Olvida el calor tierras adentro

Ubicado sobre todo en la provincia de Soria, pero también con parte en Burgos, el Parque Natural del Cañón de Río Lobos es toda una delicia en verano. La impactante erosión de la roca caliza, formando un cañón de más de 25 kilómetros, además de sombra, permite disfrutar de una gran flora y fauna apenas modificada por la mano del hombre.

Bocairent está literalmente excavado en la roca. Su casco histórico es de los que hechizan por su gusto medieval de hace siglos, con calles enrevesadas, callejuelas, cuestas y patrimonio arquitectónico. Aquí se vive a caballo entre su pasado musulmán y su posterior anexión a la Corona de Aragón. Es imprescindible zigzaguear hasta lo alto de la colina y llegar a la ermita de Sant Crist por sus exclusivas vistas.

Sin duda, las Hoces del Duratón es uno de los paisajes más bonitos de la península. Ofrece innumerables atractivos y, además del propio parque natural, ofrece la posibilidad de visitar la cercana Sepúlveda para conocer sus parajes históricos, castillos y monasterios. Aunque lo que más emociona es el cañón, con desniveles de hasta 100 metros excavados por el río y donde viven buitres leonados, águilas reales y halcones peregrinos.

La comarca del Arlanza es una de las más paisajísticas de Castilla y León con una gran riqueza cultural. Adentrarse en ella es toda una experiencia para los sentidos y es que, desde Lerma, se pueden hacer diferentes y siempre sorprendentes excursiones. También hay que hacer tiempo para recorrer el desfiladero de Yecla, una estrecha garganta con grandes aves anidando allí.

El paraje de Panticosa es un plan perfecto para evadirse del calor sin renunciar a la buena vida, como mimarse en su balneario. Además, es posible montarse en la telecabina de Formigal, que presume de ofrecer uno de los horizontes más bellos del Pirineo ya que contemplar los lagos desde las alturas realmente es grandioso. Practicar cicloturismo o trail running son opciones perfectas en Panticosa.

Es el sistema de lagos natural más grande de España  y además una de las zonas más frescas de todo el país en verano. Con una profundidad de más de 50 metros y origen glaciar, el lago cuenta incluso con varias playas de arena y piedra entremezcladas con árboles y bosques. En esta tierra zamorana es imprescindible acercarse a los restos del Balneario de Bouzas, del siglo XIX.