13 experiencias que hay que vivir en Riviera Maya

Chichén Itzá, declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 1988, obtuvo el galardón de Maravilla del Mundo en 2007.

En su obra maestra, Que viva México, Serguéi Mijálovich Eisenstein mostró la imagen más idílica de la actual Riviera Maya como el último reducto del indigenismo mexicano sin contaminar. El territorio de los antiguos mayas es un inmenso manto verde salpicado de leyendas que, aquí, siguen vigentes. Los vestigios arqueológicos envueltos en el misterio brotan como por ensalmo entre la selva tropical. Más allá, el intenso azul turquesa del Caribe esconde el segundo arrecife de coral más largo del mundo. En la Riviera Maya se produce el abrazo de los siglos entre la ceiba y la piedra. La imaginación vuela por su cuenta en este rincón del planeta habitado por un pueblo, el maya, amigable y orgulloso de su pasado. Convertida en destino turístico en el año 1999, la Riviera Maya se halla dividida a efectos prácticos en dos zonas a partir de Playa del Carmen y hasta Cancún, por el norte, y Tulum Pueblo, por el sur. Hoy es uno de los destinos turísticos más populares del mundo y ofrece un buen ramillete de experiencias y planes para disfrutar plenamente del Caribe más auténtico.

En la foto: Chichén Itzá, declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 1988, obtuvo el galardón de Maravilla del Mundo en 2007.

La Riviera Maya mexicana se extiende a lo largo de la costa oriental de la Península de Yucatán, en Quintana Roo. Esta atractiva región de 120 kilómetros cuadrados, que abarca desde el sur de Cancún hasta Sian Ka''an, la primera Reserva de la Biosfera creada en México, es la más popular asociada al adjetivo "maya".

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