¿Es esta la calle más bonita del mundo? Lo descubrimos 'in situ'

En medio del bullicio de la capital de Grecia, Atenas, en el encantador barrio de Psiri, a solo unos pasos de la Plaza Monastiraki, se esconde un rincón mágico que ha ganado su merecido título como "La calle más bonita del mundo". Desde que pones un pie en la calle Ermou, te transportas a un mundo de fantasía. Uno de los íconos de la calle es el café “Little Kook” que, por supuesto, también desborda magia y arte.

El exterior de Little Kook es un espectáculo por sí solo. Decorado con una profusión de detalles extravagantes y coloridos, parece haber sido arrancado de un libro de cuentos. Las fachadas de las casas están adornadas con flores, guirnaldas, muñecos y elementos decorativos que cambian según la temporada. Durante la Navidad, el lugar se transforma en un paraíso invernal, mientras que, en verano, las decoraciones evocan un ambiente festivo y playero.

Al entrar en Little Kook, te sumerges en un mundo mágico aún más asombroso. Las habitaciones están decoradas de manera desbordante, con una atención meticulosa a los detalles. Cada rincón está lleno de sorpresas: lámparas de araña brillantes, espejos ornamentados, muñecos y figurines que cuelgan del techo, y mesas decoradas de manera única. Es como si hubieras cruzado un umbral hacia un reino de ensueño, hacia el reino de la fantasía.

Y a comer

Pero Little Kook no es solo un lugar para el deleite de los ojos. La oferta de pasteles y bebidas es igualmente impresionante. Los postres son exquisitos, desde pasteles y tartas hasta helados y batidos. Los nombres de los platos siguen la temática de cuento de hadas, como "Pastel de Caperucita Roja" o "Batido de Sirena". Además, cada plato se presenta de manera artística, lo que lo convierte en una experiencia asombrosa, tanto visual como culinaria.

La experiencia en Little Kook es completa gracias al personal amable y entusiasta. Los camareros están vestidos de manera extravagante y a menudo se unen a la diversión, interactuando con los clientes y haciéndolos sentir como si estuvieran en el escenario de un emocionante espectáculo teatral.

Así que, si alguna vez te encuentras en Atenas y deseas experimentar un mundo de fantasía, no puedes perderte la “calle más bonita del mundo”, ni Little Kook en el barrio de Psiri. Una experiencia que te transportará a un espacio de magia y emoción en pleno corazón de Atenas. Prepárate para vivir tu propio cuento de hadas.