¿Qué es el cuy y dónde se come?: una joya culinaria de la gastronomía andina

Un animal que nunca pensarías en comerte, ¿o sí?

Un plato que jamás pensarías probar...
Un plato que jamás pensarías probar... / Istock / RuslanaQuispe

Bajo la sombra de los Andes, en las tierras donde la brisa acaricia los campos, el cuy es un tesoro nutricional con raíces entrelazadas en la historia y la cultura. Este roedor, conocido por diferentes nombres como conejillo de indias, cobayo, curi o simplemente cuy, es más que una fuente de alimentación en América del Sur; es un vínculo con el pasado y una mirada a la esencia de las comunidades que lo crían.

El cuy como testigo del tiempo

A lo largo de los siglos, el cuy ha caminado junto a las comunidades andinas, siendo un testigo mudo de los cambios y las continuidades. Su valor nutricional, enraizado en su dieta herbívora, lo convierte en una fuente rica en proteínas, especialmente en regiones como Bolivia, Perú, Ecuador y el sur de Colombia. Más que un simple manjar, el cuy se erige como una columna vertebral en las mesas de estas comunidades.

La cocina andina, impregnada de sabores auténticos, encuentra en el cuy una joya culinaria. Su preparación, meticulosa y arraigada en la tradición, refleja la conexión intrínseca entre la tierra y la mesa. Asados, guisados o preparados de formas más intrincadas, los cuyes dan vida a platos que cuentan historias de generaciones pasadas.

Realmente es un plato delicioso

Realmente es un plato delicioso

/ Istock / Al Gonzalez

Al explorar la historia del cuy, descubrimos su domesticación hace aproximadamente 2.300 años. En los relatos de los cronistas de indias en 1547, el cuy aparece en los inventarios enviados a la Corona Española, mencionado como un pariente del "chanchito de la india". Esta comparación con los cerdos revela la percepción de la época, donde los animales eran criados y engordados con un propósito: satisfacer las necesidades culinarias de las comunidades.

La economía que se mueve entre sus patas

En la actualidad, el cuy no solo se alza como un plato en la mesa, sino como un actor económico en las regiones andinas. La cría y comercialización de estos roedores no solo abastece a las familias con una fuente de proteínas, sino que también se ha convertido en una fuente de ingresos en el tejido económico local. Los mercados locales, donde el cuy cambia de manos entre productores y consumidores, son puntos de encuentro donde se entrelazan las necesidades nutricionales con los vínculos comunitarios.

Un buen impulso para la economía de las regiones andinas

Un buen impulso para la economía de las regiones andinas

/ Istock / Janek

En las mesetas andinas, el cuy no es solo un alimento; es la síntesis de la vida, la historia y la tradición que se despliega en la mesa. Su presencia, arraigada en la tierra que le da vida, crea una armonía única entre la naturaleza, la cultura y las necesidades humanas. Desde la domesticación hasta la economía local que se teje entre sus patas, el cuy es más que un plato suculento; es un lazo que une a las comunidades andinas con su pasado y futuro en cada bocado.

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