Heinz Stucke: la asombrosa historia del hombre que quiso verlo todo... en bicicleta

Más de cincuenta años de vibrante aventura en un viaje planetario

Heinz Stucke, ciclista
Heinz Stucke, ciclista / Anthony Atkielski

Existen personas cuyas vidas escapan de lo común, con historias a sus espaldas que valdrían como base para escribir varios libros de aventuras. Tal es el caso de algunos de los más célebres viajeros a lo largo de los tiempos, y si nos fijamos en la Edad Contemporánea no podemos dejar de destacar dos figuras relevantes, dos leyendas del sentir nómada que desafiaron a sus miedos para lanzarse a la conquista de sus sueños, pasando a los anales como las personas más viajadas de la Tierra.

Heinz Stucke, ciclista
Heinz Stucke, ciclista / Anthony Atkielski

Por un lado, el griegoBabis Biza, con cuarenta años de viajes a sus espaldas y cuarenta pasaportes en su haber; y, por otro lado, nuestro protagonista, el alemán Heinz Stucke. Un hombre excepcional que ha recorrido nuestro planeta montado en bicicleta a lo largo de más de 600.000 kilómetros durante cincuenta años seguidos. El «hombre que lo quería ver todo», como popularizó a través de su genial documental Albert Albacete, es una gran historia sobre dos ruedas…

Dejarlo todo y no regresar jamás

La vida de Heinz Stücke es, cuando menos, peculiar. A una temprana edad, tras un periodo de trabajo en prácticas en una fábrica, decidió salir al mundo a emprender un viaje con el horizonte temporal de un año. A su vuelta a la vida anterior en su ciudad natal, Hövelhof, pronto se dio cuenta de que no era para él y, con veintidós años, en noviembre de 1962, abandonó el hogar familiar para continuar con su periplo montado en su bicicleta marca Brompton de tres velocidades – a la que ha seguido siendo fiel durante toda su vida –.

Es así como empezó la aventura en sus ansias por recorrer el planeta y verlo todo, prolongando indefinidamente su viaje a lo largo y ancho del mundo. Ya en los años ochenta, con un gran bagaje a sus espaldas, se propuso conocer todos los países de la Tierra, siendo reconocido en 1995 por el Libro Guinness de los Récords como la persona que más ha viajado en bicicleta de la historia – si bien lo perdió tan solo cuatro años después -.

Heinz Stucke, ciclista

Heinz Stucke presentando objetos de sus viajes alrededor del mundo

/ Malenki

Tras casi cincuenta años pedaleando en cinco continentes, casi doscientos países y más de 600.000 kilómetros en sus piernas, regresó a Alemania. Y regresó con un sinfín de anécdotas y vivencias, algunas un tanto peculiares.

Durante sus viajes, se encontró con muchos peligros y padeció numerosas lesiones. En el desierto de Atacama, en Chile, fue atropellado por un camión. En Egipto unos soldados le golpearon hasta dejarlo inconsciente y en Camerún fue detenido por los militares por difamar al Estado.

Heinz Stucke, desierto de Atacama

Desierto de Atacama

/ olaser / ISTOCK

En Canadá, por ejemplo, fue atropellado y empujado a un río helado y en Zambia recibió un disparo en el dedo gordo del pe cuando estaba rodeado por cuatro “luchadores por la libertad” de Nkomos. Eso sin olvidarnos de que le robaron su bicicleta en más de cinco ocasiones.

Una vida dedicada al viaje y a la bicicleta

Con 81 años, en la actualidad Heinz Stücke siente que ha consumido su vida haciendo lo que más le apasionaba.

Tras volver a Hövelhof y afincarse en una casa prefabricada cedida por el ayuntamiento de la localidad, su avidez por conocer el mundo aún no se ha detenido. No obstante, su lista de destinos visitados se incrementó tras la primera gran etapa de viaje ininterrumpido, superando los 210 países y territorios.

Heinz Stucke, ciclista

La bicicleta con la que recorrió el mundo Heinz Stuckle

/ Malenki

Mientras, su compañera de aventuras, su inseparable bicicleta marca Brompton, ha sido su otra seña de identidad, siendo fiel tanto a este modo de ver el mundo como al carismático modelo que ha mantenido a lo largo de toda su vida a pesar de haber sufrido el robo de su transporte hasta en seis ocasiones.

Gracias a todo ello sigue siendo todo un ejemplo de inspiración para todas aquellas personas de espíritu aventurero. Su colección de más de 100.000 fotografías de sus viajes, así como su libro de memorias o sus famosos folletos editados periódicamente forman ya parte de la iconografía del mundo de los viajes.

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