El truco para no facturar en el avión: apréndetelo para tu próximo vuelo

Con este sencillo truco que muchos olvidan cuando preparan un viaje, vas a tener un vuelo mucho más agradable.

Este truco hará que tus vuelos sean mucho más cómodos.
Este truco hará que tus vuelos sean mucho más cómodos. / Istock / Eva Darron

Has hecho el check-in online del vuelo, has preparado la maleta con precisión milimétrica, y finalmente te preparas para ese momento que te llena de nervios por la ilusión y por la sensación de que te dejas algo en casa: ir al aeropuerto. Después del largo proceso que debes pasar para llegar hasta la puerta de embarque, esperas a poder subir a la aeronave sin saber si pasarás en un viaje tropical de calor abrasador o si acabarás congelado como una estatua de mármol.

Martín Álvarez

Entras en el avión y, al principio, todo parece normal. El aire es fresco, quizás incluso agradablemente fresco. Te sientas, te abrochas el cinturón y te preparas para el despegue. Pero en cuanto el avión alcanza la altitud de crucero, la temperatura comienza a jugar contigo. Algunas veces te enfrentas a una ráfaga helada de aire acondicionado que te hace desear haber traído contigo una bufanda o incluso una manta térmica de emergencia. Otras veces, el aire apenas circula, y empiezas a sentirte como si estuvieras atrapado en una pequeña sauna voladora. ¿Cómo se puede uno preparar para este caos climático? Aquí es donde entra el truco de la cebolla.

Nos gusta hacer postureo en el aeropuerto, pero a veces la comodidad es más importante que el 'look'.

Nos gusta hacer postureo en el aeropuerto, pero a veces la comodidad es más importante que el 'look'.

/ Unsplash / yousef alfuhigi

El sencillo truco para tener siempre un vuelo agradable

No es cuestión de llevar un abrigo gigante que te haga parecer un explorador polar, ni de sudar la gota gorda en caso de que el avión decida transformarse en un invernadero. No, la solución es mucho más sencilla y está al alcance de cualquiera, pero sorprendentemente pocos piensan en ella cuando preparan el ‘outfit’ para ir al aeropuerto.

La clave está en cómo te vistes para volar. La verdadera solución a este enigma es la versatilidad. Piensa en cómo podrías adaptarte a cualquier temperatura sin complicaciones, quitando y poniendo lo necesario para alcanzar el equilibrio perfecto. La clave es llevar mil capas, como si fueras una cebolla.

Las temperaturas de los aviones son impredecibles, así que lo mejor que puedes hacer es ir equipado para qualquier situación.

Las temperaturas de los aviones son impredecibles, así que lo mejor que puedes hacer es ir equipado para qualquier situación.

/ Unsplash / Sergey Zolkin

Primero, empieza con una base ligera y cómoda, puede ser un ‘tan top’ o una camiseta fina de manga corta. Encima, puedes llevar un jersey de manga larga, o una sudadera. Es fundamental llevar una tercera capa, que depende del destino al que te dirijas (ya que hay opciones baratas por todo el planeta), puede ser una chaqueta u otro jersey.

Después de las tres capas esenciales, entra en juego un pequeño truco adicional: lleva contigo una manta ligera. Aunque muchas aerolíneas las ofrecen, no siempre son suficientes o no están disponibles para todos los pasajeros, y tener la tuya propia te asegura estar cubierto (literalmente). Se pueden encontrar mantas finas en algunas tiendas de decoración del hogar por tan solo 3 €.

Si vas cómodo, podrás disfrutar del vuelo.

Si vas cómodo, podrás disfrutar del vuelo.

/ Unsplash / Tom Barrett

La base del truco de la cebolla es que puedas adaptarte a cualquier situación climática, ya sea calor o frío. A medida que te quitas o añades capas, descubrirás que puedes ajustar tu comodidad sin depender de la dudosa precisión del control de temperatura del avión, y que es más importante ir equipado que parecer un 'influencer' en el aeropuerto.

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