Marrakech: quince razones para adorarla
Por tener una de las plazas más increíbles del mundo, por sus colores, por el bullicio de su Zoco, por sus maravillosos jardines, por su cielo.....Y otra de las razones y la excusa para esta galería, es que la ciudad marroquí acaba de ser nombrada la primera Capital Cultural Africana del 2020. Para visitar Marrakech sobran los motivos, ya que es una de las ciudades más fascinantes, evocadoras y sugerentes del mundo, un estallido de luz, color y calidez (en todos los sentidos) y un lugar al que uno desearía regresar una y otra vez. Te damos quince motivos para rendirte a sus encantos si es que no lo has hecho ya
(Por Sibila Freijo)
La plaza de Jemaa el Fna, el mayor espectáculo del norte África
Quien va a la plaza una noche, jamás la olvida. Se queda para siempre grabada en la memoria como una de las mejores experiencias viajeras que uno pueda tener. No por nada es Patrimonio de la Humanidad. Es muy difícil describir esa atmósfera tan intensa y cargada y ese martillear de ruidos, las luces que se van encendiendo según cae la noche, y el humo sin fin, saliendo de los puestos de comida, los mil saltimbanquis, los monos, las serpientes, las canciones. Todo el universo parece caber en ella y en ella la vida bulle como si fuera una olla a presión.
Por la Plaza de las Especias
Es sin duda uno de mis rincones favoritos de la ciudad,un colorido micro-cosmos en el que se mezclan los olores de la paja de los cestos con el de las especias y la henna, un mundo de olores intensos y colores sin igual, un escenario cubierto de kilims y alfombras que parece sacado de alguna película de Indiana Jones.
Comer en la plaza
Los marrakechíes ya llevan mucho tiempo compartiendo mesas; no es cosa de millenials. Cenar en alguno de los puestos de la plaza es obligatorio, escoger el más concurrido y ruidoso y comer lo que ellos coman, mezclarse con la gente y con los niños y, sobre todo, comer con las manos. En la plaza hay puestos y puestos, algunos mediocres y otros con comida riquísima. Como en todas partes, hay que usar el sentido común: elegir los que estén más llenos de locales...y a disfrutar.
La plaza de día
Durante el día, Jemaa el Fna parece ser otro lugar, de hecho mucha gente que la visita de noche y luego va de día, puede pensar que son lugares diferentes. Los puestos de comida, las luces, el gentío y el humo desaparecen hasta que cae de nuevo la noche para dar lugar a una plaza mucho más tranquila y reposada en la que el plan es tomarse un zumo de naranja y comprarse unos higos secos o dátiles mientras se observan vendedores ambulantes o artistas de la henna.
Jardines Majorelle
El Zoco de las Mil y una Noches
Adentrarse en el zoco es entrar en un territorio extraño y a veces oscuro y hostil. La luz se filtra tamizada por las estrechas callejas cubiertas del zoco en donde los comerciantes exhiben sus mercancías. La parte más bonita es la de los forjadores, los ebanistas, los tintoreros..,.el zoco de los oficios, donde los trabajos que se hacen ahora son los mismos que se hacían durante la Edad Media. Al zoco, uno va a perderse, a no saber donde está, a pasar cuatro veces por el mismo sitio..pero no importa. Regatear es todo un arte y un ejercicio de tenacidad. En el Zoco nada tiene el precio original; es el precio que cada uno se gana.
Las mejores vistas de la Plaza
La Plaza se disfruta abajo, mezclándose con el gentío pero es también imprescindible verla desde arriba, desde alguna de las azoteas de los cafés que la rodean. Solo así se puede apreciar en toda su magnitud y solo así sicede la magia. El café con mejores panorámicas es el Café de France. Desde su azotea el espectáculo está servido.
La Mamounia
Es uno de los mejores y más lujosos hoteles del mundo, un símbolo de buen gusto y exclusividad, rodeado de los jardines más frondosos de la ciudad y con una decoración exquisita y delicada a la altura de su fama. Un establecimiento de leyenda que permanece inalterable a través de las modas y las épocas. Si no hay presupuesto para dormir allí, siempre se puede visitar y tomar un té o un café en sus espectaculares jardines.
Por los Jardines de la Menara
Uno de los lugares más mágicos de Marrakech son los jardines de la Menara, punto de encuentro y paseo de los marrakechíes y el principal parque de la ciudad. La zona más bonita es la de su estanque, mejor aún si se puede disfrutar al al atardecer, para contemplar los espectaculares cielos de la ciudad.
El Palmeral
El Café des Epices
Es el sitio de los millenials en Marrakech pero eso no le resta un ápice de encanto. Situado en un emplazamiento de excepción, en plena Plaza de las Especias, ofrece un singular panorama de la plaza desde su azotea o amplios ventanales. Imprescindible pedir un tajine, un té, y dejar que las horas pasen, mientras observas como la vida bulle en la vibrante plaza.
La Kotubia
La mezquita de la Kotoubia es uno de los símbolos de la ciudad, y el edificio más alto de la Medina con 77 metros. Construida en el siglo XII sirvió luego de inspiración para nuestra Giralda y para la Torre Hassan de Rabat.
Los zumos de la plaza
Una de las mejores cosas que uno puede hacer en la Plaza de Jemaa el Fna es tomar un zumo de naranja recién exprimido en uno de los muchísimos puestos que hay.
Los vibrantes colores de Marrakech
El ocre del adobe que baña la ciudad entera, el verde del islam en puertas y ventanas, o los azulejos brillantes por todas partes... el color salpica todos los rincones de la ciudad: el de las telas, el de las especias, el de las flores secas, las madejas de lana y cestos que cuelgan al sol. El gusto por el color y las combinaciones de vibrantes tonos alcanzan en Marruecos, como en la India, su máxima expresión.
Museo Yves Saint Laurent
El célebre modisto vivió en Marrakech buena parte de su vida, una ciudad que adoraba y que influyó en sus creaciones. Hace un par de años, la ciudad quiso rendirle homenaje con la apertura del Museo Yves Saint Laurent de Marrakech. En él hay un espacio de 400 metros cuadrados que alberga la colección permanente con sus mejores diseños, los referentes de sus creaciones etc. Además hay una completísima biblioteca, librería, cafetería. Se ha convertido ya en un referente de la ciudad.