Estas son las fechas en las que se vuela más barato a Francia

Nuestro vecino más querido, nuestro vecino más odiado, Francia, siempre un poquito por encima de nosotros, es uno de los destinos más visitados del mundo. Y, diría Sabina, “nos sobran los motivos”. La música, la historia, el patrimonio, la política, la literatura, la filosofía, la comida, el maldito croissant, París, Marsella, Lyon, Mbappé, Houellebecq, el vino, la guillotina, el queso, el acento, el gallo, la república, las boinas caladas, mayo, el 68, las universidades, los adoquines, la arena de playa, la revolución, Napoleón, De Gaulle, la resistencia, los bigotes, los pintores, París era una fiesta, Medianoche en París, los chefs, la alta cocina, en fin, la lista podría rodar hasta el final del artículo. Pero, una vez esclarecidos los muchos motivos por los que queremos ir, ahora toca saber cuándo, para que ahorrar en el vuelo nos permita invertir más dinero en lo anterior.

Evita el verano

Pasear por una ciudad colmada de otros turistas como tú no es el plan más ideal para unas vacaciones. Entonces: evitar el verano es imprescindible. Además, los precios en esas fechas se disparan. Por lo que, si tu intención es encontrar vuelos baratos, descarta julio y agosto, y empieza a trastear las webs en busca de viajes más económicos en junio o septiembre, en mayo y octubre, y así sucesivamente. Francia tiene planes para cualquier temporada del año. No te fallará vayas cuando vayas.

Evita los fines de semana

Si buscas vuelos para conocer París en primavera, en esta primavera floreciente, en ciernes, y los buscas en viernes o sábado… lo más probable es que te aprieten las tuercas y te cobren un buen porcentaje de más. Claro está, el trabajo asalariado no deja muchas más opciones que hacer una escapada durante el fin de semana. Pero aquí entran tus habilidades y mañas: consigue un par de días libres a mitad de semana, que empalmen con el finde y que puedas volver en lunes y, voilá, tu viaje se habrá extendido el doble y tus billetes se habrán abaratado probablemente la mitad.

Ir un miércoles, volver un lunes siempre es una buena idea. Además, las semanas así vuelan. Después de la reducción de la jornada laboral, deberíamos pedir un viaje a Francia al año para desconectar, aprender, culturizarnos y también y muy importante valorar lo que tenemos aquí, en nuestras fronteras: Madrid, Barcelona, tortilla, Sabina, Picasso, Cervantes… y la lista podría no acabar.