Los expertos advierten: el Imserso podría llegar a su fin

Viajar no es un lujo, es un derecho fundamental que todo el mundo debería poder vivir al menos una vez en la vida. Cuando viajas puedes descubrir nuevas culturas, tradiciones, gastronomías, arquitecturas y muchos elementos más. Está demostrado que recorrer el mundo reduce la depresión y eleva los niveles de felicidad de las personas, sin embargo, no todo el mundo tiene esta oportunidad.

Afortunadamente en la actualidad es muy fácil desplazarse de un destino a otro, pero esto no siempre ha sido así. Las personas mayores de nuestro país no pudieron viajar y descubrir el mundo, pero una vez que llega su jubilación si su economía se lo permite, desean salir a la calle y recorrer todos y cada uno de los lugares a los que siempre les habría gustado ir. 

Para ello lo más fácil es empezar por España, muchas personas han dedicado toda su vida a trabajar y no han podido conocer más allá de la provincia o comunidad en la que habitan. Además, las vacaciones eran un lujo que no muchos podían permitirse por lo que en ocasiones había personas que nunca habían visto el mar o no sabían lo que era hacer una maleta para disfrutar de unos días de relax. 

Un salvavidas conocido como Imserso

Como salvavidas para muchos jubilados que por fin tienen el tiempo y la oportunidad de viajar, surgió el Imserso (Instituto de Mayores y Servicios Sociales), una entidad que cuenta entre sus funciones con la intención de crear turismo social y viajes vacacionales para personas mayores de España. 

En los últimos años, la cantidad de personas que superan los 65 años en nuestro país ha crecido notablemente alcanzando la cifra de 9 millones. Si hablamos del nivel mundial, esta parte de la población supone un 10% del total y la cifra sigue en aumento. Por ello es importante crear entidades como esta para satisfacer las necesidades de aquellos que han trabajado toda la vida para que nuestra vida sea tal y como la conocemos. 

Los viajes del Imserso llevan en funcionamiento desde hace años, con ellos las personas mayores pueden viajar a cualquier parte de España en rutas organizadas con alojamiento, comidas y actividades que les permiten disfrutar de unas vacaciones y gozar de una vida social más amplia. Pero los expertos encargados del estudio de este tipo de viajes aseguran que el Imserso podría llegar a su fin muy pronto. 

Más costes para más variedad

Lamentablemente, este programa se encuentra algo estancado y no se han realizado muchos cambios en la gestión desde su creación. La escasa variedad de ofertas y la diversidad de las economías de aquellos que contratan este servicio está creando una serie de problemas que deben solucionarse para evitar el peligro inminente de desaparición. 

El principal problema radica en el hecho de que los jubilados de la actualidad tienen diferentes expectativas y demandas respecto a aquellos que utilizaban este servicio en los años 80. Ahora, aquellos que cuentan con una economía estable y elevada, desean que se realicen actividades de mayor calidad aunque suba el precio. En cambio, aquellos con pensiones más bajas no pueden asumir esos costes y solicitan reducciones en las tarifas. 

El desafío al que se enfrenta la organización, que debe resolver para evitar que el Imserso llegue a su fin, es la rigidez y la escasa flexibilidad en tarifas, destinos y actividades. La buena intención de mantener bajos costes accesibles para todo el mundo ha generado una disminución de la calidad y diversidad de los viajes. 

Es necesaria una reestructuración del programa y buscar alguna alternativa como la creación de viajes diferentes según el presupuesto de cada persona para evitar este tipo de problemas. Ofrecer una amplia gama de opciones de actividades y destinos con distintos presupuestos y calidad es una de las opciones que permitiría evitar el fin de una iniciativa tan interesante y que permite a las personas mayores disfrutar de unos días sin preocupaciones.