Supervivencia básica: ¿Cómo sobrevivir a una avalancha?

Son más comunes de lo que pensamos y pueden suceder de una manera tan aleatoria como probable. Hablamos de las avalanchas, un evento natural que sobrecoge por su espectacularidad natural pero que se cobra cientos de vidas cada año. 

De hecho, aunque es difícil determinar cuántas avalanchas ocurren en todo el mundo cada año, se estima que se producen alrededor de 150.000 anualmente. Todas ellas, a pesar de no parecer tantas, se suelen concentrar en unos pocos lugares del globo, por lo que encontrarse con una no debería ser tan extraño.

Su peligrosidad se debe a dos factores principales: porque son completamente impredecibles y porque ocurren incluso en áreas que son consideradas absolutamente seguras. Estas pueden llegar a tener velocidades de hasta 80 kilómetros por hora y pueden arrastrar a personas y objetos en su camino con una fuerza aplastante y mortífera. 

Como nunca está de más, venimos a explicarte 9 cosas que debes tener en cuenta si te encuentras una avalancha mientras haces senderismo, esquí o simplemente admiras el paisaje: te pueden salvar la vida. 

¿Cómo sobrevivir a una avalancha? 

Si planeas salir a la montaña, asegúrate de tener todo el equipo adecuado y de que sabes como se usa. Entre ellos, si eres un montañista recurrente, es necesario contar con un transceptor, una sonda y una pala. Aunque también es de vital importancia conocer las condiciones actuales de la nieve y el clima, planificando la ruta en consecuencia.

No tomes riesgos innecesarios y evita las áreas donde se sabe que hay avalanchas. Y es que, a pesar de que son aleatorias e impredecibles, es mejor evitar las zonas que no están marcadas en la ruta como seguras. Si quieres cerciorarte por completo habla con un guía de montaña o con alguien que tenga experiencia en la zona. 

Antes de aventurarse en una zona desconocida es vital estudiar el terreno en el que nos vamos a mover. Antes de cualquier expedición debemos aprender sobre las laderas en las que vamos a estar, sus pendientes, las depresiones y las principales características del terreno que podrían ser peligrosas. 

Es importante fijarse, en un primer vistazo, a las áreas donde la nieve puede acumularse: barrancos, depresiones y laderas con poca vegetación suelen ser los puntos críticos. 

Si estás esquiando o haciendo 'snow' con otras personas hay una regla principal: debes mantener la distancia de seguridad entre cada persona. Si una de ellas es arrastrada por una avalancha, los demás deben estar lo suficientemente lejos para evitar ser arrastrados también por la persona. 

Si estás en una zona propensa a avalanchas, asegúrate de llevar y saber cómo usar el equipo de seguridad de avalanchas. Esto incluye un transceptor, dispositivo que emite señales de radio para localizar a las personas enterradas bajo la nieve; una sonda, un palo largo que se utiliza para localizar a las personas enterradas y una pala para excavar en la nieve. También es importante que todo el equipo esté en buen estado y en funcionamiento antes de salir a la montaña. 

Si una avalancha ocurre y te encuentras atrapado en la nieve, trata de mantener la calma. Lo más importante es tratar de mover las extremidades para crear espacio en torno a tu cuerpo. Si estás con otras personas, trata de comunicarte con ellas para saber si están bien y para coordinar los esfuerzos de rescate. 

Si tienes un transceptor, enciéndelo y asegúrate de que los demás también lo tengan encendido. Esto ayudará a los equipos de rescate a localizar a las personas enterradas. Si tienes una sonda, úsala para localizar a las personas enterradas. Si encuentras a alguien, excava inmediatamente la nieve con la pala. Si no tienes el equipo de seguridad, trata de escarbar la nieve con las manos y salir a la superficie lo antes posible. 

Una vez que hayas salido de la nieve, busca ayuda médica lo antes posible. Las personas que sobreviven a las avalanchas pueden sufrir lesiones graves, como hipotermia y lesiones en la cabeza. Busca ayuda médica incluso si no te sientes herido, ya que algunas lesiones pueden no ser evidentes inmediatamente. 

Después de sobrevivir a una avalancha, tómate un tiempo hasta la próxima salida para aprender de la experiencia. Reflexiona sobre lo que podrías haber hecho de manera diferente y cómo puedes evitar situaciones similares en el futuro. Este último paso, a pesar de parecer nimio, es uno de los más importantes de todos: y es que no hay mayor aprendizaje que el que se puede vivir en primera persona.