El nuevo restaurante top de Gijón solo atiende a 12 comensales y acaba de conseguir una estrella Michelín

Tan solo 12 comensales, distribuidos en 5 mesas alrededor de la cocina central, pueden disfrutar de cada servicio en el restaurante Marcos, en Gijón. Con un servicio así de reducido, uno puede imaginarse que esta nueva apuesta de Marcos Granda está basada en la excelencia. Y solo han hecho falta unos meses de rodaje para que la Guía Michelín se lo haya reconocido y le haya otorgado una estrella.

El espacio, situado en la Calle Cabrales, 76, es íntimo y de gran calidez, gracias a sus maderas nobles, chimeneas e iluminación tenue. Eso sí, la joya de la corona es su bodega, con más de 750 referencias nacionales e internacionales imposibles de encontrar en otro lugar.

En esta aventura, Granda se ha rodeado de varias piedras angulares. Por un lado, cuenta con Covadonga Fernández, como jefa de sala y, por otro, con Marcos Mistry (jefe de Investigación y Desarrollo del grupo Marcos Granda) a los fogones. Ella viene del restaurante Ayalga (Ribadesella), mientras que Marcos cambia el paisaje de Marbella (trabajaba en Skina) por la ciudad asturiana.

En Marcos no hay carta, tan solo dos menús para deleitarse. Su Menú Mediodía, por un precio de 79 € y el menú Una vuelta a lo esencial, disponible por la noche (119 €). El maridaje no está incluido en el precio, pero con una bodega como la que atesoran, resulta casi una herejía no regar el festín con alguno de sus caldos.

La esencia del restaurante Marcos la encontramos en la cocina asturiana. Pero, ojo, que el comensal no se va a encontrar con las recetas de siempre ni con una interpretación muy retorcida de estas. Lo que se propone es una cocina de autor basada en productos de temporada.

Productos de temporada

Con la máxima frescura y calidad, el comensal disfrutará antes de llegar a la sala de creaciones, donde los encurtidos y el queso curado asturiano servirán para abrir boca junto a unas deliciosas setas y pulpo a la brasa. Ya en la sala principal, se degustan platos como Lubina a la brasa beure blanc de sidra, Cordero con yogurt y curry de ajo negro o Calamar con albóndigas de secreto ibérico, entre otros. En la parte dulce, un postre como Vacherin con pera, fruta de la pasión y lima o un árbol de manzanitas, cerrarán la parte dulce de este festín.

Acudir a Marcos es una experiencia sin igual, pero no solo a nivel gastronómico. El gusto y mimo puesto en cada detalle resulta fundamental. De hecho, el poco aforo permite a Granda tener controlado absolutamente todo, desde la vajilla o las piezas de arte que decoran el local hasta la música que suena de fondo. De ahí, que ya le empiecen a conocer como 'el rey Midas' de las estrellas Michelín.

Meteórica trayectoria

Granda aprendió el oficio de su padre y ya, de adolescente, trabajó en el restaurante familiar. Posteriormente, se formó en la Escuela de Hostelería de Gijón y en sumillería en la Cámara de Comercio de Madrid. Y de ahí, tras diversas formaciones y stages con los chefs más reputados, se instaló en Marbella, donde en 2004 abrió su primer restaurante, Skina.

Cinco años más tarde conseguía su primera estrella Michelín y, desde entonces, no ha parado de crecer... Skina y Nintai en Marbella, Clos, en Madrid y Ayalga en Ribadesella, atesoran cinco estrellas que respaldan esta nueva apertura en Gijón que ha despertado gran interés entre el público foodie.

Marcos es el recuerdo de los sabores primordiales de Asturias a través de la alta gastronomía, basada en la esencia de su cocina y sus productos fundamentales. Una experiencia privilegiada, acogedora y 100% asturiana.