7 joyas casi secretas del Jónico y el Egeo

Syros, la sorpresa de las cícladas.

Syros, la sorpresa de las cícladas

En un archipiélago donde se encuentran dos de las islas más conocidas y visitadas de Grecia, Mikonos y Santorini,Syros aporta un refrescante toque de autenticidad.

La capital administrativa de las Cícladas no tiene el turismo como único cultivo y mantiene una vida propia independientemente de la temporada. Su capital, Ermoupolis, esuna de las ciudades insulares más interesantesde Grecia. Antes de su fundación, en el siglo XIX, Syros era una isla olvidada y acosada por los piratas, con la particularidad de ser un enclave católico en una región mayoritariamente ortodoxa. Pero la guerra de la independencia (1821-1829) trajo a la isla multitud de refugiados griegos que escapaban de la represión del imperio otomano y que, junto a los nativos, construyeron "la ciudad de Hermes" y la convirtieron en elpuerto más importante de Grecia.

Ermoupolis refleja ese esplendor, ya perdido, en un bello trazado urbano que se despliega por una colina sobre el mar a modo de anfiteatro. La arquitectura neoclásica brilla con opulencia en laPlaza Miaouli, en elTeatro de la Ópera, que emula a laScala de Milán, o en elbarrio de Vaporia, donde tenían sus mansiones los armadores y capitanes del puerto.

La ciudad cuenta además con una animada escena gastronómica respaldada por losexcelentes productos locales. Syros es famosa por sus loukoumia (delicias turcas), por quesos como el de San Michalis y, por supuesto, aunque esto lo comparte con otras islas, por su excelente pescado.

El esplendor burgués de Ermoupolis contrasta con el laberinto de callejuelas de Ano Syros, el asentamiento católico medieval encaramado en la colina de enfrente. Ano Syros premia el esfuerzo que suponen sus empinados callejones, sustituidos en ocasiones por escaleras, con varios monumentos destacados como la Catedral de San Jorge y con la belleza general de sus casas encaladas con puertas y ventanas pintadas de azul. El interior de la isla, árido y poco poblado, ofrece oportunidades de soledad poco frecuentes en las Cícladas.

Las playas, generalmente ligadas a pueblecitos de pescadores, están en una clave similar. Ninguna es la mejor de Grecia, pero fascinarán a quienes busquenel disfrute tranquilo y el ambiente auténtico de las islas griegas.

La cuna de Vamvakáris, el Gardel del rebetiko

El rebetiko, conocido como el blues griego, comparte orígenes con el tango en la mezcla de culturas y en la vida de los puertos y los barrios bajos. También temáticas: amor, alegría, penas... Syros reivindica su papel como cuna de la mayor figura del rebetiko, Márkos Vamvakáris, nacido en 1905 en Ano Syros, donde cuenta con un museo. Para hacerse una idea de la importancia de este artista, Theodorakis dijo sentirse una rama del árbol que fue Márkos. Frankosyriani, su canción más famosa, es la culpable de que muchos griegos reciten de memoria los pueblos de la isla: Finika, Parakopi, Galitsa, Delagratsia...

Hoteles urbanos y de playa

Algunos de los mejores hoteles de la isla están en edificios históricos del centro de Ermoupolis. El Boutique Hotel Ploes (www.hotelploes.gr) ocupa una mansión del siglo XIX elegantemente restaurada. En la gama alta de precios.

En otra bella mansión se encuentra la conveniente Lila Gesthouse (www.guesthouse.gr). Lila, el dueño, ejerce de encantador anfitrión para sus tres suites y tres amplias habitaciones, con una cuidada decoración y muy bien equipadas. Además, el desayuno es espectacular.

Para disfrutar de la playa, en Galissas, el Hotel Benois (www.hotelbenois.com) es una económica, pero acogedora opción. Habitaciones modernas y espaciosas, desayuno con mermelada casera y bonita piscina.

Con 227 islas habitadas en dos mares, el Jónico y el Egeo, Grecia tiene mucho más que ofrecer que el puñado de las más conocidas y visitadas. Bajo el manto de la masificación perviven paraísos naturales como Zakhyntos, la playa más bella de Grecia, y Cefalonia, la mayor y más verde de las islas jónicas; ciudades históricas y cotidianas como Ermoupolis, también conocida como "la ciudad de Hermes", en Syros; santuarios religiosos como Patmos, la isla del apocalipsis; entornos tradicionales como Lesbos; o simplemente retiros ideales como la salvaje y romántica Folégandros y Skópelos, la isla de "Mamma Mia". ¡Descúbrelas!

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