La red velvet originalmente no era roja: historia de un mito

Descubre la verdadera historia de la red velvet y cómo consiguió su tonalidad rojiza.

Red velvet

Red velvet

/ mayina / Istock

La red velvet es un icono de la repostería estadounidense. Con sus gruesas capas de bizcocho rojo, alternadas con finas líneas blancas de crema de queso, es también uno de los más llamativos visualmente. Sin embargo, la receta original de este postre conseguía un color totalmente diferente al actual porque no existía el colorante. Al estar basado en chocolate suave y crema blanca, esa tonalidad rojiza tan solo se podía conseguir añadiendole un toque de tinte rojo 40. De hecho, muchos reposteros consideran que el pastel no se siente igual de bien si no lleva ese toque de colorante, aunque este realmente no aporte sabor ninguno.

Cocinado de la red velvet

Cocinado de la red velvet

/ Lorado / Agencia iStock

Las recetas de la red velvet actual surgieron por primera vez a finales del siglo XIX, aunque por aquel entonces se lo conoció como pastel aterciopelado. Su suave textura, debido al uso de trigo suave o almidón de maíz para reducir el gluten, provocaba que tuviera una textura muy suave en boca. De hecho, la primera referencia a esta tarta que aparece en un libro de cocina data del 1873.

Decoración de una red velvet

Decoración de una red velvet

/ Lorado / Agencia iStock

El color rojo apareció... por accidente

No obstante, el color rojo que adquirió después fue un accidente. Los agentes de fermentación de principios del siglo XX interactuaron con el cacao de una manera que provocaba un tono rojizo. En aquella época, el cacao en polvo era más ácido y reaccionaba con el bicarbonato de sodio, produciendo esa pigmentación tan peculiar. Como el cacao de orígen holandés no producía ese color, la gente empezó a añadirle colorante para que sus tartas tuvieran ese aspecto tan peculiar.

Red velvet decorada

Red velvet decorada

/ Lorado / Agencia iStock

Poco tiempo después, la red velvet tal y como la conocemos, con su bizcocho rojo y su glaseado blanco, empezó a extenderse por el mundo. Si bien el primer recetario que publicó esta receta con colorante se publicó en 1948, no fue hasta el 1951 cuando un medio de Texas se hizo eco de la existencia de esta nueva variante.

Cupcakes red velvet

Cupcakes red velvet

/ Synergee / Agencia iStock

Pero su evolución fue a más. El bizcocho rojo empezó a incluir su glaseado de queso crema a partir de 1970, dándole un aspecto aún más atractivo. Desde entonces, el bizcocho de terciopelo rojo rubí evolucionó definitivamente en la red velvet actual. Gracias a su popularidad, se ha aprovechado la misma receta para hacer cupcakes y así poder venderlos en porciones individuales.

Ración individual de red velvet

Ración individual de red velvet

/ sandoclr / Agencia iStock

Finalmente, el paso del tiempo ha dejado claro que el tono rojizo de la red velvet es totalmente artificial, por lo que muchos panaderos y reposteros han intentado conseguir que tenga un aspecto más natural. Con remolacha y vino tinto, han jugado con la receta para que el bizcocho adquiriera un tinte natural, aunque más sutil. Si bien es cierto que estas variantes no gozan de tanta popularidad, hoy en día ya existen colorantes naturales para teñir tus pasteles de rojo, siendo esta una alternativa mucho más sana.

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