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El pueblo de Guadalajara que parece sacado de una película Disney

Será difícil que no te quedes maravillado con este pueblo, con uno de los paisajes más fascinantes de España.

El cine ha alimentado nuestro imaginario con diversos lugares. ¿Quién no se ha imaginado leyendo al atardecer en una casa en la Toscana, rodeado de vastos campos de trigo, colinas suaves, caminos tranquilos, con una taza de té caliente y buena compañía al lado? ¿Quién no ha fantaseado con pasear por los campos de lavanda de la Provenza, capturando el infinito color violeta que emanan, respirando aire puro y revitalizante? Muchos de nosotros lo hemos hecho. Pero, ¿cuántas personas han soñado con hacer lo mismo en alguna de las dos Castillas? Este artículo trata precisamente de eso. De cómo los campos de Castilla y León pueden competir con los de la Toscana, y de cómo la lavanda de Castilla-La Mancha es tan o más intensa que la italiana. Tenemos lugares tan increíblemente hermosos que podrían haber inspirado a Disney para crear doscientas películas más. Así que nos dirigimos a Brihuega, un pequeño pueblo lleno de encanto.

Campos de lavanda en Brihuega

Campos de lavanda en Brihuega

/ Istock

Los campos de lavanda

En un rincón de la comarca de La Alcarria, un lugar profundamente literario e inspirador para muchos escritores, incluyendo al Nobel Camilo José Cela, quien escribió aquí su famoso "Viaje a la Alcarria", se encuentra Brihuega y sus campos de lavanda, que llenan de violeta cualquier paleta de colores. La lavanda, utilizada en perfumes y para capturar fotos memorables, alcanza su máxima belleza en primavera. A tan solo 100 kilómetros de Madrid (aunque no todo gira en torno a Madrid, muchos estamos aquí), podemos sumergirnos en la bucólica experiencia de pasear por estos campos y alejarnos del gris característico de la ciudad. Hasta julio o agosto, cuando se cosechan estas maravillas moradas, se pueden visitar. No me lo perdería por nada.

Una villa medieval

Si visitas Brihuega, no solo te llenarás de colores y aromas, sino que también podrás satisfacer otros intereses, como el arquitectónico. El pueblo está repleto de piedra, murallas e historia, mucho más de lo que podría describir aquí. A continuación, algunas pinceladas: fue escenario de batallas entre musulmanes y cristianos durante la conquista y la reconquista, lo que explica su imponente castillo, el de la Peña Bermeja, del siglo XI. En su interior, hay un cementerio con antiguas tumbas que resulta especialmente atractivo. También se puede encontrar un patio de armas que alberga una iglesia con mucha historia: Nuestra Señora de la Peña, una joya de estilo románico y gótico.

Por si fuera poco, en Castilla-La Mancha se come muy bien, y Brihuega no es la excepción. Prepárate para disfrutar de una buena comida, y quizás también de una siesta. No encuentro ninguna razón para no hacer este viaje. ¡Nos vemos en Brihuega!