Playas de interior


Embalse de Orellana, Badajoz
Quién iba a pensar que la desconocida Badajoz tiene playa. Y además, costa interior pionera en bandera azul que la certifica como excelente para darse un baño. Retiene las aguas del río Guadiana y es ideal para hacer actividades acuáticas y de pesca cualquier fin de semana. El pantano de Orellana está en un entorno privilegiado, con valores naturales impresionantes. Es Zona de Interés Regional, lugar de Importancia Comunitaria y Zona de Especial Protección de Aves.

Playa de Landa, Álava
El embalse de Ullibarri-Gamboa, ubicado a caballo entre la influencia oceánica y el clima continental de interior, favorece su rica biodiversidad. Bosquetes de quejigos, vegetación de ribera, ambientes acuáticos, tierras de cultivo y pequeños núcleos de población, fusionan el uso humano con la conservación de sus recursos naturales. La playa de Landa está dentro del embalse y tiene tres lagos donde se pueden hacer piragüismo, el windsurf o vela.

Embalse de Mequinenza, Zaragoza
El mar de Aragón está en el impresionante embalse de Mequinenza, en la cuenca del Ebro, que se apoya en las estribaciones de la sierra de Montenegre y de la Huerta. Este mar destaca por las actividades de pesca, donde se celebra el Campeonato Internacional de Pesa del Black Bass, el más prestigioso del mundo. En Mequinenza es posible participar en competiciones deportivas, disfrutar de turismo ornitológico y de rutas de senderismo.

Pantano de San Juan, Madrid
A tan solo una hora del centro de la ciudad hay fiestas en barco, calas casi privadas, multi aventura, turismo rural y una deliciosa cocina para aquellos que se resisten a que el verano se termine. La playa de Madrid, que está en San Martín de Valdeiglesias, posee bandera azul, que lo certifica como un lugar con excelentes aguas para el baño. Se pueden realizar cursos de kayak, piragüismo, tiro con arco y escalada, además de un placentero día remojo.

Embalse de Lanuza, Huesca
Lanuza, un impresionante pueblo pirenaico situado en el Valle de Tena, posee un pantano de cuento. Posee un entorno de gran belleza, y está rodeado de apetecibles rutas. El pueblo de Lanuza estuvo deshabitado tras la construcción del embalse, pero ahora, ha recuperado todo su esplendor. Entre las actividades que se pueden practicar, destacan las rutas de senderismo, o piragüismo con unas impresionantes vistas de la Peña Foratata. Y, por supuesto, disfrutar de la zona de baño junto a su embarcadero.