la habitación secreta donde Miguel Ángel se escondió del Papa en Florencia

La familia de los Médici mantuvo una relación turbulenta con Miguel Ángel Buonarroti, genial escultor y pintor. Aunque el artista realizó un importante número de trabajos para ellos, también tuvo problemas por su arte. El Papa Clemente VII, conocido como Julio de Médici, enfureció contra él mientras era jefe de fortificaciones de Florencia -encargado de la arquitectura defensiva de la ciudad- durante el gobierno republicano y se cree que Miguel Ángel se escondió de él durante un tiempo en una sala bajo la capilla de la familia. Esta habitación se descubrió hace casi 50 años y se abrirá por primera vez al público el 15 de noviembre de 2023.

El habitáculo de 10 metros de largo por 3 de ancho y 2,50 de alto en la parte más alta de la bóveda se había utilizado como depósito de carbón hasta 1955, ignorando lo histórico de su interior. En 1975, Paolo Dal Poggetto, director del Museo de las Capillas de los Médici, encargó al restaurador Sabino Giovannoni que hiciera unas pruebas de limpieza bajo el ábside de la Sacristía Nueva para comprobar si se podía incluir aquí una nueva sala. Fue entonces cuando encontró, debajo de dos capas de yeso, algunos dibujos trazados con palos de madera carbonizados, muchos superpuestos.

La primera hipótesis es la que sigue en pie: en 1530, el artista se refugió del enfurecido Papa hasta que obtuvo el perdón unos meses después. Desde octubre de aquel año se quedó en la ciudad, hasta 1534, que marchó hacia Roma. Los dibujos siguen estudiándose, pues aquí esbozó algunos de sus proyectos posteriores, como las obras de la Sacristía Nueva, durante este período de "autoprisión"; así como las piernas de Giuliano de Médici o la cabeza del Laocoonte. Para Massimo Osanna, director general de museos, es "un lugar de extraordinario encanto pero muy delicado, debido a la ubicación del estrecho espacio del recorrido del museo y para la protección de los dibujos al carboncillo en las paredes".

Cuatro meses para poder visitarla

Debido a esta fragilidad, será necesario reservar con antelación para crear grupos de cuatro personas y no superar los 100 visitantes semanales. El precio ordinario de la entrada es de 20 euros (2 en régimen reducido y gratis para menores de 18 años) para visitar este entorno "verdaderamente único". Para proteger las obras se alternan los 15 minutos que duran las visitas iluminados con luces LED con periodos de oscuridad. Por el momento, solo podrá verse hasta el 30 de marzo de 2024. Por cuestiones de seguridad, los menores de 10 años y personas con movilidad reducida no podrán acceder, y los que entren lo harán acompañados por el cuerpo de seguridad en todo momento.

La conservadora del Museo de las Capillas de los Médici, Francesca de Luca, afirma que "sus paredes parecen apenas contener numerosos bocetos de figuras, la mayoría de formato monumental, trazadas por signos que atestiguan una gran claridad de diseño". Además, van acompañados de "estudios precisos o resumidos de detalles anatómicos, rostros y poses inusuales". A lo que añade: "Este lugar permite a los visitantes de hoy la experiencia única de poder entrar en contacto directo no solo con el proceso creativo del maestro, sino también con la percepción de la formación de su mito de artista divino", Padre y Maestro de la Academia de las Artes del Dibujo.