Qué hacer con 50 euros en Roma: desde un paseo en bote en Villa Borghese hasta un aperitivo romano

Roma es una de esas ciudades que te toca el alma, que te sacude, que te pone la cabeza del revés al descubrir los imponentes monumentos que siguen en pie desde hace siglos.

Y, al estar en la lista de las grandes capitales europeas, uno podría pensar que sus precios puedan llegar a ser desorbitados. Es cierto que, si no se cuenta con un presupuesto ajustado, el viajero tendrá un completo abanico de opciones y posibilidades que le permitirán disfrutar del auténtico estilo de vida italiano. Ahora bien, si se va con lo justo, es una ciudad amable con el turista, ya que permite ser descubierta a fondo sin un gran dispendio económico.

50 euros en Roma dan para mucho. Incluso ese presupuesto es más que suficiente para poder conocer la ciudad, realizar las comidas básicas y darse algún que otro capricho en forma de helado o zumo de naranja.

Lo que más nos gusta de Roma es que la mayoría de sitios de interés pueden verse de forma gratuita. Es cierto que entrar en el Coliseo requiere de un ticket de entrada, pero acercarnos hasta las inmediaciones nos puede dar una idea bastante certera de lo que se esconde en su interior. Y lo mismo pasa con el Foro Romano. Para pasear por allí se necesita pagar la correspondiente entrada, pero hay varios miradores (gratuitos) que te permiten contemplarlo al completo. Uno de ellos lo encontramos si atravesamos la Plaza del Campidoglio.

Qué ver en Roma: muchas iglesias y el Panteón

Las iglesias son uno de los grandes atractivos de la Ciudad Eterna y no cuestan dinero. No podemos decir lo mismo del Panteón, ya que desde el año pasado cobra entrada a sus visitantes.

Comer en Roma puede resultar caro si nos decantamos por los restaurantes más lujosos o en los lugares más turísticos, pero también se puede comer la mejor pasta por menos de 10 euros y al ladito del Vaticano.

Con un presupuesto limitado también es aconsejable barajar la opción de moverse en transporte público y dejar los autobuses turísticos para otra ocasión. Hay líneas que recorren los principales puntos de interés de la ciudad (como el número 40) y a un precio bastante económico. El biglieto integrato a tempo cuesta 1,50 euros y tiene una validez de 100 minutos desde que se valida. Otra opción es comprar un pase de 24 horas que te permitirá utilizar ilimitadamente cualquier medio de transporte municipal por un precio de 7 euros.

Miradores en las 7 colinas de Roma

En miradores para poder disfrutar el skyline de la Ciudad Eterna tampoco deberías gastar nada. En la misma Piazza Venecia puedes subir al conocido como Altar de la Patria para obtener una buena perspectiva tanto del Foro como de la Via dell Corso. Además, puedes acercarte a alguna de las 7 colinas de Roma, para descubrir diferentes paisajes. Desde la terraza del Pincio, en el Quirinal, se tiene una vista perfecta de la Piazza del Popolo, mientras que si subes la escalinata de la iglesia Trinità dei Monti, tendrás bajo tus pies la mismísima Plaza de España.

Otro plan alternativo que resulta bastante económico es dirigirte hasta Villa Borghese. Allí vas a poder disfrutar de un agradable paseo entre fuentes históricas y esculturas de personajes como el famoso poeta y dramaturgo ruso Aleksandr Puškin, Goethe o Lord Byron, aunque esta última es una copia de la original que se encuentra en la biblioteca del Trinity College de Cambridge.

La Galería Borghese también es una visita muy recomendada, ya que se pueden admirar obras de Bernini, Rafael o Caravaggio. Y si da la casualidad de que te encuentras en la ciudad el primer domingo del mes, debes saber que la entrada es gratuita hasta alcanzar el límite de capacidad máxima del museo. Y, como colofón final, puedes dar un romántico paseo en bote de remos por el estanque ya que una entrada de 20 minutos cuesta menos de 10 euros.

En definitiva, puedes conocer la Ciudad Eterna a fondo si tienes un presupuesto limitado, ya que los principales puntos de interés son gratuitos. Y, si puedes permitirte algún gasto, hay museos (como los Vaticanos) o la visita al Castillo de Sant’Angelo que bien merecen rascarse el bolsillo.