Descubriendo Q'eswachaka, el último puente inca que queda sobre la Tierra

Cada año esta espectacular construcción se crea de nuevo para mantener viva la esencia de esta civilización antigua.

Este puente es una maravilla única en el mundo.
Este puente es una maravilla única en el mundo. / Aga Khan (IT) | Creative Commons Attribution-Share Alike 4.0 International license.

El imperio inca, también conocido como quechua, fue una civilización que marcó un antes y un después en la historia de Sudamérica y cuyas construcciones se han mantenido durante cientos de años dejando sin palabras a todo aquel que tiene la suerte de conocerlas. Los incas habitaron los territorios de Ecuador, Perú, Bolivia, Colombia y parte de Chile y Argentina aproximadamente desde el siglo XV. Si todavía no te suenan, los conocerás por su capital sagrada, Cusco. 

Aunque los orígenes de esta espectacular civilización datan del siglo XII, no fue hasta años después cuando se dieron a conocer por la construcción de uno de los elementos arquitectónicos más importantes de nuestro planeta, Machu Picchu. Pero aunque ese sea su elemento más reconocible, los incas hicieron un sinfín de obras que se han perdido con el tiempo y que terminaron por desaparecer. 

Machu Picchu en Peru

Machu Picchu en Peru

/ tbradford / ISTOCK

Afortunadamente, algunas de esas construcciones han sobrevivido al paso del tiempo para gusto y disfrute de todos aquellos que desean visitarlo. Pero su supervivencia no se debe a la fe y a la magia, hay que agradecer a las personas que mantienen viva la esencia de estos elementos para evitar su desaparición. El mejor ejemplo de ello es un puente del imperio inca que es el último que queda en pie. 

El único puente inca que sobrevive al paso del tiempo

Al sur de la famosa Cusco, ubicado en un impresionante paraje natural por el cual fluye el río Apurímac, se encuentra un histórico puente conocido como Q’eswachaka. Situado a nada más y nada menos que 3.700 metros sobre el nivel del mar, esta obra de ingeniería del imperio inca cuenta con 28 metros de largo y 1,20 de ancho. Pero es mucho más que un puente y esconde una gran historia que merece ser contada. 

Estos puentes se utilizaban para comunicar ciudades.

Estos puentes se utilizaban para comunicar ciudades.

/ Leonard7hc | Creative Commons Attribution-Share Alike 4.0 International license.

Su nombre hace honor a su estructura ya que en la lengua local de los incas significa "puente de cuerda", como los materiales con los que está principalmente construído. La belleza e historia de este puente se remonta a más de cinco siglos atrás, pero su resistencia no es tan fuerte por lo que cada año se somete a una reforma integral. 

Aunque Q’eswachaka es el único puente que permanece sobre nuestro planeta, los incas crearon un sinfín de ellos como método de paso que les permitiera moverse por la compleja geografía de su tierra.

El imperio inca creó una inmensa red de rutas y caminos conocida como Qhapaq Ñan, con las que conectar sus ciudades más importantes separadas por la costa y la montaña. Igual que este puente, todas las construcciones se hacían a mano en un proceso muy costoso. 

Este puente se construye a mano.

Este puente se construye a mano.

/ Dominio Público

Una renovación anual

Este espectacular puente colgante está en el listado de Patrimonio Cultural Inmaterial de la UNESCO desde el año 2013. Pero como se ha mencionado anteriormente, su belleza y resistencia no son fortuitas, el puente se derrumba y construye de nuevo una vez al año para mantenerlo con vida. 

Cada mes de junio, cuatro comunidades de la zona se juntan para derrumbar el puente que levantaron el año pasado y comenzar el proceso de creación del nuevo. Para ello, dejan caer las cuerdas antiguas sobre el río que fluye por debajo para dar comienzo a una tradición que ha pasado durante años de generación en generación. 

Cada año mujeres y niños recolectan materiales para la nueva construcción.

Cada año mujeres y niños recolectan materiales para la nueva construcción.

/ Jarek Tuszyński | Creative Commons Attribution 4.0 International license.

La nueva construcción se realiza en una ceremonia en la que las mujeres y los niños del lugar comienzan recogiendo un material similar a la paja conocido como qoya-ichu y que sirve para la creación de los cimientos de este nuevo puente. Poco a poco, y con ayuda de grandes sogas que se entrelazan con tejidos típicos, los hombres lanzan una gran alfombra que forma la superficie del suelo del puente. 

Una vez se ha terminado de colocar la parte inferior del puente, el líder de cada comunidad da por finalizada la construcción anual del último puente inca que queda en nuestro planeta y comienza una celebración que dura varios días en la que todos los implicados en la elaboración del puente festejan con bebida y comida y esperan con alegría durante los próximos 12 meses para comenzar de nuevo. 

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