5 balnearios donde reponerse de las fiestas
Ya sea antes de los grandes festines navideños o después de ellos nuestro cuerpo necesitará a buen seguro recuperarse de tantos excesos.

Reponer fuerzas, adelgazar o sencillamente descansar cuerpo y mente es posible en estos cinco balnearios.

Solares
Una densa mancha de árboles centenarios rodean el balneario de Solares a solo veinte kilómetros de Santander. Sus aguas fueron declaradas de utilidad pública en 1828. Desde entonces su balneario ha sido destino de grandes familias, y su hotel y dependencias han visto pasar a buena parte de los personajes más importantes de la España del XIX y de principios del XX. Las aguas que brotan del manantial de Fuencaliente están especialmente indicadas para problemas digestivos y metabólicos. Su hotel sigue guardando el aroma de señorío que lo caracterizó en sus mejores tiempos. En la actualidad, sus aguas se embotellan también como aguas minerales bajas en sodio.

Lanjarón
Desde 1760 hay noticias de los beneficios de las aguas de Lanjarón. Pero será a lo largo del siglo XIX cuando su fama se extienda más allá de Sierra Nevada y de la comarca de las Alpujarras, donde está ubicado el pueblo que le da nombre y las seis fuentes de las que mana el agua que nace de las entrañas del macizo montañoso más alto de la península ibérica. En Lanjarón tomaron las aguas Virginia Wolf, Bertrand Rusell, Manuel de Falla o Federico García Lorca. Su edificio, una de las mejores muestras de la arquitectura neomudéjar andaluza, acoge las salas de tomas y baños. Dependiendo de su mineralización sus aguas son depurativas, digestivas o diuréticas.

Las Caldas
Es uno de los más reconocidos balnearios del norte peninsular, una suerte de modernidad, confort y encanto. El Gran Hotel Las Caldas, donde todo rezuma lujo y buen gusto, abre sus puertas en la antigua casa de baños que se construyó en 1776. Sus aguas tienen múltiples indicaciones y sus responsables médicos han diseñado diferentes programas de salud que combinan los beneficios del balneario clásico con las últimas tendencias del bienestar y la salud. Sus espacios abovedados de estilo barroco permiten tomar diferentes baños en sus piscinas, saunas y salas de vapor. El hotel, además, es un remanso de silencio y sus restaurantes temáticos de cocina ecológica complementan los beneficios de las aguas.

Villa Padierna Thermas Hotel
Pontificado desde época de Julio César, el balneario de Carratraca posee aguas sulfurosas, cálcicas y magnésicas que viajeros de todos los tiempos calificaron de milagrosas. En ellas tomaron baños Fernando VII o Eugenia de Montijo y desde que forma parte de Villa Padierna Collection las termas son un recinto de lujo, bienestar y sofisticación donde todos sus programas de salud buscan la reparación de cuerpo y mente. El hotel boutique con poco menos de cincuenta habitaciones posee restaurantes de cocina orgánica considerados entre los mejores de Andalucía.

La Toja
Nada turba la paz en la isla de La Toja. Sus aguas están declaradas de utilidad pública desde el año 1868 y su hotel ha sido destino de las grades familias de la burguesía desde su apertura a principios del siglo pasado. La Toja es sinónimo de refinamiento, silencio, bienestar y salud. Sus aguas están indicadas para numerosas afecciones digestivas y pulmonares, pero el balneario buscó desde hace décadas ir más allá y proponer a sus clientes terapias de descanso que combinan el poder curativo de sus fuentes mineromedicinales con las talasoterapia, las algas y barros termales.
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