El primer hotel 5 estrellas de la Costa del Sol donde detuvieron a Frank Sinatra
La Costa del Sol gozó de un protagonismo sin precedentes en las décadas de 1960 y 1970, recibiendo a grandes estrellas de Hollywood.
En una España tan contradictoria como superficial se comenzó a vivir un aperturismo a medias, donde los extranjeros eran recibidos con los brazos abiertos pero los propios españoles no podían permitirse viajar; donde la tendencia de moda en el cine era el destape pero estaba mal visto que una mujer tomara el sol en la playa con bikini. Aquella época entre la década de 1960 y 1970 comenzó a mostrar resquicios de libertad al tiempo que la dictadura franquista se debilitaba. La Costa del Sol y Torremolinos (en Málaga, la ciudad de moda) fueron los dos pilares de la escena turística española.
La ciudad malagueña se presentó al mundo como una especie de oasis donde todo estaba permitido. Fue escenario de cientos de grabaciones y albergó a decenas de celebridades en el mítico hotel Pez Espada. En sus habitaciones durmieron -y en sus salones comieron y bebieron hasta no poder más- personalidades de la talla de Kirk Douglas, Ava Gardner, Sofía Loren, Orson Welles, Brigitte Bardot o el polémico Frank Sinatra. El Pez Espada fue el protagonista de la escena cultural de Torremolinos, no se puede hablar de la ciudad sin mencionar el hotel y viceversa.
En 1959 abrió sus puertas por primera vez, en plena Carihuela, con 149 habitaciones mirando al mar y una inauguración que atrajo a cientos de extranjeros. Durante muchos años fue considerado el mejor hotel de España, con una estética modernista que sorprendía a todo aquel que lo visitaba. Fue además el primer hotel de lujo de la Costa del Sol y buque insignia de la hostelería de la provincia. Antes Torremolinos era un pueblo pesquero. Con el tiempo, las grandes construcciones modificaron su imagen y lo convirtieron en un destino por excelencia en cualquier época del año.
Casi todos esos edificios eran hoteles llenos de glamour y lujo, que gozaron de una publicidad sin precedentes. El Pez Espada era el punto de encuentro de los artistas de Hollywood, aunque estuviera a miles de kilómetros de distancia de Los Ángeles. Supuso un símbolo del cambio del país, albergando un modo de vida que para los españoles era casi escandaloso. Hoy continúa funcionando y manteniendo en su memoria todavía el incidente con Sinatra que marcaría su historia para siempre: la cafetería está forrada con carátulas de los discos y se llama Frankie's Café.
¿Qué pasó con Sinatra?
Corría el año 1964 cuando el cantante y actor llegó a España para rodar las últimas escenas de la película bélica 'El coronel von Ryan'. El diario Pueblo se citó con él en el mismo hotel para entrevistarlo, pero cuando comienzan, el periodista y el fotógrafo se encuentran con una escena curiosa que se cree que provocaron ellos mismos. Una actriz cubana, Ondina Canibano, quiere brindar con él cruzando los brazos. Cuando lo hacen salta el flash y, según cuentan, Sinatra estampa la cámara contra el suelo. Otros cuentan que agarró del pelo a la actriz y la tiró al suelo antes de confrontarse con los periodistas.
Cuando acude al despacho del director del hotel se encuentra con un retrato del Generalísimo y comienza a insultarlo y a acusarlo de todos los males de España. Es entonces cuando la Guardia Civil se persona allí para llevárselo al cuartelillo. El director y miembros de la producción de la película convencen a la Benemérita de que esperen a que termine la grabación, a la que tan solo le quedan dos días, para llevárselo detenido. La reacción de Sinatra al ver el panorama es enfrentarse a ellos espetándoles que él es una estrella de Hollywood con relaciones con la mafia y que no le iban a toser unos "ridículos" como ellos.
Después de esas 48 horas, el artista sigue sin estar dispuesto a prestar ningún tipo de declaración. El Gobernador Civil lo toma como una "afrenta al honor de la patria" y la policía se lo lleva detenido a la comisaría de Málaga acusado de escándalo público. Allí ya no se sabe con precisión lo que ocurrió, pero hay varias versiones que se han extendido como ciertas. La más aceptada es que solo respondió con monosílabos y, al salir, lanzó un escupitajo a una foto de Franco. También se cuenta que en el 25 aniversario del régimen Sinatra le envió un telegrama que se despedía con un contundente "ahora muérete".
El incidente terminó con su expulsión inmediata y 25.000 pesetas de multa. Al empaquetar sus pertenencias se encontraron hasta cuatro pistolas y el director del hotel decidió tirar todo ese arsenal al mar. Tras aquella experiencia, Frank Sinatra declaró que nunca volvería "a este puto país, detesto a estos sucios bastardos fascistas". Y lo cumplió durante unos años, pero hacia el final de su carrera regresó para brindar algunos conciertos, disfrutando su estancia un poco más -tampoco era muy complicado-. Pero al menos la primera vez terminó la grabación de la película.
Síguele la pista
Lo último