De profesión viajera: así es vivir recorriendo el mundo

Tras una experiencia reveladora en la conflictiva Centroamérica de los años 80, Cristina Morató abandonó su sueño de convertirse en reportera de guerra. Sin embargo, a través del periodismo y la escritura de libros ha satisfecho su gran pasión: viajar.

Tailandia, Cristina Morató

Parque nacional doi Inthanon en Chiang mai

/ tawatchaiprakobkit

1982. Con apenas 20 años, Cristina Morató (Barcelona, 1961) era una apasionada estudiante de periodismo en la Universidad de Bellaterra. Y tenía un único objetivo: convertirse en reportera de guerra. Así que, con ese arrojo que siempre le ha caracterizado, hizo el petate y viajó hasta Centroamérica como reportera freelance. En aquellos años, la zona era uno de los puntos calientes de la política internacional: El Salvador estaba inmerso en una guerra civil, en Honduras gobernaba la dictadura de Policarpo Paz García y en Nicaragua acababa de arrancar la revolución sandinista.

Iglesias de Lalibela, Etiopía, Cristina Morató

Iglesias de Lalibela. Etiopía es un país con una gran riqueza cultural. Morató considera que se trata de un destino infravalorado

/ Rudolf Ernst / ISTOCK

Nada más llegar a la región, Cristina Morató percibió que la realidad se interponía a su sueño. “Ya sobre el terreno”, recuerda, “cuando visité los campos de refugiados salvadoreños en Honduras, me di cuenta que dejaba la cámara de fotos a un lado y me ponía a ayudar a la gente. Un compañero me dijo: ‘Nunca serás una buena reportera de guerra; primero haz la foto, después ayuda’... Descubrí que no tenía estómago para este oficio, pero también descubrí que me encantaba viajar y conocer otras culturas. Así que seguí viajando para hacer reportajes de viajes, culturales y sobre la situación de las mujeres en el mundo”.

Ecuador, Cristina Morató

Ecuador. En la Amazonía ecuatoriana con un jefe de una tribu local. En esta zona viven nueve grupos indígenas diferentes.

/ Cristina Morató

Aparcado el sueño del reporterismo bélico, Morató se convirtió en una firma habitual en las revistas de viaje —VIAJAR incluido, por supuesto— y alcanzó la popularidad tras participar en numerosos programas televisivos durante los años 80 y 90. Al llegar el nuevo siglo, comenzó su carrera literaria, con la que aunó sus dos grandes pasiones: los viajes y la reivindicación de figuras femeninas olvidadas por la historia. Así nacieron Viajeras intrépidas y aventureras (2001), Las reinas de África (2003), Las damas de Oriente, grandes viajeras por los países árabes (2006) y Cautiva en Arabia (2009).

Himalaya, Cristina Morató

Himalaya. Uno de los referentes de Morató es Alexandra David-Néel, que en 1924 fue la primera occidental que consiguió entrar en la ciudad prohibida de Lhasa, en el Tíbet, tras recorrer 2.000 kilómetros a pie por el Himalaya disfrazada de mendiga.

/ Yumi mini / ISTOCK

Investigar y escribir sobre estas mujeres fue revelador: “Me sorprendió descubrir la cantidad de mujeres intrépidas y aventureras que han existido desde los tiempos más remotos y cómo han sido olvidadas por la historia a pesar de sus hazañas y grandes logros. Las más grandes viajeras, en su mayoría británicas, surgen en pleno siglo XlX, en una época en la que se creía que una mujer no estaba preparada ni física ni mentalmente.

Siria, Cristina Morató

Siria. Con camello en las ruinas de Palmira, donde está ambientado su libro Cautiva en Arabia.

/ Cristina Morató

Aquellas pioneras no contaron con el apoyo de las sociedades geográficas y sin embargo —la mayoría solas, y sin escolta— realizaron importantes estudios de campo entre tribus desconocidas, levantaron mapas y capturaron especímenes para los más importantes museos de historia del mundo. En sus travesías se enfrentaron a fieras salvajes, caníbales y un clima mortífero. Y encima las tachaban de ‘locas y excéntricas’. Todos mis libros son un homenaje a aquellas pioneras que nos abrieron el camino a las viajeras del siglo XXI”.

