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El pueblo más pequeño Albacete 61 habitantes, infinitos encantos

Un precioso pueblo de Albacete que sigue aguardado siglos de historia entre sus fronteras.

En la frontera de Albacete, cerca ya de la Comunidad Valenciana, resiste un pueblito con alma de Galia: Villa de Ves. Como si de un enclave indomable se tratara, este pueblo se enfrenta al embate de las grandes ciudades que todo lo arrasan. Con más de diez siglos a sus espaldas, quién sabe si Villa de Ves verá otro milenio, al igual que tú y yo, querido lector. Durante la pandemia se especulaba sobre un retorno al campo, un retorno a la vida tranquila y a la comunión con la naturaleza. Pero aquí estamos, peleando por un espacio en el metro cada mañana y por una mesa en una terraza cuando la primavera despierta. Hablemos, entonces, de este rincón escondido de Albacete.

Historia de Villa de Ves

Como tantos pueblos de la península ibérica, Villa de Ves ha sido testigo de una rica y cambiante historia. De origen católico, luego musulmán y nuevamente católico, sus piedras han presenciado siglos de mezquitas y árabes, de iglesias y cristianos. Aquí se libraron batallas y se forjaron historias mucho antes de ser escritas. Alfonso VIII, con o sin espada en mano, reconquistó esta plaza a principios del siglo XIII. Bajo el mandato de Alfonso X el Sabio, Villa de Ves se convirtió en villa en 1272.

Patrimonio y entorno natural

El Santuario del Cristo de la Vida, majestuoso en lo alto de un promontorio, ofrece vistas espectaculares del embalse de El Molinar, otro de los tesoros de Villa de Ves. El santuario combina bóvedas góticas y cúpulas barrocas, mientras que de su pasado árabe conserva un aljibe y una antigua necrópolis.

El embalse de El Molinar es ideal para deportes de aventura y actividades al aire libre. Aquí, los paseos se alargan, llenando los pulmones de aire limpio, lejos del aire contaminado de las ciudades. En este entorno puro, casi virgen, es fácil encontrar un lugar de calma, un refugio lejos del bullicio urbano. Con una población escasa de solo 61 habitantes, Villa de Ves ofrece una tranquilidad que invita a quedarse, a aprender de otros ritmos y formas de vida.

Villa de Ves, con su rica historia y entorno natural, es un lugar donde el tiempo parece detenerse. Es un rincón para aquellos que buscan algo más que la frenética vida moderna, un lugar para respirar, para reflexionar y, quizás, para descubrir un poco más sobre uno mismo.