Tesoros de Extremadura

Este templo situado en el municipio de Alcuéscar, en la provincia de Cáceres, magnífico ejemplo de la arquitectura visigoda, con más de mil años de antigüedad, se trata del único ejemplo de este tipo en la mitad sur de la península ibérica, y uno de los edificios de estas características mejor conservados de toda España. Sus sillares, reutilizados de otras construcciones anteriores romanas y celtíberas, dan buena cuenta de su enorme valor y larga historia.

El teatro de la antigua ciudad romana de Regina es el vestigio más admirable de un yacimiento arqueológico ubicado en el municipio de Casas de Reina, en la provincia de Badajoz. Con casi 2000 años a sus espaldas, su singularidad recae en la belleza del conjunto arquitectónico y el paisaje que lo rodea, en mitad de extensos campos que crean una atmósfera insólita.

Declarada Conjunto Histórico-Artístico, esta localidad de la provincia de Cáceres es un precioso pueblo de casas tradicionales imprescindible de la mancomunidad de La Vera, de la que es capital.Su curioso cementerio alemán, donde yacen enterrados soldados alemanes caídos durante la Primera y la Segunda Guerra Mundial, o bien el Monasterio de Yuste, donde se alojó y murió el monarca Carlos I de España y V del Sacro Imperio Romano Germánico, son además atractivos que se suman para visitarlo.

Esta población de la provincia de Badajoz, declarada Conjunto Histórico-Artístico y en la que nació Vasco Núñez de Balboa – primer europeo en divisar el océano Pacífico -, es uno de los mejores ejemplos del paso de los templarios por Extremadura. El curioso perfil de la localidad al llegar a ella, con sus extraordinarias torres despuntando hacia el cielo, nos deja adivinar la grandeza de un núcleo urbano donde se erige imponente la fortaleza templaria, con su célebre torre del homenaje, conocida como Torre Sangrienta.

Con el nombre completo de Convento de la Purísima Concepción «El Palancar» se presenta el que está considerado el monasterio más pequeño del mundo.Situado en el municipio de Pedroso de Acim, en la provincia de Cáceres, este hermoso edificio del siglo XVI es una auténtica joya de la orden franciscana con estancias de lo más peculiares.