El truco de la botella de agua en el aeropuerto: apréndetelo para tu próximo viaje

Viajar en avión se ha convertido en una actividad rutinaria para mucha gente. Por trabajo o por placer, cada día miles de personas en todo el mundo se suben a un avión para llegar a sus puestos de trabajo, acudir a reuniones o coloquios laborales o, con suerte, para pasar un fin de semana de desconexión y relax. Y aunque hay casi tantos tipos de viajeros como personas, todos tienen algo en común: deben pasar por los controles del aeropuerto.

Cada día la tecnología más puntera se va instalando en aeropuertos de todo el mundo con el fin de agilizar el proceso de embarque o el paso del control de seguridad. Una muestra es el sistema de reconocimiento facial que ya se ha instaurado en algunos aeródromos y que consigue que le viajero no tenga que estar enseñando su documentación cada dos por tres. Y, otra cosa que puede facilitar mucho la vida a todos aquellos que tienen que coger un avión, es descubrir el truco de la botella de agua. Un tip que servirá para que ahorremos unos cuantos euros.

Líquidos en los controles de seguridad del aeropuerto

Una importante novedad que va a suponer una verdadera revolución a la hora de viajar es la que nos permitirá no tener que sacar los líquidos de la maleta o la mochila de viaje. Y también tenemos que esperar para descubrir si cambia la limitación en cuanto a la cantidad de líquido permitido en la cabina de un avión sin necesidad de que se facture. 

Es bastante habitual ver largas filas en los controles de seguridad del aeropuerto de gente que está tirando sus botellas de agua (esas que habían comprado a un precio medio decente en el supermercado) a los contenedores de plástico, puesto que exceden las medidas de líquido permitidas. Un gesto que puede resultar bastante doloroso para el bolsillo cuando, una vez pasado el control, tengas que comprar la misma botella, pero a un precio tres o cuatro veces mayor.

El truco de la botella de agua

Si quieres que esto no te vuelva a pasar, la cosa es más sencilla de lo que imaginas. Compra una botella de agua y bébetela antes de llegar al aeropuerto o bien lleva contigo un termo reutilizable vacío. A la hora de pasar el control no tendrás ningún problema y, una vez que estés en la zona de embarque, podrás rellenar la botella o termo en cualquiera de las fuentes que suelen estar disponibles por toda la terminal. 

Con este sencillo tip (que de lo tonto que es suele pasar desapercibido para muchos viajeros) conseguirás ahorrar unos cuantos euros y estarás evitando un desperdicio de agua innecesario. Un pequeño gesto que te ayuda en tu economía y, de paso, también ayuda a no acabar con los recursos del planeta.

En definitiva, la próxima vez que viajes, no te olvides de llevar contigo una botella de agua vacía para poder pasar el control sin problemas y que no te falte hidratación cuando estés a 12.000 pies de altura.