Los pueblos más bonitos bajo la nieve


Morella, Castellón
Situada en el extremo norte de la Comunidad Valenciana, Morella se alza a más de mil metros de altura rodeada de murallas centenarias y coronada por una fortaleza que data del tercer milenio antes de cristo. La nieve deja estampas de ensueño, pero muchas veces hace intransitables las calles de la localidad.

Dobres, Cantabria
Dobres está situado cerca de los Picos de Europa, en un enclave privilegiado rodeado de bosques y cumbres. Al llegar los meses de invierno el pueblo se tiñe totalmente de blanco lo que permite practicar numerosas actividades como el esquí o pasear con raquetas o motos de nieve.

Arties, Lleida
A 1.143 metros de altitud en el Pirineo Catalán, se encuentra Arties un pueblo de la Val d’Aran ubicado a tan solo 7 kilómetros de la estación de esquí Baqueira Beret, en la provincia de Lleida. El pueblo está totalmente rodeado de montañas nevadas con picos escarpados que ofrecen unos paisajes hibernales espectaculares.

Torla, Huesca
Torla-Ordesa es la entrada natural al Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido. La naturaleza del lugar permite realizar diversos deportes de invierno en las montañas como el snowkite o pasear con las raquetas de nieve para adentrarse en el helado paisaje.

Riaño, León
En plena cordillera cantábrica se encuentra Riaño, un pequeño pueblo leonés a orillas de un embalse. La estampa que ofrece el pueblo vista desde las montañas es de por sí impresionante, pero unida a la nieve que lo envuelve todo, las rutas de senderismo por las cumbres de alrededor ofrecen las mejores panorámicas de toda la zona.

Piornedo, Lugo
Esta aldea prerromana goza de la consideración de Conjunto Histórico-Artístico. Lo que más destaca de Piornedo son sus pallozas, antiguas viviendas de los habitantes de esta zona, que quedan prácticamente sepultadas bajo la nieve durante los inviernos.

La Arboleda, Vizcaya
Este antiguo pueblo minero se convierte ahora en una zona rural de ocio muy visitada por todos los vizcaínos. El color rojizo de las rocas ricas en hierro y el verde de sus montes se oculta bajo el blanco invierno, unas vistas espectaculares que se pueden ver desde el funicular que sube hasta el pueblo.