Viaje a la semilla

Han pasado 40 años desde aquel viaje iniciático a Centroamérica. En este tiempo, Cristina Morató ha visitado más de setenta países, ha publicado siete libros en solitario, ha entrado a formar parte de la Sociedad Geográfica Española y se ha convertido en un referente del periodismo de viajes. Con tanto mundo recorrido, ¿cuáles son los parajes que se encuentran más cercanos a su corazón? La respuesta, como se podía prever, tiene que ver con los recuerdos que evocan: “En 1997 me casé en la aldea maya deZinacantán en Chiapas, México, y creo que ese viaje se quedará para siempre en mi corazón. La ceremonia se celebró en su iglesia colonial y asistió mucha gente del pueblo luciendo sus mejores trajes tradicionales. Después del banquete, que se celebró al aire libre en medio de la plaza, un grupo de mujeres tejedoras me regaló un maravilloso huipil emplumado [vestido tradicional], una pieza de museo que conservo como un regalo muy especial”.

Tailandia, Cristina Morató

Tailandia. El tempo budista de Wat Arun, en Bangkok. Tailandia es uno de los países más queridos de la viajera.

/ ake1150sb / ISTOCK

Además de México, Tailandia también figura entre sus países más queridos. De hecho, en 2003 recibió el Premio Friend of Thailand, en reconocimiento a su labor de difusión del país a través del periodismo. “Fue el primer destino asiático que visité”, reconoce. “Yo era muy joven y fue un flechazo a primera vista. Es un país amable y hospitalario con el extranjero. Lo tiene todo: playas de ensueño, montañas habitadas por tribus, una gastronomía deliciosa, una refinada cultura, palacios, artesanías…”.

Antártida, Cristina Morató

Antártida. Entre los destinos que aún le quedan por conocer destaca la Antártida. Además de por su belleza natural, le atrae por haber sido el escenario de algunas de las expediciones más épicas de la historia.

/ mike_matas / ISTOCK

Los viajes también están sujetos a las modas. Por eso, siempre resulta interesante preguntar a una experta viajera por lugares que pasan inadvertidos pero que tienen mucho que ofrecer. Ante la pregunta acerca de esos lugares infravalorados, Morató lo tiene claro: “Pues hay muchos… Por ejemplo, Bolivia tiene algunos de los enclaves naturales más fascinantes del mundo pero la gente prefiere ir a Perú o a Brasil. También es el caso de Etiopía, que cuenta con el mayor número de monumentos declarados Patrimonio de la Humanidad por la Unesco y sin embargo los viajeros prefieren Kenia, Tanzania o Sudáfrica”.

Argentina, Cristina Morató

Argentina. El Valle de la Luna, en San Juan, es uno de los parajes más ‘marcianos’ que ha visitado. Es un área protegida con extrañas formaciones rocosas y mundialmente célebre por ser una importante reserva paleontológica.

/ edurivero / ISTOCK

Una de las virtudes de los grandes viajeros es su insaciable curiosidad. Por eso, a pesar de toda una vida dedicada los viajes, sigue en busca de nuevos destinos. Y, en este momento, tiene uno entre ceja y ceja: la Antártida. “Creo que navegar entre icebergs, glaciares y fiordos debe ser una experiencia única e inolvidable. Además me atrae por ser el ‘continente blanco’ y haber sido el escenario de algunas de las expediciones más épicas de la historia”. Morató siempre tiene el petate preparado.

Bolivia, Cristina Morató

Bolivia. En opinión de Morató, el país sudamericano es una de las joyas por descubrir en Sudamérica. En la imagen su capital, La Paz.

/ DC_Colombia / ISTOCK

Síguele la pista

  • Lo último