5 secretos de los aeropuertos que todos los viajeros deberían conocer

Para muchos viajeros el aeropuerto es un mero trámite por el que hay que pasar antes de llegar a destino. Aquellos que viajan de forma frecuente están acostumbrados y ya han ido adquiriendo experiencia a la hora de elegir la fila más rápida para pasar el control de seguridad o saben cómo disponer de agua potable sin pagar una fortuna por una botella.

Más allá de las personas que se conocen algunos aeropuertos como la palma de su mano, lo cierto es que son complejos de gran envergadura que poseen cierto misterio debido, principalmente, a las numerosas zonas cerradas al público.

Que muchas zonas de los aeropuertos estén vetadas a los viajeros se debe, principalmente, a motivos de seguridad, ya que son lugares en los que se concentra un gran número de personas de infinidad de nacionalidades y son puntos considerados calientes en la lucha contra el terrorismo internacional.

Para que los aeródromos se conviertan en lugares que nos hagan sentir seguros, nada mejor que conocer algunos de sus enigmas y aquí te ofrecemos los 5 secretos de los aeropuertos que todos los viajeros deberían conocer.

Son cada vez más los aeropuertos que ofrecen una experiencia viajera dentro de sus propias instalaciones, ya que organizan tours para que los viajeros conozcan desde las zonas accesibles para los viajeros hasta otras que están cerradas al público. Averiguar qué aeropuertos llevan a cabo estas iniciativas requiere algo de tiempo, ya que hay que investigar en la web del propio recinto o en la de la empresa que se encargue de la gestión de los aeropuertos de un país. En el caso de España, por ejemplo, podríamos revisar la web de AENA.

Y precisamente en la web de AENA se ofrece información sobre las diferentes visitas culturales que se llevan a cabo en el Aeropuerto Josep Tarradellas Barcelona-El Prat con el objetivo de dar a conocer el entorno aeroportuario y los diferentes procesos que en él se desarrollan. Hasta 4 tours diferentes permiten al viajero descubrir el Centro Cultural Aeronáutico, pasear por las pistas (en bus, eso sí) o ver la exposición sobre la historia del aeropuerto. 

Ya todos conocemos las diferentes medidas de seguridad que se tienen que cumplir escrupulosamente en los aeropuertos. Más allá del control de líquidos o las medidas que estipulan las compañías de cara a no facturar, lo cierto es que pasar el control de seguridad puede ser un momento algo tenso.

Cada centro de operaciones marca sus normas. En Madrid, por ejemplo, vas a tener que quitarte el calzado si llevas botas, mientras que en otros lugares ya no es necesario. También hay que quitarse los elementos metálicos y abrigos de cara a pasar el arco de seguridad, pero… ¿y por qué me ha pitado a mí la alarma? El viajero debe saber que el sistema de alarma es aleatorio con el fin de que los encargados de velar por nuestra seguridad no se despisten. Por ello, si te salta la alarma, tendrás que pasar un control de drogas y explosivos en el que una banda de papel que te pasen por las manos indicará si has manipulado elementos prohibidos.

Hay aeropuertos que son muy pequeños y que, incluso, solo están abiertos a determinadas horas del día (en las que llegan o salen vuelos), mientras que otros son auténticas moles que permitirían correr un maratón en su interior. Para estos últimos, existe un servicio de accesibilidad que, seguramente, hayas visto en alguna ocasión. Sí, hablamos de los carritos que transportan a personas con dificultades de movilidad o TCP que acompañan a menores hasta que acceden al avión.

Y, volviendo a los aeropuertos españoles, debemos saber que Aena dispone del servicio de asistencia Sin Barreras, pero también cuenta con un distintivo para las discapacidades invisibles, como las relacionadas con el trastorno del espectro autista (TEA). Para intentar reducir el estrés y ansiedad que pueden sufrir estos pasajeros durante los procesos de salidas y llegadas, el uso de este distintivo es clave, ya que, en caso de necesidad, el personal del aeropuerto estará al tanto de la discapacidad y sabrá cómo ayudar.

Si sientes la necesidad de rezar a una hora concreta en la que estés en el aeropuerto, debes saber que algunos cuentan con recintos adaptados a las diferentes religiones. Existen capillas, salas habilitadas como mezquitas y otras interconfesionales para que cualquier practicante (de la religión que sea) pueda orar si así lo desea.

Es más, en el caso de la Iglesia Católica existe una Asociación Internacional de Capillas en la Aviación Civil (IACAC) formada por 43 países. Y, como ejemplo, tenemos el aeropuerto Adolfo Suárez Madrid-Barajas, que cuenta con tres capillas cristianas (Nuestra Señora de Guadalupe, Nuestra Señora de Loreto, y Santiago Apóstol), dos mezquitas y dos oratorios/salas multiconfesionales. También hay espacios religiosos en Alicante, Barcelona, Málaga, Sevilla, Tenerife Sur y el aeropuerto de Gran Canaria.

Y, por último, os traemos un secreto que se trata, más bien, de una curiosidad. ¿Sabíais que existen halconeros en los principales aeropuertos del mundo? Como os podréis imaginar, estos trabajadores son los encargados de controlar a los halcones que sobrevuelan los aeropuertos. 

El uso de los halcones permite conservar la fauna de los ecosistemas aeroportuarios con la seguridad aeronáutica. Y es que, gracias a la presencia de estos animales, el resto de aves evita sobrevolar el aeropuerto y no cruza su trayectoria con la de los aviones, evitando así cualquier tipo de accidente. Estos halconeros aplican la cetrería de manera intensiva y continuada en un determinado espacio, tal y como hacen, por ejemplo, en el campo de vuelo del aeropuerto Josep Tarradellas Barcelona-El Prat.