El valle de la mantequilla y otros cuatro llamativos lugares de España


El «Aguallueve» de Anento
La pequeña localidad de Anento, al sur de la provincia de Zaragoza, es un pueblo devuelto a la vida. A punto de desaparecer como consecuencia del despoblamiento, gracias al turismo ha renacido hasta el punto de ser reconocido oficialmente como uno de los pueblos más bonitos de España.Su estampa frente a las rojizas tierras arcillosas de la elevación en la que se encarama su castillo, las huertas que lo circundan y el hermoso entramado de casas, hacen de Anento un lugar especial de Aragón. Todo ello sin olvidar su particular «Aguallueve», un manantial que precipita a unos cuantos cientos de metros del pueblo, a lo largo de una formación caliza, dando como resultado una espectacular imagen que en los meses de invierno alcanza su máximo esplendor al congelarse las chorreras.

Territorio Artlanza
Considerado de forma poética la escultura más grande del mundo, Territorio Artlanza es un conjunto arquitectónico y etnográfico emplazado en la localidad de Quintanilla del Agua, en la provincia de Burgos, a orillas del río Arlanza.Una impresionante y colosal obra de arte y homenaje a los modos de vida tradicionales creada por el genial ceramista Félix Yáñez. Una enorme reproducción de un poblado de esta comarca burgalesa que ocupa más de una hectárea, con varios museos, corrales de comedias, exposiciones y todo lujo de detalles, que bien podrían valer para la narración de una auténtica epopeya.

Llívia
Esta población de la provincia de Gerona es quizás una de las curiosidades territoriales más notables de la geografía española. Rodeada completamente por territorio francés, se trata de un enclave que quedó aislado debido al Tratado de los Pirineos de 1659 y el Tratado de Llívia de 1660, gracias a su condición de villa real, que impidió que pasase a manos del país vecino.Su núcleo principal es un coqueto pueblo de montaña situado a más de 1200 metros de altitud, situado junto al río Segre y custodiado por los restos de su castillo que, tras un largo proceso de restauración, viste en la actualidad un interesante conjunto de pasarelas que lo convierten en un magnífico mirador.Mientras, en el poblado, la Farmacia Esteve, probablemente la más antigua de Europa datando del siglo XV es, sin lugar a dudas, uno de sus mayores reclamos, formando la parte principal del material expuesto en el Museo Municipal de Llívia.

Cala Atlantis
Cala Atlantis es uno de los lugares más venerados y cargados de misticismo de Ibiza, además de uno de los puntos que representa mejor la historia más deslumbrante de la isla. Conocida así en el mundo hippie desde los años 60, su verdadero nombre, Sa Pedrera de Cala d’Hort, apunta directamente al origen de tan singular rincón de la más grande de las islas Pitiusas. En efecto, lo que hoy es una sorprendente zona de rocas de cortes geométricos junto al mar, cuyas aguas inundan los huecos bajo el nivel del mar formando espectaculares piscinas naturales de colores verdosos, fue en realidad una cantera de la que se sacó una gran cantidad de bloques de piedra con el fin de construir las murallas de Dalt Vila en el siglo XVI, hoy Patrimonio de la Humanidad de la Unesco.