11 comidas callejeras que te van a fascinar si visitas Corea del Sur

La comida asiática tiene gran popularidad fuera del continente por sus grandes diferencias con el resto de gastronomías y por la explosión de sabores de sus alimentos. Todos conocemos el sushi y la típica comida china como el arroz tres delicias, pero de los productos de Corea del Sur todavía no sabemos mucho. No hay mejor forma de saborear los platos típicos de un país que en sus mercados callejeros. Allí se prepara la comida tal y como las tradiciones y costumbres antiguas lo hacían y probarla en las calles es ideal si quieres experimentar una experiencia culinaria única. 

Si paseas por los mercados callejeros de Corea del Sur podrás ver que hay un plato que se repite en casi todos ellos. Hablamos del Tteokbokki, un pastel de arroz hervido en una especie de pasta de pimiento y que se sirve con huevos y cebolla. Esta delicia culinaria de color rojizo encanta a todo el que la prueba y es ideal para matar el hambre después de un largo día recorriendo las calles del país. 

Este pastel de pescado también conocido como eomuk es el acompañante ideal del Tteokbokki ya que la mezcla de sabores convierte el plato en un auténtico placer para el paladar. Se trata de pescado rebozado que generalmente se sirve pinchado en un palillo como si fuera un pincho moruno y acompañado de algún tipo de sopa para darle un toque de sabor. Esta delicia coreana es una de las más aclamadas por los turistas y habitantes del país.

Al caminar por estos curiosos mercados de comida callejera quizás te llame la atención un alimento que te resulta familiar, el sundae. No, lo que estás viendo no es la tradicional morcilla española, pero se parece. Este producto se prepara con los intestinos de la vaca o el cerdo y se hierve para darle ese aspecto que todos conocemos. No puedes irte sin probarlo ya que las especias que utilizan para cocinarlo le da un sabor totalmente diferente al nuestro y es un auténtico manjar. 

Como habréis podido comprobar, la comida de los mercados callejeros de Corea del Sur comparte muchas similitudes con otros platos del mundo y el mandu no iba a ser menos. Esta preparación consiste en una pasta rellena de carne o el famoso kimchi y verduras o especias. ¿Te suena de algo verdad?. El Mandu es muy parecido a las gyozas, un plato que ha adquirido mucha fama en nuestro país y que tiene diferentes formas de cocinarlo. Esta delicia coreana se suele cocinar frita, a la plancha, al vapor o hervida y es una delicia asiática que debes probar. 

Uno de los elementos comunes en casi toda la gastronomía asiática es el arroz, un producto que acompaña a casi todos los platos y que es muy consumido en el continente. El Bibimbap coreano, también conocido como arroz mezclado es una preparación basada en arroz blanco mezclado con verduras, carne, pasta de chile y un huevo por encima para integrarlo posteriormente. En algunas ocasiones te ofrecerán la posibilidad de alternar ingredientes al gusto, pero lo más recomendable es probar el bibimbap tal y como ellos lo cocinan para disfrutar de una experiencia culinaria increíble. 

El jeon es una especie de torta de harina y huevo que se fríe y se le añaden diferentes ingredientes que hacen que varíe su nombre. Este producto es llamado la pizza coreana y según los alimentos que integres en la mezcla cambia de nombre para ser más específico. Por ejemplo, si al jeon le añades cebolleta pasa a llamarse pajeon. Este plato es perfecto para hacer una paradita a comer después de un día de turismo descubriendo Corea del Sur. 

Cuando viajamos a Asia tendemos a pensar que el sushi es el plato estrella y no vamos muy desencaminados ya que en gran parte del continente es así. En Corea del Sur se consume un alimento llamado Kimbap y que muchas personas suelen confundir con el sushi. La apariencia es similar pero la diferencia principal es que el interior está conformado por carne y verduras y no por pescado crudo. Podrás encontrar el Kimbap en casi cualquier puesto callejero de Corea y no podrás irte sin probarlo. 

Existen comidas tan increíblemente deliciosas que merecen una declaración internacional de su sabor. Una de ellas es el Kimchi, un fermentado del país que está declarado Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por la Unesco, y no es para menos ya que mucha gente afirma que ingerirlo proporciona un sinfín de beneficios para la salud. Cada región lo prepara a su forma pero la más común incluye rábano, col china, repollo, anchoas en salmuera y chile rojo. Podemos encontrarlo junto a otras preparaciones como por ejemplo en el interior del mandu y además su olor fuerte y sabor picante destacan respecto al de otros platos coreanos. 

Una vez hemos llenado el estómago con estos increíbles platos llega la hora del postre. Si hablamos de dulces, Corea del Sur tiene unas cuantas delicias para los más golosos de la casa. Un claro ejemplo de ello es el Pungo ppang, un dulce en forma de pez que suelen consumir para merendar o como postre y que no podrás parar de comer. Este pastel de waffle con estructura de pez suele ir relleno de mostaza y judías dulces calientes. 

Los pancakes coreanos son probablemente uno de los dulces más famosos dentro y fuera del país. Todos hemos visto alguna vez este postre esponjoso que nos ha dejado impresionados. Su preparación se basa en una deliciosa masa hecha de leche, harina y azúcar, casi como los crepes y el relleno suele llevar frutos secos, canela o miel. 

Este país asiático cocina las rosquillas a su manera y allí son conocidas como kkwabaegi. Formadas a partir de una mezcla de harina frita en aceite, estas rosquillas van bañadas por una capa de azúcar o canela y seguro que las encuentras en cualquier mercado callejero de Corea del Sur. Además, cuenta con variedades rellenas que podrás degustar en las calles del país.

Si algo está claro es que Corea del Sur cuenta con innumerables platos deliciosos que debes probar si paseas por sus calles. Los hay para todos los gustos, dulces, salados, picantes, amargos, vegetarianos o para los amantes de la carne. Si visitas el país no te olvides de prestar atención a los mercados callejeros y probar todos y cada uno de sus increíbles y curiosos manjares.